El Miércoles Digital Concepción del Uruguay – Entre Ríos
Dependen de los precios internacionales, pero también es sensible a la realidad local.
Pese a ese panorama “la cooperativa está bien, saneada económicamente, ajustada a los valores del mercado de la miel que son bajos hoy. Ya llevamos dos años y medio a tres que a nivel internacional no ha aumentado, y nosotros además en cada exportación tenemos los descuentos, por ejemplo, para Europa, tenemos medidas arancelarias que nos descuentan el 17%, por eso la mayoría de la exportación va a Estados Unidos”, dijo a El Portal de las Cooperativas, Alcides Parlatto, integrante de Río de los Pájaros Cooperativa Apícola Ltda.
“Ahora se han agregado nuevos problemas, desde hace dos años las mieles claras cotizan mejor que las oscuras, hay hasta el 15 y 20% de diferencia; en Entre Ríos se producen mieles oscuras, por lo tanto es otro perjuicio que tenemos”, lamentó preocupado.
Luego sobre la cuestión del envasado: “El productor compra el tambor, pero al vender la miel el tambor va como envase muerto, o sea que lo pierde, lo mismo le pasa a la cooperativa, o sea, los compran para envasar la miel que va a exportación, pero el exportador te paga valor miel incluido el tambor. Son varios perjuicios, cuando querés acordar no cierran los números”, alertó.
Es importante dejar en claro que los tambores se producen en el país, “el problema es que todo lo que sea metal, hierro, chapa, acompaña al valor del dólar”, explicó.
Luego, insistió sobre los diferentes desfases de nuestra economía doméstica: “Históricamente un kilo de miel equivalía a 4 o 5 kilos de azúcar, cuando escalaba el dólar el azúcar subía con el precio de la miel estancada; un kilo de azúcar llegó a valer dos mil pesos y nosotros estábamos vendiendo la miel a 1800 pesos. El azúcar bajó de precio, se consigue a 600 o 700 pesos, y la miel se mantiene más o menos en ese valor”,diferenció.
Incluso celebró que durante la última semana concretaron la venta de 85 tambores a un exportador, a casi 1500 pesos el kilo a granel.
Por último señaló que tanto la época de sequías como las actuales de abundantes lluvias son perjudiciales para la producción de la miel: “Los extremos son malos”, resumió.
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