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GIMNASIA Y EL FEDERAL A

Otra vez la culpa es de los gurises

Aunque parezca que este 7 de octubre el sueño terminó para Gimnasia, la familia Díaz, la de Temperley, la del Lobo no cree en eso, sigue pensando en un futuro mejor para el Club. Hace 20 años una nota de EL MIÉRCOLES culpaba a aquellos chicos que pusieron cuerpo y pasión, a pesar del descenso de renovar la ilusión. Los gurises de hoy, surgidos de sus inferiores como aquellos, renuevan la esperanza de un club que les debe su permanencia en el Federal A. Para ellos es este mensaje de sus hinchas agradecidos.

Por DANIEL y FLORENCIA DÍAZ (Especial para EL MIÉRCOLES)

Foto de portada: Gentileza de ALBERTO PLOMADA BONVÍN (DEPORTE DIGITAL)

¿Otra vez la culpa es de los gurises?

¿Será que otra vez la culpa es de los gurises, como hace 20 años? Como aquel 30 de mayo de 2004 cuando los gurises le ganaron a Ferro e ilusionaban al pueblo mensana con la permanencia en la mayor categoría del ascenso, ¿serán estos que salieron a la cancha 20 años después en el estadio de Douglas Haig en Pergamino, los que ahora nos ilusionan otra vez (o tal vez ya lo hicieron) con estar peleando por el ascenso?

Aquel 5 de junio donde se decretaba el descenso de Gimnasia al torneo Argentino A salieron a la cancha 16 gurises del club. Ese equipo conformado por: Matías Atún, Marcelo Benegas, Cristian Cergneux, Exequiel Fiorotto, Ángel Gómez, Luciano González, Leonardo Heis, Jonathan Jacquet, Iván Pendino, Jesús Ríos, Federico Rodríguez, Diego A. Rougier, Diego G. Rougier, Nicolás Torres, Raúl Umpierrez, Iván Valente; y dirigidos por la dupla Sebastián Brissolesi y Gustavo Jambrina.

"....hicieron lo que se debería haber hecho, tener en cuenta a los jugadores del club"

Y una vez más nos encontramos en la misma posición jugando hace unos días cuando el estadio de Douglas era el escenario de semejante hazaña de 20 pibes que se tuvieron que hacer cargo de dejar a Gimnasia en la tercera categoría del fútbol argentino. Muchos de los cuales, un año antes se habían coronado campeones de la Supercopa de Entre Ríos 2022-23 dirigidos por Pablo Ballay, ellos son: Damián Baltoré, Ignacio Bargas, Jonathan Benítez, Santiago Colombo, Nicolás Germanier, Ariel González, Iván González, Nicolás Maidana, Eduardo Rothermel, Francisco Borda, Nicolás Suarez. Se suman Francisco Leonetti, Leonel López, Enzo Márquez, Lautaro Viale, Agustín García, Jairo Díaz, Gianluca Albano, Aramis Serafini, Sebastián Acuña, Johan Laureiro Matías Medina, Facundo Romero, Daniel Meza, Gabriel Garzón, Sebastián Malimberni, Lautaro Dening.

Cuando el Lobo le ganó a Ferro y soñaba con seguir en la B Nacional en el 2004.(Archivo de Jorge Villanova).

Gimnasia parecía perdido y en la puerta de salida del Federal cuando un técnico y sus jugadores llegaron para afrontar la nueva temporada. Los resultados no fueron los esperados por lo que se tuvo que volver a lo de siempre.

Los dirigentes y colaboradores a poner el lomo y seguir luchando. Fue cuando Luis Pilo Tonelotto, con ayuda de su cuerpo técnico: ayudante técnico Ángel Gómez -sí, el mismo que salió a la cancha en aquel 2004-, preparador físico Nicolás Silvestre, entrenador de arqueros Martin Góngora y Kuki Kloster, kineseólogo Goyo Echeverry y utilero Roque Bidón Rodríguez, hicieron lo que se debería haber hecho, tener en cuenta a los jugadores del club.

Como decía una bandera que acompaño a Gimnasia por todo el país, “Crece desde el pie”, y así fue cada partido, paso a paso. Los comienzos no fueron fáciles, los nervios estuvieron presentes, muchos daban sus primeros pasos en el profesionalismo. Pero ello no impidió que se sigan superando partido a partido.

Muchos lo daban por muerto en aquel partido que no fue con Douglas ese día en el Estadio Núñez. Pero eso los hizo más fuertes todavía y tal es así que salieron a ganar y lo lograron en el Delio Cardozo de Pronunciamiento a la semana siguiente.

Llego la última fecha y se ganó pero los otros resultados no se dieron a nuestro favor y otra vez un desempate, como hacia tan solo un año lo habíamos jugado en Las Parejas. Cosas que pasan en el futbol argentino. Pero esta vez el escenario iba a ser otro, el “Miguel Morales” de Pergamino.

Hasta allí llegaron 400 hinchas para alentar al equipo e ilusionarnos con la permanencia, como ya lo veníamos sintiendo varios partidos atrás. Sólo 38 segundos del pitazo inicial hicieron sentir que esa ilusión fuese aun mayor y llegue hacerse realidad. Y así ocurrió, con la sentencia final del segundo gol, con “ayuda” del viento. Sí, el viento -ese viento que todo empuja, - esta vez jugó a nuestro favor. Esto permitió que se juegue la segunda etapa de la reválida, un premio extra pero que se lo habían ganado en los partidos previos.

Y seguiremos soñando con nuestros jugadores.

Simplemente GRACIAS.

¡Temperley es del Lobo!

 

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