El Miércoles Digital Concepción del Uruguay – Entre Ríos
El proyecto de reforma política conserva para el Poder Ejecutivo la facultad de decidir si Entre Ríos elige gobernador el mismo día que se vota presidente o en una elección separada. Si decide convocar a elecciones provinciales, el proyecto fija una fecha. Hasta aquí, todo exactamente igual a lo que dice hoy la ley. ¿Qué es entonces lo que cambia?
Por PABLO BIZAI de PÁGINA POLÍTICA
En el mensaje con el que el Poder Ejecutivo provincial presenta ante la Legislatura el proyecto de nuevo código electoral para Entre Ríos se afirma que se busca “dar certezas respecto de las fechas de realización de las elecciones”.
La provincia reconoce la facultad al Poder Ejecutivo, o en su defecto, a la Asamblea Legislativa, de convocar a elecciones “pudiendo ser estas concurrentes o desdobladas de los comicios nacionales”.
Aquí hay un cambio. La figura de la concurrencia permite que en el caso de que se vote gobernador junto con presidente de la nación, cada orden (nación y provincia) vote con su sistema electoral, a fin de evitar interferencias de la nación sobre el proceso provincial.
En concreto, se estaría impidiendo cualquier posibilidad de arrastre del candidato a presidente sobre el candidato a gobernador. Incluso si la Cámara de Diputados de la nación modificara el proyecto que votó recientemente el Senado y permitiese en su BUP el voto por lista completa. Esa lista completa llegaría sólo hasta diputados y, cuando corresponda, senadores nacionales.
Para los casos en que las elecciones se realicen de manera separada y, “a los fines organizativos de las agrupaciones políticas y de la logística electoral por parte de las autoridades judiciales electorales”, el proyecto propone una “fecha cierta” para evitar “discrecionalidades” y dar “certidumbre” al proceso electoral.
Sin embargo, eso no cambia nada respecto a la actual legislación. Porque esa “fecha cierta” ya existía en las dos últimas elecciones de gobernador y porque, a futuro, esa fecha se puede modificar.
El propio mensaje del Ejecutivo a la Legislatura recuerda, entre los antecedentes de reforma electoral en Entre Ríos a “las leyes N° 10.615/2018 y N° 11.040/2022 que modificaron el calendario”.
Reforma de 2018
A mitad de 2018, una vez que se cayó el proyecto de código electoral que impulsaba Gustavo Bordet, el gobernador peronista se vio obligado a instrumentar una reforma que al menos le devuelva la facultad de desdoblar, que había perdido por un cambio introducido por su antecesor, Sergio Urribarri.
Para esa mini reforma electoral, el peronismo había avanzado con un anteproyecto motorizado por el entonces diputado José Allende que le permitía a Bordet llamar a elecciones entre abril y noviembre de 2019. Pero, para lograr el apoyo opositor, el mandatario peronista acordó otro proyecto con los diputados de Cambiemos donde se fijó una “fecha cierta” para el caso de un desdoblamiento electoral: el 9 de junio. El proyecto se aprobó y esa fue la fecha en la que finalmente se votó en 2019, porque Bordet hizo uso de su facultad de desdoblar.
Los diputados de Cambiemos, que inicialmente se habían opuesto al desdoblamiento, buscaron explicar su marcha atrás con elegancia. Ya que el peronismo tenía los votos –dijeron– decidieron poner algunas condiciones para su acompañamiento. Limitaron la discrecionalidad de Bordet (que en el proyecto peronista podía optar entre abril y noviembre) fijando el 9 de junio. Llegaron a comparar la situación con el Pacto de Olivos que firmó Raúl Alfonsín con Carlos Menem cuando advirtió que de cualquier modo el peronismo iba a reformar la Constitución Nacional en 1994.
Reforma de 2022
En diciembre de 2022, hubo otro cambio en la fecha de votación consensuado entre Bordet y los diputados de Juntos por el Cambio, autorizado -naturalmente- por el entonces postulante a la gobernación Rogelio Frigerio. Se llevó la fecha del 9 de junio al 24 de septiembre. Se corrió el calendario tres meses y medio para adelante.
