El Ejército israelí logró liberar a dos argentinos que permanecían como rehenes de Hamás desde el 7 de octubre. Aseguran que en el operativo fueron abatidos más de 100 milicianos.
Por GABRIEL MICHI (*)
Fueron 128 de una espera que se volvió una agonía. Una agonía para las esperanzas de sus familias y sus seres queridos. Pero que llegó a su fin. Cuando ya la fe parecía esfumarse para no volver, la noticia los sorprendió. Y los conmovió. A los que esperaban del otro lado de la frontera. Pero especialmente a ellos, los protagonistas que desde aquel 7 de octubre en que fueron secuestrados permanecían en manos de sus captores de Hamás.
Dos ciudadanos argentinos fueron rescatados en un megaoperativo del Ejército de Israel en la zona de Rafah, al sur de la Franja de Gaza. Son Fernando Marman y Luis Har, que son cuñados entre sí ya que Clara Marman -hermana del primero- es pareja desde hace años del segundo. Ambos, junto con la propia Clara, su hermana Gabriela y su sobrina Mía fueron raptados en aquella jornada negra del 7 de octubre del kibutz Nir Yitzhak, en sur de Israel, y llevados a la Franja de Gaza por los terroristas. Cuando se produjo el intercambio de rehenes en noviembre pasado, Clara, Gabriela y Mía fueron liberadas (junto a otros 110 secuestrados, la mayoría mujeres y niños, entre los que hubo una decena de argentinos). Pero Fernando y Luis no corrieron esa misma suerte y quedaron en manos de Hamás junto con otras 130 personas que aún no fueron devueltas.
La misión de rescate estuvo a cargo de la unidad de comandos Shayetet 13 de la Marina israelí, luego de la información suministrada por la agencia de seguridad Shin Bet que ubicó a los rehenes en un segundo piso de un edificio de Rafah, ciudad sureña de Gaza adonde se trasladaron casi 1,5 millones de palestinos que huyen de los efectos de los bombardeos israelíes que ya han causado casi 30.000 muertos, según las cifras arrojadas por las autoridades locales. Según el ministerio de Salud del movimiento islamista palestino Hamás, que gobierna Gaza, la operación, que incluyó bombardeos en varios puntos de Rafah, dejó “un centenar de muertos”.
En un video difundido por las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) se puede ver el dramático momento del rescate con soldados cubriendo a los rehenes en medio de una feroz balacera. Y se escucha una voz en la radio que señala: “Los rehenes están en nuestras manos. Hay disparos contra la fuerza”. También se observa a columna de soldados israelíes transitando por una calle angosta en medio de los disparos. Otro oficial sostiene por la radio: “La fuerza ha comenzado a moverse en el eje. La fuerza se dirige hacia el exterior”, algo que va acompañado de imágenes muestran un convoy de vehículos blindados de las tropas israelíes circulando por Gaza.
Por otro lado, en otro video se puede observar el momento en que los rehenes argentinos son trasladados en helicóptero por los soldados israelíes que le preguntan cómo se sienten: “Impactado, estoy muy bien. Excelente”, contesta Fernando Marman. Luego el soldado les pregunta si quieren una frazada, y ambos se niegan. “Hace calor en el corazón”, responde Luis Har. Y el militar agrega: “Qué bueno que están con nosotros, es muy emocionante”.
Según la información suministrada por las FDI, sus soldados irrumpieron “con explosivos” en el segundo piso de un edificio donde estaban cautivos los rehenes argentinos, y allí abrieron fuego "contra objetivos cercanos", y los liberaron. “Luego surgieron disparos desde este edificio y los edificios vecinos, seguidos de largos combates, durante los cuales decenas de objetivos de Hamas fueron bombardeados para permitir que los soldados pudieran salir”, declaró la oficina de Netanyahu.
Según las fuentes oficiales, las unidades especiales consiguieron llegar hasta los rehenes, cubrirlos con sus cuerpos como escudo y realizar una extracción dramática bajo fuego cruzado en la zona. Fue allí que los subieron a vehículos blindados y luego subidos al helicóptero que los trasladó a Israel.
Idan Bejerano, yerno Har, contó cómo recibieron la noticia. "Hacia las tres de la madrugada recibimos una llamada de las autoridades israelíes comunicándonos que Fernando y Luis están en nuestras manos, que por favor fuéramos a verlos al hospital. Quedamos conmocionados. No lo esperábamos. Pero nos subimos al auto y vinimos. Nuestros corazones latieron a 200 pulsaciones por minuto, quizá más", narró Bejerano.
"Los vimos (...) hubo muchas lágrimas, abrazos y pocas palabras". Los liberados fueron trasladados en helicóptero al hospital de Sheba, en Ramat Gan, cerca de Tel Aviv, donde llegaron hacia las 3.15 del lunes. Allí se reencontraron con sus familias. Según Bejerano, "Hubo muchas lágrimas, abrazos y pocas palabras (...) Hoy estamos felices, pero todavía no hemos ganado. Este es solamente un paso más para el retorno a casa" de los rehenes que siguen cautivos en Gaza. Es más, Bejerano reiteró el mensaje de otras familias de rehenes, que instan al Gobierno de Israel a que acepte un nuevo acuerdo para una tregua con Hamas que incluya la liberación de más secuestrados, algo que Benjamin Netanyahu resiste y condiconia. "¡Por favor, sean serios! Sean serios sobre un acuerdo. El pueblo israelí necesita un acuerdo (...) lo antes posible", reclamó Bejerano.
Clara Marman, hermana de Fernando y pareja de Luis, agradeció a las FDI por el rescate. Y recordó como fue aquel trágico 7 de octubre en el kibutz. "El día anterior habíamos celebrado el cumple de mi nietita y les dije a todos que no volviesen, que nos quedábamos el fin de semana disfrutando juntos". En la mañana de ese sábado comenzaron a sonar las alarmas, algo a lo que lamentablemente están muy acostumbrados. Entonces todos se refugiaron en la habitación de seguridad, adonde permanecieron por cinco horas hasta que empezaron a sentir cómo se rompían las ventanas y destrozaban la casa, mientras los disparos no cesaban. Finalmente se los terminaron llevando en una camioneta blanca. Durante el cautiverio los mantuvieron a todos juntos en un domicilio (nunca fueron conducidos a los túneles que Hamás mantenía en las distintas ciudades de Gaza.
"Que nos retuvieran juntos fue una de las cosas que más me ayudó", confiesa Clara. Y recuerda: "No saber si se come, si no se come, cuándo se come. No tener noción del tiempo, ni nada para hacer. Es muy difícil esperar un minuto tras otro". Hasta que llegó el 28 de noviembre de 2023 donde las mujeres de la familia fueron intercambiadas como rehenes. Pero Luis y Fernando no corrieron la misma suerte. Ellos quedaron en manos de sus captores, sin que nadie sepa cuál sería su destino. Y temiendo lo peor. Hasta ahora.
(*) Artículo originalmente publicado en mundonews.com.ar. Se reproduce por gentileza de su autor.
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