En forma conjunta, más de 55 organizaciones socio ambientales se expresaron a través de una carta para rechazar lo expresado por el presidente de la Nación Argentina en su discurso en ocasión de la firma del denominado Pacto de Mayo, en el que instó a los gobiernos provinciales a avanzar en la explotación de los recursos naturales sin contemplar la dimensión ambiental ni las demandas de las comunidades locales y de las organizaciones de la sociedad civil.
Las palabras del presidente y el texto firmado por las autoridades provinciales (punto 7), van a contramano del mandato constitucional, que garantiza a todos los argentinos el derecho a un ambiente sano, equilibrado y apto para el desarrollo humano, y que establece el deber de las autoridades a proveer a la protección de este derecho, a la utilización racional de los recursos naturales, a la preservación del patrimonio natural y cultural y de la diversidad biológica y a la información y educación ambiental.
El presidente manifiesta públicamente que promover el desarrollo de actividades productivas sin ningún tipo de control y de regulación ambiental redundará en la generación de riqueza; premisa ya superada hace más de cincuenta años en todo el mundo debido a los impactos negativos que genera la destrucción de los ecosistemas en la calidad de vida de la población, y a la manera en que obstruye el desarrollo productivo de las naciones. La explotación descontrolada de los recursos naturales genera más pobreza y demanda más recursos del Estado para paliar las crisis sociales y ambientales que ocasiona.
Las afirmaciones del presidente suponen, además, un mundo que ya no existe. La inserción del país en el escenario internacional implica una mayor responsabilidad en términos sociales y ambientales, debido a los requerimientos y obligaciones establecidos en acuerdos bilaterales y en tratados multilaterales y a los requisitos para acceder a membresías de grupos de países. No es posible pensar hoy el desarrollo de un país sin considerar la huella social y ambiental del aprovechamiento de los bienes que éste ofrece al mundo.
El Pacto de Mayo firmado en la Casa Histórica de la Independencia en Tucumán debe marcar un camino en favor de la concordia y la unidad nacional y dejar de lado enemistades innecesarias. Lamentablemente, la mención a las “minorías ruidosas” y la calificación de las organizaciones ambientalistas como adversarios del progreso marca un rumbo equivocado en tal sentido.
Los defensores del ambiente en los territorios juegan un papel clave en la protección del suelo, el agua, la biodiversidad, los bosques nativos, los glaciares, los humedales, los ríos, el mar, las turberas, los acuíferos, las montañas, los paisajes, los valores culturales y la naturaleza. Sin estos ecosistemas, sin ambiente, no hay progreso posible.
De igual forma, las organizaciones ambientales han tenido y tienen un rol preponderante en la creación de nuevos Parques Nacionales, reservas naturales y áreas protegidas, colaborando así en la conservación de nuestro patrimonio natural y cultural. Además, las organizaciones no gubernamentales son componentes legítimos de la sociedad civil en las democracias modernas de todo el mundo.
A 40 años de la recuperación democrática y a 30 años de la última reforma constitucional, Argentina necesita un pacto social y ambiental. Pero no cualquier pacto, sino uno que proponga vivir en armonía con la naturaleza y que nos lleve a un verdadero desarrollo, que contemple a las generaciones presentes y también a las generaciones futuras que heredarán nuestro país y nuestro planeta.
En este marco, reclamamos a las autoridades nacionales y provinciales que se garantice a todos los argentinos su derecho constitucional a un ambiente sano, que se respete y aplique la normativa ambiental vigente, y que se asegure el acceso a la información y la participación ciudadana en materia ambiental.
Suscriben a ese documento
Agencia de Cooperación para el Desarrollo, Ahora qué?, Alianza x el Clima, AsAE, Asociación Ciudadana por los Derechos Humanos, Asociación para la Conservación y el Estudio de la Naturaleza, Asociana, Aves Argentinas, Banco de Bosques, CAUCE (Cultura Ambiental Causa Ecologista), CeDePesca, CeIBA (Centro de Investigación del Bosque Atlántico), CEPPAS (Centro de Políticas Públicas para el Socialismo), Circulo de Políticas Ambientales, Comunidad Verde, Conciencia Solidaria, Consciente Colectivo, Ecohouse. FARN (Fundación Ambiente y Recursos Naturales), FSAC, Fundación Ambiente y Medio, Fundación Avina, Fundación Biodiversidad Argentina, Fundación Cambio Democrático, Fundación Hábitat y Desarrollo, Fundación Mil Aves – Córdoba, Fundación Patagonia Natural, Fundación Protestante Hora de Obrar, Fundación Somuncura, Fundación Yuchan, Fundeps, Futuro, IIED-AL (Instituto Internacional de Medio Ambiente y Desarrollo IIED-América Latina), Instituto de Conservación de Ballenas, Isla Verde – Sembrando conciencia, Jóvenes por el Clima, Laudato Si – Ecología integral, Los Verdes, Natura Argentina, PEM (Por El Mar), Plurales, Proyectar ONG, Proyecto Quimilero, Red Agroforestal Chaco Argentina, Red de Mujeres en diálogo ambiental, RUCC, SAREM, Somos Red – agroecología y cooperación, Surfrider – Foundation Argentina, Sustentabilidad Sin Fronteras, UICN – Comité Nacional Argentina, Unidos por Nuestras Acequias, Viento Sur – Zapala, WCS Argentina, Wetlands International
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