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Europa 2023: el año en que la energía limpia le ganó a la contaminante

Por primera vez, la electricidad proveniente de fuentes renovables (eólica, solar, hidráulica) superó a la originada en los combustibles fósiles. Un gran avance contra el cambio climático.

 

Por GABRIEL MICHI (*)

Una buena onda energética se instaló en Europa. Una onda energética que genera esperanza frente al futuro. Y que ayudará a frenar los efectos del cambio climático. Y es algo para festejar: En 2023, por primera vez en la historia, la electricidad europea procedió más de la energía eólica que del gas fósil.  Así surge del último informe anual del grupo de reflexión sobre energías limpias Ember. En el estudio se señala que la energía eólica y la solar proveyeron la cifra del 27% de la electricidad que necesitó la Unión Europea en 2023, por encima de la cuarta parte por primera vez en la historia. En paralelo, lo producido por el carbón y el gas cayó estrepitosamente: el primero alcanzó su nivel más bajo, con sólo el 12% de la electricidad generada en la UE.

Según la directora del programa europeo de Ember, Sarah Brown, "el sector eléctrico de la UE se encuentra en medio de un cambio monumental. Los combustibles fósiles están desempeñando un papel menor que nunca a medida que se vislumbra un sistema con la energía eólica y solar como columna vertebral". Y todo eso se dio en un contexto general de "desplome sin precedentes" en la caída de la demanda eléctrica y, en paralelo, de la generación de carbón y gas.

La buena nueva para las naciones europeas es que con esta realidad se acercan un poco más a los compromisos asumidos para la reducción del uso de las energías contaminantes por otras más limpias. Y hasta podría adelantar objetivos medioambientales para frenar el cambio climático. El bloque regional podrá plantearse una reducción del 90% de las emisiones netas de gases de efecto invernadero hasta 2040, algo sumamente promisorio.

Según los datos recogidos por este estudio, la generación eólica creció un 13% hasta alcanzar el 18% del mix energético de la UE el año pasado, lo que equivale a 475 TWh. Eso representa, por ejemplo, el volumen total de la la demanda de electricidad de Francia. Con ese guarismo la energía proveniente de los molinos de viento, superó al gas, que se anotó con el 17%. Por su parte, la energía solar aportó el 9% de la electricidad que utilizó la Unión Europea. Así se llegó al dato más alentador: las energías renovables alcanzaron una participación récord que llegó al 44% de la electricidad de la UE en 2023. En ese número se incluye lo aportado por la energía hidráulica que también tuvo un salto interanual muy importante.

En ese esperanzador cuadro general, hay países que tuvieron distinto grado de responsabilidad en ese cambio hacia las energías limpias. Por ejemplo, Dinamarca usó un 58% de la electricidad procedente de turbinas. Mientras que Alemania es la nación que genera la mayor cantidad de energía eólica, 141 TWh. Por su parte, Suecia es el país que produce la mayor cantidad de energía renovable per cápita. Los mayores incrementos en la utilización de la energía proveniente del viento se dieron en Alemania, Francia y los Países Bajos, en ese orden.

El director de programa del grupo de reflexión E3G, Pieter de Pous, explicó que "La UE lideró el año pasado en la COP28 un gran impulso para que el mundo se comprometiera a eliminar progresivamente los combustibles fósiles. Estos datos sobre el mercado eléctrico de 2023 demuestran que no se trataba de meras palabras, ya que la UE está realizando progresos muy significativos en su propio país para pasar a un sistema eléctrico sin combustibles fósiles, con energías renovables baratas que eliminan la demanda de carbón y gas de forma permanente". Abonando a estos postulados vale decir que la generación de carbón cayó un 26% en 2023, una cifra récord, a la vez que el gas se desmoronó un 15%, en lo que fue la mayor reducción anual desde el año 1990.

¿Por qué Europa consumió menos electricidad en 2023? Según los especialistas hay un combo de razones para explicar porque en hubo una caída de la demanda de electricidad en la UE (un 3,4% en 2023 respecto a 2022 y un 6,4% respecto a los niveles de 2021), hubo una fuerte retracción de ese consumo en particular en el ámbito industrial (siderúrgica, química y papelera), por la fuerte subida de los precios del gas disparados por la guerra en Ucrania. Además el buen tiempo, el ahorro y la eficiencia energética también ayudaron a que se necesitara menos electricidad. También colaboró la mayor electrificación de ciertos elementos que antes se movían utilizando combustibles fósiles como por ejemplo los automóviles.

