El Miércoles Digital Concepción del Uruguay – Entre Ríos
En el siguiente texto, el docente Víctor Hutt apunta contra las autoridades de la Uader, tras el desplazamiento del rector Ramóm Cieri de la conducción del Colegio Justo José de Urquiza. "Lo que se hizo está totalmente alejado de lo que indican los procedimientos educativos, se desplazó al Rector y se trajo desde afuera a una persona que no tiene las capacidades para el cargo demostradas por un concurso que lo acredite", dice entre otros puntos.
Por VÍCTOR HUTT (*)
El Colegio del Uruguay ha sido, desde la creación de Uader, un botín político en el que se han visto todo tipo de acciones políticas de disputa de poderes que han estado muy lejos del rol educativo que el Histórico desempeña.
Desde sus comienzos de Uader en el año 2000 el Colegio fue incluido en Uader para dar prestigio a una Universidad que surgía con muchas dudas, es decir, nunca se pensó en fundamentos educativos, sólo especulaciones políticas para las que se utilizó al Colegio.
El transcurrir del Colegio fue siempre navegando en el medio de jugadas políticas que nada tuvieron que ver con los fundamentos educativos que debieron primar.
Fue así que el Colegio perteneció a la Facultad de Gestión, luego al Rectorado y finalmente a Ciencia y Tecnología, en todos los momentos se sostuvo la defensa de su fin educativo gracias a la resistencia del personal docente, que defendió con uñas y dientes el interés educativo ante cada uno de los embates políticos provenientes desde distintos sectores de la Universidad e incluso de actores ajenos a la Universidad.
Gracias a esa convicción de los y las docentes es que se logró sostener el perfil pedagógico del Colegio, el sistema de concursos y mucho más que se intentó destruir desde lugares de poder que ni siquiera conocíamos, pero intentaban deformar el sentido histórico del Colegio del Uruguay.
En estos días estamos viviendo un nuevo capítulo de esa historia que ha sido nefasta desde la inclusión del Colegio en Uader. El sistema administrativo de Uader es extremadamente burocrático y atrasado en cuanto a su implementación tecnológica, eso hace que en todo el ámbito de Uader sea muy difícil y se tarde mucho en que un docente pueda cobrar su sueldo rápidamente al momento de acceder a un cargo, para el Colegio es más difícil ese trámite porque la carreta administrativa debe atravesar mayor cantidad de estaciones, y a este problema se lo venimos reclamando a las autoridades universitarias desde hace muchos años, mucho antes de que las actuales autoridades del Colegio se hicieran cargo, es decir, el problema existe antes de la gestión del rector Ramón Cieri.
Hoy no conozco las irregularidades de las que hablan los responsables de la intervención, porque nunca nos fue sencillo conocer los motivos de los problemas, porque aunque parezca una contradicción en un ámbito universitario, siempre hemos sufrido un oscurantismo en esos temas en la Uader, pero estoy seguro que si hay problemas, son responsabilidad de las autoridades de la Universidad, más allá de lo que pueda suceder al interior del Colegio, si hay que sancionar a los responsables, las sanciones deberían repartirse en toda la cadena de gestión de la Uader, y lo que se ha hecho es sencillamente un acto de demagogia para producir efectos mediáticos cortando el hilo por lo más fino, si verdaderamente se intentara solucionar el problema se debería observar todo el sistema.
Lo que se termina concretando es una acción política de intervención nunca antes visto en un Colegio Secundario, se ha quitado del lugar de conducción de toda la vida política del Colegio del Uruguay, por una incapacidad administrativa de la Uader se ha procedido a sacar del lugar a la persona que conduce pedagógicamente al Colegio, que conduce la convivencia escolar, y que se ha ganado ese lugar luego de haber participado de un concurso para el cargo.
Mientras se analiza el problema administrativo que se debió resolver mucho antes y en otros ámbitos para facilitar el proceso, se ha designado en forma directa a otra persona que no es parte de la vida institucional del Colegio, que no ha demostrado sus capacidades para conducir un Colegio de Nivel Secundario, que no ha demostrado sus capacidades de conducción pedagógica.
Por una decisión política de las autoridades de la Facultad de Ciencia y Tecnología se ha dejado a miles de estudiantes sin una conducción educativa decidida por concurso, desde una Facultad donde los concursos son el agujero negro, así lo hemos denunciado siempre y ha sido la disputa con los docentes del Colegio, quienes hemos sostenido como principio la transparencia en las designaciones por concurso.
No se ha cuidado al Colegio en esta decisión, si se corre por algún motivo al Rector, ese corrimiento debe estar fundado con anticipación, no se lo puede correr sencillamente para investigar y si hay falencias, primero se tienen que intentar solucionar con las autoridades que accedieron por concurso, de todas formas, se deben seguir las responsabilidades jerárquicas, si el Colegio se queda sin Rector, en lo inmediato se debe designar en su lugar a un Vice Rector o Vice Rectora, porque son ellos los docentes que han accedido a esos cargos por concurso y el paso siguiente es convocar a concurso para la cobertura del cargo.
Lo que se hizo está totalmente alejado de lo que indican los procedimientos educativos, se desplazó al Rector y se trajo desde afuera a una persona que no tiene las capacidades para el cargo demostradas por un concurso que lo acredite.
Nuevamente la historia convoca a los y las docentes a defender al Histórico de las garras de la Universidad.
A la Universidad nunca le interesó la Educación Secundaria y el Colegio ha sufrido su inclusión política en ese lugar, la solución sigue siendo la que oportunamente hemos planteado los y las docentes, la vuelta del Colegio del Uruguay a su lugar natural, que es el Consejo General de Educación, para encaminarnos a pensar únicamente con fundamentos educativos y dejar de lado las especulaciones políticas que hemos sufrido en nuestra historia de pertenencia a la Uader.
(*) Víctor Hutt, docente y delegado gremial del Colegio del Uruguay, desde antes del traspaso a Uader, hoy en licencia por cargo de Supervisor Zonal en CGE.
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