El ex gobernador Sergio Urribarri sigue haciendo uso y abuso de sus privilegios en el poder político del oficialismo. Poco después de mediados de diciembre, firmó una resolución por lo cual se asignó un total de 19 hombres de la Policía de Entre Ríos para su custodia personal como presidente de la Cámara de Diputados.
Por D. E. de ANÁLISIS DIGITAL
Es decir, se trajo de la Gobernación los 17 custodios que tenía, más los dos que ya tenía el anterior titular de la Cámara Baja entrerriana, Angel José Allende. No conforme con ello, también se trajo del Poder Ejecutivo un total de seis vehículos oficiales para sumar a la flota que disponía su antecesor. El jefe de la custodia de Urribarri sigue siendo el comisario Jorge Faust, compañero de “canto” además del ex gobernador, en cuanta fiesta lo requiera. Tiene ahora más custodia que el propio gobernador, Gustavo Bordet (dispone de 12 hombres) y más vehículos oficiales que el propio mandatario. Urribarri optó por ampliar su custodia horas después de conocerse la nota de la revista Análisis sobre el crecimiento patrimonial, tanto de él como de algunos de sus familiares directos, lo que derivó en la apertura de una causa penal.
Sergio Daniel Urribarri tiene un séquito de custodios que lo debe envidiar el propio Presidente Mauricio Macri. Casi el mismo día en que se conoció la publicación de Análisis sobre el crecimiento patrimonial del ex gobernador, de su hijo Mauro y de su cuñado Juan Pablo Aguilera -lo que derivó en una causa penal que se tramita en la justicia entrerriana-, firmó una resolución por la cual dispuso que los 17 integrantes de la Custodia Gubernamental, dependiente de la Policía de Entre Ríos, que tenía hasta el 11 de diciembre, pasaran en su totalidad al equipo de seguridad de la Presidencia de la Cámara de Diputados de la provincia. Hasta ese momento, el entonces titular del cuerpo, el diputado provincial José Allende (PJ-Nogoyá) disponía solamente de dos custodios.
De esta manera, Urribarri cuenta con un total de 19 hombres de la fuerza policial, que lidera el comisario general Jorge Faust -junto a su hermano Fabián-, conocido además por ser la voz cantante junto al ex gobernador en diversos encuentros políticos, donde el concordiense termina interpretando algunas canciones que lo hicieron famoso, como la desentonada Puerto Montt, que alguna vez fuera un particular éxito del grupo Los Irancundos.
Los movimientos del ex mandatario generaron varios problemas. Por un lado, la conducción de la fuerza de seguridad tuvo que rearmar en su totalidad la Custodia gubernamental del gobernador Gustavo Bordet y a su vez, la situación le generó obvios problemas presupuestarios al Estado, en particular en Diputados, puesto que la mayoría de los policías son utilizados, por lo general, como choferes de la Cámara Baja, para diferentes viajes de allegados a Urribarri, que a veces no tienen demasiada explicación, pero generan gastos de viáticos diarios. Pero no fue solamente eso: Urribarri también se llevó los seis vehículos oficiales que tenía en la Gobernación y hubo que reponer la totalidad de los autos, pese a que eran todos modelos 2015. Obviamente, cada uno de sus decisiones tuvieron que contar con un decreto firmado por Bordet, como así también por su hijo Mauro, ministro de Gobierno, de quien depende absolutamente la Policía de Entre Ríos.
De esta manera, Bordet tiene solamente 12 hombres en la renovada Custodia Gubernamental (7 menos que Urribarri), mientras que el vicegobernador Adán Bahl cuenta con 8 policías. A su vez, el propio gobernador, que tiene un ritmo oficial mucho más ajetreado que el ex gobernador, dispone de no más de 3 vehículos oficiales. Hay que reconocer que el actual ministro Mauro Urribarri, no solicitó custodia alguna ni para sus traslados ni para su departamento en Alameda de la Federación.
Claro que el esquema de seguridad en torno al ex gobernador cuenta con más hombres. Su vivienda familiar en Concordia cuenta con 2 policías por día y algo similar requiere la casa que Urribarri dispone en Paraná, monitoreada por gente cercana al ahora comisario retirado Luis Héctor Almada, ex convicto condenado tanto en Misiones como en Paraná, por diversos delitos cometidos en la década del ’90 y principios del 2000, que es familiar directo de la esposa del ex gobernador. No obstante, dispondría que gente de seguridad privada -abonada por el Estado provincial- en la fastuosa casa del Lago, en Salto Grande, que en diciembre último se viera afectada por las inundaciones en la zona de Concordia.
Las extremas medidas de seguridad dispuestas por el ex gobernador generaron cierto malestar y preocupación en algunos ámbitos políticos (aunque nadie de la oposición advirtió nada públicamente), porque se desconoce si ha recibido amenazas que puedan derivar en un atentado contra su vida o la de su familia; si puede existir algún intento de secuestro, de vendetta del narcotráfico, de embestida explosiva con algunas de sus propiedades o bien un saqueo comando de sus bienes. O si cree que alguien se puede tomar revancha sobre su figura, ya sea en ámbitos privados o públicos, por alguna decisión que lo pueda haber afectado. Se desconoce todo absolutamente.
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