Hubo 3 millones de vehículos eléctricos que se vendieron en la UE desde 2021, como también las tres millones de bombas de calor que se adquirieron. Según Dave Jones, director de información global de Ember, "las energías renovables tendrán que seguir el ritmo de ese aumento de la demanda para conseguir la reducción de emisiones necesaria para un clima seguro".

 

Según Brown, de Ember, "la crisis energética y la invasión de Ucrania por Rusia no han provocado el resurgimiento del carbón y el gas, ni mucho menos. El carbón está a punto de desaparecer, y a medida que crezcan la eólica y la solar, el gas será el siguiente en entrar en fase terminal de declive. Sin embargo, no es el momento de dormirse en los laureles. La UE debe centrarse en el rápido despliegue de la energía eólica, solar y flexible para crear un sistema libre de los riesgos de los combustibles fósiles".

La UE necesita llegar en 2030 a la ecuación en la que el 55% de la electricidad que utiliza provenga de la energía eólica y solar. Y, de esta manera, cumplir con su parte para que el calentamiento global no supere 1,5 C con respecto al inicio de la era industrial. Eso significaría el doble de la cifra alcanzada hoy en día y que fue del 27%. Para eso se necesitaría acelerar el crecimiento de la generación solar y la eólica, a ritmos mucho más potentes del que hoy transitan. Aún así el dato de que en 2023 el bloque europeo haya consumido más energía limpia que contaminante no deja de ser una gran noticia. Una noticia que impulsa una ola de buena energía.

"Mientras algunos países se apresuran a desplegar más energía eólica y solar como una oportunidad social y económica, otros, en particular en Europa Central y Oriental, se están quedando rezagados y corren el riesgo de salir perdiendo", comenta el eurodiputado Martin Hojsík, vicepresidente del Parlamento Europeo (Renew Europe, Eslovaquia Progresista). Y añade que Europa debe pasarse a la energía limpia para "protegerse" de los riesgos de seguridad relacionados con los combustibles fósiles importados, así como para cosechar los beneficios de la transición energética.

Para lograrlo, no sólo hay que acelerar el despliegue de las energías renovables, sino también de los "facilitadores de todo el sistema", como las redes y el almacenamiento de energía.
Para alcanzar la neutralidad climática en 2050, la Comisión Europea ha anunciado esta semana un nuevo objetivo de reducción de las emisiones netas de gases de efecto invernadero en un 90% para 2040.Este nuevo objetivo aún está siendo debatido por los legisladoresde la UE, y no será jurídicamente vinculante hasta después de las elecciones al Parlamento Europeo de junio, cuando se forme una nueva Comisión.

Pero los expertos en energías renovables han acogido con satisfacción la "ambiciosa" señal de Bruselas. "Un objetivo de menos 90% allana el camino para una acción decisiva para descarbonizar nuestro sector energético, el primer paso crucial en el camino hacia el cero neto. Debería quedar claro que no hay tiempo que perder construyendo más infraestructuras de combustibles fósiles", afirma Elisabeth Cremona, analista de datos sobre energía y clima de Ember.

"Un objetivo ambicioso ayuda a establecer una dirección clara de alejamiento de los combustibles fósiles, sobre todo para desbloquear todas las infraestructuras de apoyo que permitirán un rápido despliegue de las renovables y una electrificación limpia." Walburga Hemetsberger, consejera delegada de SolarPower Europe, afirma que el sector solar "apoya incondicionalmente" el escenario de reducción del 90% de las emisiones netas. "Esperamos que este mensaje se traduzca en una Ley de Electrificación específica", agrega. "Es importante que la propuesta también tenga en cuenta la agenda de inversión, que reconoce la necesidad de aumentar la financiación privada y pública, como el Fondo de Innovación, y el fin de las subvenciones a los combustibles fósiles".

Sin embargo, los grupos defensores de la justicia climática están menos impresionados. Amigos de la Tierra Europa, por ejemplo, afirma que los recortes de emisiones propuestos se quedan cortos respecto a la obligación histórica de la UE de lograr "emisiones cero reales" mucho antes de 2050. "Hay un agujero oscuro donde debería estar el fin de los combustibles fósiles. Europa debe definir una fecha de caducidad para su adicción a los combustibles fósiles -mucho antes de 2050- y dejar de complacer a la industria de los combustibles fósiles con peligrosas lagunas y evasivas como la CAC [captura y almacenamiento de carbono]."

(*) Artículo originalmente publicado en mundonews.com.ar. Se reproduce por gentileza de su autor.
 

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