Tras un acuerdo en juicio abreviado, dos ciudadanos de Concepción del Uruguay aceptaron la responsabilidad en el transporte para la comercialización al menudeo de marihuana. Se trata de Julio César Cabrera, y Guillermo Ramón Valdez. El primero recibió una pena de 4 años de prisión domiciliaria; y el segundo aceptó un castigo 4 años y medio de reclusión en su vivienda. Según se probó en la investigación judicial, Valdez instigó a Cabrera a viajar a Gualeguaychú para adquirir unos 3 kilos de estupefacientes. La droga sería vendida luego, al menudeo. Así consta en las escuchas telefónicas, que permitieron -a agentes de la fuerza de seguridad- sorprender a Cabrera trasladando los estupefacientes en un auto.
La audiencia de juicio abreviado en el Tribunal Oral Federal (TOF) de Paraná fue este martes, pasada la media mañana, cuando los dos imputados aceptaron la responsabilidad de los delitos por los que llegaron a juicio oral y fueron condenados, publicó Análisis Digital.
El juicio abreviado es una institución que permite a los procesados reconocer los delitos que se le imputan, a cambio de un beneficio en la pena establecida. En este caso particular, ambos ciudadanos de Concepción del Uruguay recibieron penas de prisión pero las cumplen en sus domicilios.
Uno de ellos, Valdez, cumplió un año en la cárcel, donde hizo el primer año de la escuela secundaria. El hombre de unos 40 años tiene hijos pequeños: una niña de 2 años y un niño de 4. La madre de los menores está en la cárcel, cumpliendo una pena por homicidio. Valdez contó frente a la vocal Lilia Carnero que actualmente, se sustenta por la actividad de dos camiones volcadores de su propiedad.
“Tiene que cuidar muy bien a sus hijos, tratar de procurarles asistencia psicológica, porque si no es así, quedarán a la guarda del Copnaf -Consejo Provincial del Niño, el Adolescente y la Familia-”, le advirtió la jueza.
Al hombre se le imputados dos hechos en concurso real: la instigación a Cabrera para que viaje a buscar la droga y la tenencia de 9 gramos de cocaína en su domicilio.
Frente a la vocal del TOF, el imputado pidió que lo dejen trabajar. Desde el Tribunal le respondieron que le harían el cómputo correspondiente por la pena ya cumplida y lo instaron a que presente los documentos necesarios para establecer un horario y días de salidas al trabajo.
En cuanto a Cabrera, llegó procesado por levar entre sus piernas, escondidos, los 3 kilos de marihuana. El hombre de unos 30 años viajaba en un auto Fiat con sus padres, quienes fueron desvinculados del delito. Por las escuchas telefónicas, los investigadores probaron que Valdez había mandado a Cabrera a buscar la droga a Gualeguaychú.
Hasta ayer, Cabrera estuvo en libertad y desde hoy comienza a cumplir la condena domiciliaria. El hombre tiene una hija de 7 años y hasta acá, se sustentó siendo oficial de albañil.
Esta nota es posible gracias al aporte de nuestros lectoresSumate a la comunidad El Miércoles mediante un aporte económico mensual para que podamos seguir haciendo periodismo libre, cooperativo, sin condicionantes y autogestivo. |