Con ese cambio, la elección provincial quedaba a sólo 28 días de las elecciones nacionales del 22 de octubre. Ningún legislador reparó en ese momento (diciembre de 2022) que esa proximidad de fechas sería un problema: haría virtualmente imposible realizar una elección provincial en forma separada, porque Entre Ríos carece de las instituciones y los recursos logísticos y humanos para hacer elecciones por cuenta propia, sin el auxilio de la Justicia Federal. Las dos veces que se desdobló desde 1983 -en 2007 y en 2019- fue con esa asistencia.
Esa evidencia recién ganó la discusión pública cuando una nota de Página Política reveló -en marzo de 2023- los reparos que se ponían en la Secretaria Electoral y virtualmente anticipó que no habría desdoblamiento:
Todavía faltaba más de un mes para que se cumpliera el plazo que tenía Bordet para convocar a elecciones. Si no lo hacía para el 27 de abril habría, de hecho, simultaneidad electoral. Frigerio, que esperaba que Bordet desdoblara (como la inmensa mayoría de las provincias peronistas que buscaban despegarse del fallido gobierno nacional) tuvo que rever, a fines de abril, toda su estrategia electoral para votar ahora junto con presidente de la nación.
Se trató de una especulación de Bordet que perjudicó muchísimo a Juntos por Entre Ríos, porque permitió que Milei arrastrara a su candidato a gobernador y le restara votos a Frigerio.
¿Fecha definitiva?
Que el proyecto fije una “fecha cierta” no es una novedad. Ya había pasado antes, en 2018 y en 2022, cuando se cambió la fecha para las elecciones de 2019 y 2023, respectivamente. Aunque sólo se usó en 2019.
Para que una fecha sea efectivamente inamovible debería fijarse en una reforma de la Constitución Provincial. O, al menos, hacer más difícil un cambio, por ejemplo si una convención reformadora de la carta magna provincial estableciera que el código electoral requiere para su modificación alguna mayoría agravada, como ocurre en el orden nacional.
Sin reforma constitucional de por medio, la fecha de las elecciones provinciales se podrá modificar por simple mayoría de la legislatura en cualquier momento, como ya pasó en 2018 y 2022.
Según el proyecto en discusión en la Cámara de Diputados, Frigerio mantendría para 2027 la posibilidad de especular hasta 110 días antes de la fecha de elecciones. Ese es el plazo que tiene para convocar a elecciones provinciales. Es decir que si las elecciones fueran el cuarto domingo de junio de 2027 –como propone el proyecto– Frigerio podría esperar hasta el 9 de marzo de 2027 para convocar. Es decir que recién en esa fecha el conjunto de los entrerrianos se enteraría cuándo se vota gobernador: si en junio o en octubre, junto con presidente. También, claro está, el Gobernador podría convocar antes o simplemente decirlo con mucha anticipación, para brindar “certezas” que alejen “especulaciones”. Pero no estaría obligado por ley.
Porque si bien ya no habrá arrastre entre cargos nacionales y provinciales como los que se producían con la boleta sábana (Frigerio en particular lo sufrió en 2023 con Milie levantando al candidato a gobernador, Sebastián Etchevehere), realizar la elección provincial el mismo día que una nacional supone una nacionalización de todo el proceso electoral. Las campañas serían simultáneas y, como es habitual, el debate nacional dominaría sobre el provincial.
El margen y la naturaleza de la especulación es otra, pero no desaparece, como ocurriría si el nuevo código electoral definiera que Entre Ríos hace sus elecciones sólo de manera separada de la nación, sin posibilidad de adherir al régimen de simultaneidad de elecciones. Sería una manera de separar un proceso del otro, sin una reforma constitucional mediante. Para eso habría que fortalecer las herramientas institucionales y logísticas que permitan a la provincia independizarse de la Justicia Electoral Nacional.
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