Cada 27 de septiembre se conmemora en nuestro país el "Día Nacional de la Conciencia Ambiental", en memoria de las personas fallecidas como consecuencia del escape de gas cianhídrico ocurrido en la ciudad de Avellaneda, provincia de Buenos Aires, el 27 de septiembre de 1993.
A raíz de ese trágico accidente se sancionó en 1995 la Ley 24.605, que en su artículo 2° establece: "A partir de la vigencia de la presente ley, todos los años en dicha fecha se recordará, en los establecimientos educativos primarios y secundarios, los derechos y deberes relacionados con el ambiente mencionados en la Constitución Nacional".
Un año después, se reformó la Constitución Nacional de la República de Argentina cuyo artículo 41 nos recuerda el derecho a vivir en un ambiente sano, tanto para nosotros como para nuestras generaciones futuras, y en el año 2002, fue promulgada la Ley General del Ambiente, Ley 25.675, en su Art. 4 se explicitan los principios morales que han de regir la protección ambiental: responsabilidad, precaución, solidaridad, cooperación, sustentabilidad, entre otros, principios que guían nuestra conducta en relación al entorno en el que vivimos.
Según el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur), la "conciencia ambiental es una filosofía de vida que se preocupa por el medioambiente y lo protege con el fin de conservarlo y de garantizar su equilibrio presente y futuro".
La conciencia ambiental implica entonces conocer qué es el ambiente, cuáles son los problemas ambientales contemporáneos y qué podemos hacer desde cada uno de nuestros lugares para revertir o mejorar las respectivas condiciones.
Se trata de tener conciencia sobre la conveniencia de actuar con respeto y compromiso en los lugares en que nos toca vivir, teniendo siempre presente que el daño que le hacemos al ambiente nos lo hacemos a nosotros mismos y a las generaciones futuras.
Fuentes: Acnur / UNdeC
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