Los juegos transcurren en la capital carioca en medio de fuertes medidas de seguridad y de la admiración deportiva de los espectadores por los logros deportivos de los diferentes atletas.
Por MAURO GOLDMAN (desde Río de Janeiro). De la Redacción del semanario 20Once.
A diferencia de un campeonato de fútbol aquí todos los países son representados, inclusive una cantidad mayor que los estados integrantes de ONU. La seguridad ha respondido, salvando el caso de los deportistas israelíes en Münich 72, no se registran mayores inconvenientes de esta índole en la historia olímpica. En Atlanta 96, más precisamente el 27 de julio de 1996, cuando dicha ciudad era anfitriona allí la explosión de una bomba en el Parque Olímpico del Centenario causó la muerte de un espectador, e indirectamente la de un camarógrafo turco que sufrió un infarto.
La gran pregunta que uno se hace es ¿qué pasará con las infraestructuras realizadas para estos juegos? Las mismas básicamente están ubicadas en la zona residencial de Barra de Tijuca, un barrio de clase media-alta, bastante alejado de los barrios populosos de Río pero también se encuentran en otras partes de la ciudad, aunque menores.
Se calcula que la inversión para los JJ.OO es de 20 mil millones de dólares y los anfitriones reciben 4.500 millones de ingresos. Por lo tanto habría un déficit de 15.000 millones de dólares.
Hoy reina un clima de alegría, con mucha gente en las calles, en los estadios –pocas veces llenos-, con gran recesión económica disimulada por la inyección económica de los Juegos.
Con funcionarios públicos que desde enero cobran con atrasos sus salarios.
Muchas de las estructuradas creadas van a ser desmontadas. La zona de la barra de Tijuca donde está el parque olímpico fue el antiguo autódromo de Jacarepaguá, llamado posteriormente Nelson Piquet. Hoy Río se quedó sin autódromo.
Los Juegos son producto de las ansias de grandeza de los pueblos y de sus mandatarios. Argentina se postuló en alguna oportunidad cuando Carlos Menem era el presidente. Sus chances habían muerto antes de nacer y fueron producto del delirio del riojano.
Hay casos diferentes donde resulta más fácil y barato ser anfitrión olímpico si la ciudad ya cuenta con infraestructura. Por ejemplo, cuando Barcelona recibió los Juegos Olímpicos de 1992 no tuvo que construir gran cosa, tenía casi 70 por ciento de lo que hacía falta.
Del mismo modo, una de las razones por las que Los Ángeles se ha postulado como anfitrión de una tercera Olimpiada, en 2024, es porque “solo necesita construir un centro acuático y un centro para medios de comunicación.
Brasil y Río tienen contrastes, la opulencia de los Juegos, de sus estadios, se opone con la vida de su gente, más parecida al derrotero de nuestra Latinoamérica.
Eddie nos cuenta, “Lula hizo mucho por la gente pobre pero la corrupción ha sido muy grande”. Carlos, voluntario de la organización, es un abogado de 29 años y estudiante del Profesorado de Historia, hace 2 horas y media para llegar a Tijuca a trabajar a cambio del transporte y de la comida. “Yo vivo en un barrio periférico, allí tenemos nuestros espacios para hacer deportes, no precisamos de estos estadios. Además acá viven los que pueden pagar y no necesitan venir aquí”.
Se muestra desesperanzado, “acá robaron mucho, la plata que hoy nos hace falta. Te invito a que vuelvas en un mes a ver que encontrás”.
La gran pregunta es ¿quién paga la fiesta? No hay dudas que es hermosa, con estadios de primerísimo nivel y buenos servicios. Nada es gratis en la vida decía el Cuarteto de Nos.
Pd/
Los JJOO de Río de Janeiro están divididos en cuatro zonas bastante distantes entre sí. La zona de Copacabana abarca el Fuerte de Copacabana donde se hace el ciclismo, la arena de Volley Praia que están en la misma playa pero a unos 5 kilómetros de distancia entre ellas. Y unos 20 minutos de bus – a veces más- está la Marina de Gloria donde se realizaron las regatas en las que participó la sanducera Dolores Moreira. La zona Maracaná está compuesta por el mítico estadio, el Maracanazinho a su lado y a unos 20 minutos está el Estadio Olímpico. Seguimos. Después está la zona de Deodoro a unos 20 minutos del Maracaná. Al Estadio Olímpico lo separan 40 minutos de bus del Parque Olímpico donde están la mayoría de las competencias y este centro está distante a unos 45 minutos de Copacabana.
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