El dirigente uruguayense traza una línea del comportamiento económico-político en el país y los problemas no resueltos.
Bajo condicionamientos de índole político y social, nuestro país se ha ido comportando de manera cíclica con períodos aproximados de 50 a 60 años en el aspecto económico. La base del problema siempre ha sido la no resolución de cuestiones netamente políticas que inciden sobre el comportamiento de la economía, base para la cuestión social y el desarrollo humano.
Nikolái Kondrátiev fue un economista ruso que elaboró la teoría de los ciclos económicos de largos períodos, los que según él pueden alcanzar hasta 60 años. Se convirtió en el primer y único economista fusilado de la historia mundial cuando Stalin ordenó su fusilamiento porque sus análisis y estudios contradecían la profecía Marxista del fin del capitalismo.
Los ciclos teorizados por Kondrátiev pasan por cuatro estadios de manera cíclica - sinusoidal: el 1°, donde emerge un nuevo actor económico de gran relieve y crecimiento exponencial; el 2°, donde dicho crecimiento lo es en demasía pero normalmente suele estar acompañado de inflación; el 3°, con crecimiento sostenido pero con un fuerte sostenimiento financiero que mayormente genera una “burbuja” de especulación; y el 4°, cuando la “burbuja revienta” y se genera un gran ajuste, endeudamiento, con menor demanda pero más capacidad, deflación y recesión.
Aplicando su teoría a nuestro país, si dividimos en períodos aproximados de 50 a 60 años, el primero de éstos ciclos tendríamos que contabilizarlo desde el año 1880 hasta el año 1930, el segundo desde esa fecha hasta el año 1976 y el tercero de ahí hasta la actualidad. En el medio de cada período, las “altas y bajas” de la economía Argentina fueron dando muestra de un comportamiento cíclico – sinusoidal.
El último ciclo
Si tomamos fenómenos de incidencia a escala internacional, vemos que a inicios y mediados de los ´70, se dio un estallido económico en países de América Latina generados por las crisis de sus deudas externas. Los “petrodólares” adquiridos por estos países fueron utilizados para financiar los déficits públicos y crear “burbujas” de especulación financiera, haciendo uso de los ciclos de inflación - devaluación, en vez de usarlos en el desarrollo de sus economías productivas.
A nivel local en 1976 se produjo en Argentina el último de los golpes de Estado perpetrado por las Fuerzas Armadas y el poder económico liberal. El Proceso de Reorganización Nacional y el gran endeudamiento externo con profundos cambios estructurales en materia económica llevados adelante por el Ministro de Economía José Alfredo Martínez de Hoz, conformaron un modelo basado en la acumulación rentística y financiera, la apertura externa irrestricta, comercial y de capitales, destruyendo así el aparato productivo local con una marcada desindustrialización y un profundo endeudamiento externo.
A mis compañeras y compañeros les quiero recordar que hasta el año 1976 hubo dos grandes modelos de desarrollo: primero el modelo agro exportador y, segundo, la llamada industrialización por sustitución de importaciones. Entonces ¿qué le pasó al peronismo luego de 1983 que no pudo consolidar un modelo consensuado de desarrollo? Fracasamos.
Producto de la derrota militar en la guerra de Malvinas, el gobierno de facto perdió todas las esperanzas de mantenerse en el poder, ante un fuerte reclamo multipartidario volvió la democracia y en 1983 fue electo Presidente el radical Raúl Alfonsín. Lo económico fue nuevamente la clave y el Plan Primavera pareció la solución junto al traslado de la Capital entre otros temas claves. Junto con Don Raúl aparecieron los señores Grinspun, Sourrouille, Pugliese y Rodríguez (Ministros de Economía ellos, no la línea de defensa de un equipo de fútbol), las Cajas PAN e intentos de saqueo.
A partir de 1989 fruto de una crisis económica hiperinflacionaria asumió la Presidencia anticipadamente Carlos Menem. La solución encontrada por su equipo económico fueron las privatizaciones y el endeudamiento para sostener la convertibilidad. El “uno a uno fue la cenicienta”, una fantasía de que un peso podía valer igual a un dólar estadounidense de manera constante en el tiempo, descartando de plano el “salariazo” y la “revolución productiva” que había prometido para que lo sigan pues no iba a defraudar. Con un primer gobierno considerado “exitoso”, su segundo mandato no lo fue tanto.
Después de diez años de “Menemismo” asumió la presidencia Fernando de la Rúa, el descrédito generado por la gestión anterior posibilitó su llegada a la Casa Rosada. Lamentablemente durante su mandato inconcluso se profundizó y desató la crisis más grande de los últimos tiempos. “La crisis de Diciembre de 2001” fue el final de una crónica anunciada no sólo en lo económico sino también en lo político. La historia reciente de los últimos 23 años ya es conocida por todos, de la que cada persona al leer esto tendrá su propia vivencia desde la cuál apreciar la realidad y contexto actual para emitir su opinión personal.
Todo es política
Como todo es política, concluye Perón que “nadie puede solucionar un problema social si antes no soluciona un problema económico, y nadie soluciona un problema económico sin antes solucionar un problema político”, por eso la crisis de representatividad política que nos atraviesa termina siendo un factor clave. Tomemos un poco de filosofía para abordar este tiempo, como nos enseña Marechal cuando expresa que “la política es la hermana menor de la filosofía”, por eso vayamos al filósofo Marshall McLuhan para darnos cuenta que muchas veces pensamos en el futuro, lo que está por venir (ya sea real o como anhelo) pero en base a mirar el pasado reciente, sin tener en cuenta la gran dimensión de un pretérito más global y abarcativo que logre explicarnos un poco mejor todo lo que esta por suceder en el camino por delante, los verdaderos cambios que indefectiblemente se aproximan.
Sana crítica y un nuevo comienzo
Para quienes adjudican la culpa de todos los males al peronismo cuando dicen (sin nombrarlo muchas veces o de manera despectiva) que el problema de los argentinos son los últimos 70 años, pensemos que en 100 años el 35% de esos años gobernó el peronismo, el 30% el radicalismo, un poco más del 20% militares y poco menos de otro 20%, otros partidos, entonces, de alguna manera ¿la Argentina que tenemos es responsabilidad de todos o de algunos?
A mis compañeras y compañeros les quiero recordar que hasta el año 1976 hubo dos grandes modelos de desarrollo: primero el modelo agro exportador y, segundo, la llamada industrialización por sustitución de importaciones. Entonces ¿qué le pasó al peronismo luego de 1983 que no pudo consolidar un modelo consensuado de desarrollo? Fracasamos.
Respecto de lo económico y lo social, no tener resuelto este conflicto de corto plazo ha condicionado indudablemente el resultado de la estabilidad económica de largo plazo, el conflicto constante entre los intereses corporativos y la puja distributiva parece ser el mayor escollo. Ojalá pronto llegue lo que muchos esperamos, el advenimiento de un nuevo comienzo, donde lo económico con lo político dejen de estar en una constante contradicción, porque quien pierde con todo este asunto siempre es la gente.
(*) Concejal 2023-2027. Vicepresidente 1° HCD. Presidente de Bloque Concejales PJ 2023-2027. Secretario de Gobierno Municipalidad de C. del Uruguay 2019-2023. Presidente de Bloque Concejales PJ 2017-2019. Presidente Comisión Hacienda y Presupuesto 2015-2019. Decano del Colegio Mayor Universitario de Santa Fe 2003-2004.-
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