Desde la Coordinadora por una Vida sin Agrotóxicos Basta es Basta repudian el proyecto de ley presentado por el Poder Ejecutivo en la cámara de diputados el 30 de noviembre.
"Mientras la genta esta entretenida en el mundial nuevamente se presenta un proyecto regresivo, tramposo y contradictorio que busca legitimizar la utilización de venenos en la producción agroindustrial, en perjuicio del cuidado de la salud y el ambiente. Postergado este debate desde el inicio de la gestión, el gobernador Bordet elige el momento más difícil del año tratando de evitar el análisis y debate que corresponde. La postura de la 'mesa de buenas prácticas agrícolas' no responde al sentir del conjunto social entrerriano", dicen desde la organización.
"Otras formas de producir son posibles, urgentes y necesarias"
"Este proyecto para las supuestas buenas prácticas agrícolas que propone Bordet, no cumple con los requisitos del 'Acuerdo de Escazú' que establece acceso a la información, participación pública y acceso a la justicia en asuntos ambientales; no se ajusta a los principios del Derecho Ambiental, no reconoce al uso de agrotóxicos como una actividad peligrosa para el ambiente y la salud. No involucra al Ministerio de Salud cuando se trata prioritariamente un tema de salud pública", argumentaron.
"El gobierno provincial pretende actualizar el cuestionado y judicializado marco legal vigente para el uso de agrotóxicos en Entre Ríos, la ley provincial de plaguicidas Nº 9780 del año 1980, y propone un proyecto laxo y regresivo que no corresponde a nuestro actual escenario ambiental y sanitario en la provincia; menospreciando los datos duros publicados por el mismo Estado", se quejaron.
"La agroindustria es la única industria que está exceptuada de tener controles ambientales cómo las demás actividades contaminantes. Siendo que además es la principal causa de contaminación de ríos, arroyos y humedales", agregaron.
Y luego agregaron "apelamos a que nuestra legislatura provincial no sean meros operadores que representen intereses empresariales concentrados; y que livianamente impulsen normativas permisivas que sigan lesionando la salud pública y sigan sosteniendo un modelo concentrado; extractivo; que agota la fertilidad del suelo y carga de tóxicos nuestros cursos de agua. Un modelo que ha dejado excluidos a un tendal de pequeños productores; y que arraso nuestro monte nativo (quedando solo un 4% del mismo); monte que nos garantizaba el ciclo del agua y que nos protegía del calentamiento global".
INTA confecciono un informe con importantes datos: “La Argentina se caracteriza por tener un importante consumo anual de productos de síntesis química para la producción agrícola, de origen nacional o importados. En las 36 millones de hectáreas cultivadas, se utilizan 230 millones de litros de herbicidas y 350 millones de litros de otros tipos de agroquímicos. Los envases necesarios para su comercialización generan unas 17 mil toneladas de polietileno cada año, el volumen de productos químicos utilizados, que ha superado los 500 millones de kilogramos en los últimos años, un promedio de 13 kg por hectárea, en Argentina diversos estudios detectaron la presencia de fitosanitarios en aire, aguas superficiales, subterráneas y de lluvia, suelos agrícolas y en áreas urbanas y periurbanas”, sumaron.
"Exigimos a las y los Legisladores que cumplan con su deber de legislar para la salud de las generaciones presentes y futuras. Basta de política extractivista. Otras formas de producir son posibles, urgentes y necesarias" concluyeron.
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