Un hombre de 35 años pelea por su vida tras ser baleado en la cabeza en el marco de un tiroteo en el barrio Santa Rita de Paraná. Por el intento de homicidio se entregó a la Policía un adolescente de 17 años. El conflicto entre dos bandas que viven a un par de cuadras se viene arrastrando desde hace unas semanas, con varias balaceras.
La venta de droga y la provisión de armas de un narco, aparecen en el trasfondo del drama que tiene a todo un barrio entre las balas por los constantes enfrentamientos. Y familias enteras que vienen desde hace años con carencias y niños y adolescentes que se crían en este contexto, como carne de cañón para los que hacen sus suculentos negocios.
Según pudo averiguar PlazaWeb, el conflicto ocurre en un sector de la zona oeste de la ciudad, en inmediaciones de calles Amadeo Grass y Virgen del Luján. Hay dos grupos enfrentados desde hace un tiempo: "los Charly", un clan familiar de apellido Martínez que reside sobre calle Grass; y otro integrado por varios jóvenes y adultos que viven en precarias viviendas ubicadas en un pasillo que sale a calle Virgen del Luján.
El domingo por la tarde, integrantes de los Charly fueron hasta el pasillo de sus enemigos y los atacaron a tiros. Descargaron unos cuantos cartuchos hasta que sus armas se quedaron vacías. El momento fue aprovechado por los otros para contraatacar: los corrieron a tiros y uno de los balazos impactó en la mandíbula de un hombre y le salió por la nuca. Está internado en grave estado. Fue identificado como Héctor Pacheco, de 35 años.
Todo esto ocurrió en plena tarde, con muchas personas (muchos niños) en la calle, con un calor infernal que impedía estar dentro de las viviendas. Se utilizaron armas de grueso calibre: 9 milímetros y 380, pistolas automáticas de alto poder de fuego. "Voló como un bolsa de portland", describió un testigo que observó cuando balearon al herido.
Por el hecho se entregó a la Policía un adolescente de 17 años. Algunos comentarios en el barrio dicen que no fue el autor del intento de homicidio, pero como es menor decidió confesar el delito, para que el presunto verdadero tirador quede impune, ya que tiene condenas por delitos graves y no podría eludir la cárcel.
A su vez, se mencionó que Pacheco se encuentra en "situación de calle" con severos problemas de adicciones, y en esa situación fue cooptado por una de las bandas que le da droga y armas para ir a tirar tiros.
"Están todos enfermos", describió una vecina que conoce a los protagonistas de esta historia desde que son niños y apunta a la problemática de la droga y las adicciones.
El motivo de los conflictos sería la venta de drogas. En esas cuadras hay varios kioscos de narcomenudeo desde hace mucho tiempo y todos convivían pacíficamente ya que todos vendían lo suficiente para subsistir. Sin embargo, algo pasó en las últimas semanas que pudrió esa convivencia y comenzaron las balaceras.
Varios apuntan a un "narco" que provee de droga y las armas para que se agarren a tiros y queda lejos de los enfrentamientos. En realidad, es un joven intermediario, que tiene unos 18 años pero que maneja varios kioscos de narcomenudeo en la zona, a quien le provee la droga un narco más grande que maneja un sector de Paraná.
Todo esto sucede en un momento de crecimiento del hambre social, con la única presencia del Estado en estos territorios mediante la Policía. Una situación explosiva, batallas entre pobres y un panorama cada vez más difícil.
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