El Miércoles Digital Concepción del Uruguay – Entre Ríos
La joven uruguayense y realizadora audiovisual Luz Ruciello filmó la película “Un cine en concreto”, documental que cuenta la entrañable historia de Omar Borcard, albañil de Villa Elisa que realizó un invalorable aporte a la cultura de su ciudad construyendo dos salas de cine con sus propias manos y en su casa.
El intendente José Lauritto recibió este jueves a ambos y les otorgó un aporte de 13 mil pesos para que la directora y el protagonista puedan viajar a Perú, donde el film abrirá el 21° Festival de Cine de Lima, que comenzará el 4 de agosto.
Orgullo uruguayense
“Es una alegría que haya uruguayenses que puedan manifestar sus virtudes fuera de la ciudad y que además sean reconocidos. Hoy nos queremos apropiar como uruguayenses y compartir con ella este orgullo”, expresó Lauritto.
Por su parte, Ruciello resaltó que siempre sus trabajos reflejarán historias entrerrianas. “Me tiene muy feliz que nuestro pedacito de tierra entrerriana se haya avisto en la India, Shangai, Miami, Italia, Toulousse, Tailandia. No creo que vaya a haber un regalo más hermoso que hacer la apertura de un Festival”, en relación al certamen peruano. Además ya fue convocada a 8 festivales más.
La película todavía no fue estrenada en la Argentina, pero el Intendente Lauritto solicitó que al regreso de la gira, pueda ser presentada en Concepción del Uruguay, por lo que pronto habrá novedades para quienes quieran conmoverse con la historia de Omar y disfrutar del arte de la joven uruguayense.
La historia
Omar, nacido en el departamento Uruguay pero residente desde niño en Villa Elisa, contó que desde adolescente “me apasionó tanto el cine que el día que la única sala de mi pueblo en el año 86 cerró sus puertas, fue una lucha tremenda para recuperarlo… nunca logré el apoyo para reabrir ese cine”. Sin embargo, cuenta que empezó a construir una sala de cine en la planta alta de su casa, la cual fue inaugurada en el año 2000. Sin embargo, problemas de escritura y subdivisión del terreno llevaron a que la sala fuera demolida. “Me puse a llorar cuando me enteré de que al cine me lo iban a demoler y después dije que tenía que volver a empezar”, por lo cual comenzó la construcción de una segunda sala en otro espacio. Allí proyecta películas para niños y adultos con un simbólico valor de $ 15 ya que “no quiero que ningún chico quede sin poder ver una película”.
Una respuesta solidaria
Si bien nunca recibió aportes oficiales, el trabajo que voluntariamente realiza Omar no cuenta sólo con el reconocimiento actual generado por la película. En 2014 se realizó una campaña que permitió recaudar fondos para comprar un proyector 3D y para el film, que comenzó proyectada como cortometraje pero fue extendida a 77 minutos.
“La historia de Omar es la de una persona sencilla y humilde que decide no bajar los brazos ante la adversidad. Al punto de arriesgarlo todo, porque terminó el cine antes que su casa… es una historia increíble y muy emotiva, que también representa la historia de tantas personas que en silencio y sin esperar nada a cambio se sacrifican por sus vecinos”, contó la uruguayense.
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