Un joven uruguayense y su madre serán voluntarios en la competencia en Santiago de Chile durante dos semanas, asignados a diferentes delegaciones. Él repite y para ella es su primera vez. EL MIÉRCOLES te cuenta de quiénes se tratan.
J.R.D. de EL MIÉRCOLES
Fotomontaje de portada: MARBOT
Entre el 20 de octubre y el domingo 5 de noviembre se desarrollarán en Santiago de Chile los XIX Juegos Panamericanos. Tal como ocurrió en Lima 2019, un joven de La Histórica tendrá un rol activo. Aunque no disputará medallas, lo suyo es anónimo pero necesario: el trabajo de voluntario. Eso viene haciendo Matías Velázquez desde 2018 en las competiciones de citas continentales en la región. Pero como hay locuras que son contagiosas, hay locuras hermosas que son lindas de contagiar. Este fue el caso. Matías logró convencer a su mamá, Nilda Davico, a que se sume y también cumplirá una actividad como voluntaria. Se los presentamos.
Matías tiene 30 años es técnico en Turismo (Facultad de Ciencias de la Gestión de la Uader) y actualmente se desempeña como conserje en Gran Texier Hotel Casino, en pleno centro comercial y político de la ciudad.
Matías y Nilda no buscarán medallas metálicas de ningún tipo, pero sin dudas que experimentarán una coronación de emociones que sólo madre e hijo pueden comprender.
Para él no hay licencia laboral, ya que este voluntariado está alineado con su período de vacaciones. “El año pasado, también fui seleccionado como voluntario en los Juegos Suramericanos (Odesur) en Asunción del Paraguay, pero por mi trabajo no pude asistir”, lamentó.
En su currículum muestra que ya participó en 2018 en los III Juegos Olímpicos de la Juventud en la ciudad de Buenos Aires; en 2019 en la citada Lima; y en 2021 en los I Juegos Panamericanos Junior, realizados en Cali (Colombia).
De un tirón recuerda y amplía: “Este año será mi cuarta experiencia. La primera participación como voluntario fue en 2018 en los III Juegos Olímpicos de la Juventud en la ciudad de Buenos Aires. Allí me desempeñé en el Área de Ticketing, es decir, boletería en el ingreso al Parque Olímpico, donde estaban los mayores deportes y disciplinas. Luego, en 2019, participé en los XVIII Juegos Panamericanos de Lima en Perú, me asignaron el área funcional de NCS (siglas en ingles, traducido al español es Relaciones y Servicios a los Comités, rol Asistente de los Comités), por lo cual fui asignado al Comité Olímpico Argentino, son 41 comités olímpicos nacionales de toda América. Algunas de las tareas de esta área son el acompañamiento de atletas a competencias, tareas administrativas dentro de la Villa Panamericana, a disposición de las instrucciones del jefe de Misión, etcétera. En el 2021, estuve en los I Juegos Panamericanos Junior, realizados en Cali (Colombia), también como asistente, esta vez, con la delegación de México”.
Con la vieja
Matías no oculta la felicidad de llevar a su madre a compartir la actividad, en lo que será su debut en el voluntariado deportivo. “Ella está muy feliz, ya que la edad no es un límite para participar de este gran evento”, contó. Tiene 61 años recién cumplidos, es jubilada, repostera profesional y actualmente es vendedora de la marca Essen.
Además de Nilda irá una mujer de Urdinarrain, radicada hace años en Buenos Aires, como representantes entrerrianos, en tanto que de Argentina serán más de 50 personas. “Mi grupo está conformado por 15 personas que siempre vamos a todos los voluntariados. Nos conocimos en Lima 2019, y desde allí vamos a todos los voluntariados. En esta ocasión alquilamos un departamento en el centro de Santiago, en marzo, aún sin tener una confirmación de participación. Para ese entonces pudimos conseguir con seguridad y más barato que la demanda que hay en este momento. Los vuelos y el bus también los conseguí barato hace cinco meses. Santiago de Chile es una ciudad cara, pero organizando con mucha anticipación se puede pasar aún mejor” ”, explicó Matías, dando datos concretos de cómo encarar algo tan sensible como lo es la cuestión económica, con nuestra realidad tan compleja.
Brasil y Ecuador
A horas de embarcarse en el vuelo a Mendoza y de allí en bus a la capital trasandina, Matías ya sabe que estará como asistente a los comités en la Villa Panamericana, en el barrio de Cerrillos de Santiago. Se desempeñará en el área de la delegación de Brasil, la más numerosa, mientras que Nilda estará con los ecuatorianos, “tuve que acelerar mi curso de portugués”, comentó riendo, ya que hizo un curso en la UTN con el profesor Raúl Chudoba. “Algo de conocimiento del idioma tengo”, reconoció.
-De acuerdo a lo que viviste ¿hay cosas diferentes para ustedes en la preparación, tomando de referencia a los Juegos Panamericanos de 2019?
La preparación siempre es la misma, ya que se rige por el Comité Organizador llamado Panam Sport y otros entes como el país anfitrión, en este caso Chile. Es un proceso que demanda más de un año, etapas que todavía no han culminado. Tengo que decir que están un poco más lentos a comparación de Lima 2019, pero Chile se destaca por su modernidad de ciudad, su calidad en el transporte a nivel Latinoamérica. Es una ciudad muy moderna.
-¿Cuándo se van y cuando vuelven?
Nos vamos el sábado 21 de octubre. A las 6 sale el vuelo desde Aeroparque hacia la ciudad de Mendoza y desde allí un ómnibus hasta Santiago. La vuelta será el sábado 4 de noviembre, utilizando los mismos transportes que en la ida.
-¿Qué les entregan desde la organización para esta ocasión?
El derecho del voluntariado es a capacitaciones de los juegos en general y del rol asignado; alimentación según tus horas trabajadas, con un máximo de ocho horas diarias, y que pueden ser desayuno y almuerzo o merienda y cena; uniforme que consta de chombas, pantalón, campera, gorra, riñonera-mochila y caramañola; credencial con la que ingresás a tus áreas de función; seguro contra accidentes cuando se esté trabajando y certificado de participación. Nos cubren la alimentación, uniforme, capacitaciones y certificación. Lo demás, como alojamiento y transporte hacia Chile, el gasto es por nuestra cuenta.
-¿Qué cosa que no pudiste hacer en los anteriores juegos intentarías hacer ahora?
En los Juegos anteriores siempre estuve en todas las sedes, tanto en mi labor como en modo espectador, obviamente alentando a Argentina en sus diferentes deportes y disciplinas. Este año podría ser que vaya a ver otros deportes o disciplinas que no he visto, por ejemplo, tiro con arco, patinaje artístico, triatlón, escalada deportiva, futbol, etcétera. Además, si tengo la oportunidad de hacer turismo también, siempre aprovecho a conocer la ciudad anfitriona en mis ratos libres y otras sedes como Viña del Mar y Valparaíso. A los lugares que visito como voluntario, trato de conocer otra cultura, gastronomía, atractivos, idiosincrasia, etcétera. Es muy enriquecedor.
Como se dijo al principio, Matías y Nilda no buscarán medallas metálicas de ningún tipo, pero sin dudas que experimentarán una coronación de emociones que sólo madre e hijo pueden comprender.
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