Este viernes 15 de abril falleció Herminio Enrique Ludi, cooperativista y escritor entrerriano. En 1962 fue electo intendente de la ciudad de Viale pero no asumió debido al golpe militar que derrocó al Presidente Arturo Frondizi. Sin embargo fue diputado provincial y concejal municipal por la UCR. A modo de homenaje, El Miércoles Digital reproduce fragmentos de una entrevista periodística donde recordó sus inicios en el cooperativismo y la creación Caja de Créditos de Viale y Paraná.
Por Ricardo Bazán especial para EL MIÉRCOLES DIGITAL
La nota fue realizada en el año 2006 en FM Cambalache en el programa radial “Entre Todos” que resalta la promoción y educación cooperativa, conducido por Ricardo Cesar Bazán y Julio Argentino Maidana. En esa entrevista el veterano dirigente rememoraba sus comienzos en el cooperativismo, con anécdotas de todo tipo y el fenómeno que implicó la Caja de Créditos en Viale y Paraná.
-¿De dónde es oriundo?
Soy oriundo de Paso de la Arena, en el Departamento Paraná Campaña, Distrito Tala, ahí nací el 24 de agosto de 1925, crecí y estuve hasta los 9 años más o menos hasta que mis padres y mis hermanos nos trasladamos hasta Colonia Crespo.
- ¿Quiénes eran sus padres?
Mis padres son, digo son aunque están fallecidos, porque siguen siéndolo, Enrique Edmundo Ludi y Margarita Carleti, ellos se afincaron allá en Paso de la Arena, mi padre trabajó en la colonia. Hace poco escribí y publiqué la historia de mis padres desde que se casaron, o (incluso) desde 6 meses antes, cuando mi padre se instaló en esa zona para trabajar la tierra que le arrendaba a unos estancieros que tenían mucho campo. Escribí la historia de ellos, reitero, desde entonces hasta que fallecieron.
-¿Cómo es que Herminio Ludi se acerca o conoce el cooperativismo?
Desde muy joven, yo tenía 12- 13 años cuando mi padre junto a otros pioneros del movimiento solidario crearon una cooperativa también en Paraná Campaña, en la zona de Colonia Nueva, pero también abarcaba otras colonias: Colonia Cerina, Colonia Argentina, La Picada, Espinillo, Colonia Rivadavia, Villa Urquiza, esa cooperativa se llamó “Cooperativa Cremera Colonos Unidos” para defender los derechos de los productores de esa rama, es decir de la rama láctea, productores de leche. Se concentraban allí muchos litros de leche por día, era una caravana de carros que llegaban con los respectivos tambores de 50 litros repletos de leche, que se enfriaban en esa cooperativa que se había creado para la defensa de los productores de la zona.
- ¿En qué año funcionó esa cooperativa?
Debe haber sido alrededor del año 1940. Le dediqué un poema, de los primeros que escribí fue dedicado a esa cooperativa y lo hice en su defensa, porque como siempre había ya por entonces sectores conservadores que la atacaban, que no querían la cooperativa, y no se asociaron a la cooperativa, hasta que después de algún tiempo se convencieron que iba a defender sus intereses e ingresaron a la entidad. Escribí eso y algunas otras cosas, siempre (lo) dije en defensa del cooperativismo. Allí fue que mamé desde muy joven el ideario de la cooperación, siempre digo que un poco se nace, como el poeta, al poeta no lo hacen, el poeta nace, y seguramente que al cooperativista le pasa lo mismo.
-¿A qué cooperativistas destacados recuerda?
Siempre destaco a un cooperativista del Instituto Movilizador de Fondos Cooperativos fallecido no hace muchos meses, Floreal Gorini, que también fue dirigente político del Partido Comunista y fue diputado nacional por ese partido, a él lo recuerdo porque tenía una filosofía que en realidad convencía a la gente no solamente del cooperativismo sino de todo el pensamiento progresista que el albergaba en sí, pero por supuesto que también lo conozco a Héctor Polino, hombre del socialismo, tengo una gran amistad con Juan Carlos Lucio Godoy, (...) no podría dejar de nombrar tampoco a don José Echeverría, que fue fundador de la cooperativa en donde ahora estamos protegidos (Coop. VICOER); Jacobo Lachs que fue igualmente que Gorini, presidente del Instituto Movilizador de Fondos Cooperativos, Nelson Garibaldi, (...).
-¿Qué recuerda de las Cajas de Crédito?
Con otros hombres fundamos en Viale la gran “Caja de Crédito Viale Coop. Ltda”, pero sería injusto sino destacamos lo que la fue la Caja de Crédito Paraná, la Caja de Crédito Cooperativa más destacada de la provincia, no obstante que Concepción del Uruguay también tuvo una gran cooperativa de esa rama, recuerdo a Miguel Brustein, Samuel Salman, Osvaldo Gasparin y algunas otras personas que fueron el nervio importante para que el cooperativismo de crédito se proyectara en la Provincia. Y volviendo a mi ciudad quiero decir de algunos inconvenientes que tuvimos casi en los preliminares, logramos salir adelante y crecimos en una forma espectacular (...). La Caja de Crédito Viale llegó a tener más socios que los habitantes que tenía la localidad; convergieron personas de Crespo, de Seguí, de Tabosi, de Sosa, de María Grande y de todo el contorno: Crucesita Séptima, Crucesita Octava, Tercera, María Grande primera, María Grande Segunda, de aquí mismo de Paraná. Había gente que dada la amistad que tenían conmigo fundamentalmente iban para allá para que lo atendiéramos, el crédito era tan ágil y las condiciones (que) tenía a favor de los asociados (hizo) que creciera de esa forma.
-¿En qué año se fundó esta Caja de Crédito de Viale y la Caja de Paraná?
Bueno tuvimos un año de diferencia, la Caja de Crédito Paraná fue fundada en el año 1964, y Viale se fundó en el año 1965. Un primo hermano mío, Hermelio Ludi, también cooperativista le sugirió a Gasparin y a otros amigos de la Paraná hablar conmigo en Viale para que promoviéramos allí la Caja de Crédito, así que siempre recuerdo que ese primo mío, Hermelio, y Osvaldo Gasparin me hablaron que tuvieran a bien hacer una reunión para promover una Caja de esa naturaleza en Viale. Así fue que hicimos en ese año 64 la primera reunión a la que concurrieron 16 personas invitadas boca a boca. Se constituyó la comisión promotora y ahí entramos a trabajar de inmediato, salimos a suscribir asociados y logramos un éxito estupendo, era extraordinaria la voluntad de la gente sin saber lo que iba pasar (...). Recuerdo una anécdota desgraciada que tuve, fuimos con mi amigo Fontana a ver a un señor y nos dijo que no, “no porque a ese dinero que ustedes están sacando ahora lo vas a tener que devolver vos Herminio, porque yo te conozco y se de tu honestidad” explicó; le dije “bueno si vos no confías o confías solamente en mi mal harías con asociarte”, y nos fuimos, pasan tal vez 6 meses con la Caja funcionando cuando ese mismo señor, que era un escribano nada menos, fue a la Caja no solamente a hacer operaciones bancarias (ya que éramos una cooperativa de créditos) sino también a requerir algún trabajo de su especialidad en la cooperativa.
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