Alrededor de las 21 de este domingo, una mujer ingresó a la guardia del Centenario cargando a un menor de 3 años y solicitando ayuda médica. Luego que se efectuaran los estudios correspondientes, a raíz del registro de movimientos anormales y falta de coordinación en el cuerpo del menor, se constató la presencia de cocaína en el organismo del niño.
Pese a la negativa de la progenitora, el pequeño fue internado para recibir el correspondiente tratamiento y activar los protocolos indicados para este tipo de casos. Luego de 15 minutos de ingresado, y aprovechando el cambio de guardia, la mujer se dio a la fuga (con suero endovenoso colocado en el brazo del menor) al percatarse de que el personal de salud interviniente había dado aviso a la Departamental de Policía.
"A raíz del pedido de localización, la mujer fue localizada en la intersección de las calles Concordia y España por personal al de la División de Investigaciones de esta Departamental", se informó a Radio2820.
El juez de Garantías de turno, Ignacio Telenta, dispuso la detención de la progenitora y la inmediata internación del menor en el hospital local, donde permanece hasta el momento, informaron fuentes policiales. La mujer permanece detenida en la comisaría de la Mujer y Minoridad. Interviene la Fiscalía a cargo de Carolina Costa.
El niño es acompañado durante la internación por su abuela, quien también tiene a su cargo a dos hermanos más grandes, debido al contexto de vulnerabilidad y consumo problemático que atraviesa la madre de los menores.
Fuentes hospitalarias señalaron que “el niño había consultado otras veces por episodios de hiperactividad y nerviosismo, incluso con cita a varias consultas a las que no asistió y la intervención de equipo de salud mental del Centenario. También intervino una asistente social ya que el niño ha sido encontrado en situación de calle (en alguna oportunidad auxiliado por una vecina que se acercó al centro de salud de la zona)”, explicaron.
Según trascendió, los abuelos pidieron ayuda varias veces por la situación de consumo problemático de la progenitora y estado de vulnerabilidad del niño.
La herida abierta de Tahiel
El pequeño, que comparte uno de sus nombres con el del niño asesinado en contexto de violencia intrafamiliar el 2 de mayo de 2022, llegó al hospital presentando indicadores sociales y sanitarios alarmantes. Su madre, vulnerable y atravesada por el flagelo de la droga, no pudo protegerlo. Vale la pena preguntarnos qué hará el Estado, qué hará el Consejo Provincial de la Niñez, la Adolescencia y la Familia (Copnaf) más precisamente, quién cuidará a este niño que a tan corta edad presenta en su organismo presencia de sustancias como la cocaína, corriendo riesgo su vida. Todavía sangra la herida abierta por el crimen de Tahiel Mossou (caso que llegará a juicio el próximo junio). Los organismos del Estado no pueden ser meros espectadores de este tipo de situaciones que ponen en riesgo la vida y las infancias de los hijos de nuestra comunidad.
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