El Miércoles Digital Concepción del Uruguay – Entre Ríos
Ante los reclamos de sectores políticos, empresariales turísticos y comerciales de la costa del Uruguay sobre la contención de agua del río en momentos de crecientes, integrantes de la Comisión Técnica Mixta de Salto Grande (CTM), explicaron, entre otros puntos que: “Los volúmenes de agua que han venido en esta última creciente, como en la de 2015, el lago puede hacer un pequeño manejo y mitigar los daños y los efectos de la crecida, pero la verdad es que el agua es inmanejable en determinados momentos”.
El Presidente Municipal José Lauritto recibió este lunes al presidente de la delegación argentina de la Comisión Técnica Mixta de Salto Grande Roberto Niez, junto al secretario del organismo Hugo Oscar Mayer y Manuel Irigoyen, ingeniero de Hidrología de la represa, quienes estuvieron en nuestra ciudad este lunes y mantuvieron un encuentro de trabajo con concejales y funcionarios de la Municipalidad en el Concejo Deliberante.
Durante el encuentro se firmó un convenio marco de colaboración mutua entre el municipio de Concepción del Uruguay y CTM: “Queremos comenzar a trabajar en conjunto con el municipio en el desarrollo de proyectos que permitan el desarrollo de las comunidades como ya lo venimos realizando con otras ciudades. Lo más importante es que nos juntemos para ver cómo nos podemos ayudar mutuamente”, señaló Niez. A lo que Lauritto acotó: “Nosotros agradecemos profundamente esta mirada hacia Concepción del Uruguay”.
LAS CONSECUENCIAS DE LAS CRECIDAS
Sobre el manejo de la represa durante las crecientes, Niez señaló que la incidencia de la represa sobre el impacto de las crecientes es menor, ya que no se puede luchar contra la naturaleza: “Con los volúmenes de agua que han venido en esta última creciente como en la de 2015, Salto Grande puede hacer un pequeño manejo y mitigar los daños y los efectos de la crecida, pero la verdad es que el agua es inmanejable en determinados momentos”, señaló Niez.
Manuel Irigoyen, ingeniero de Hidrología de Salto Grande, brindó detalles técnicos de los trabajos durante las últimas crecidas, entre ellas la de Semana Santa de este año que afectó notablemente al turismo y que fue cuestionada por una supuesta falta de previsibilidad. “Los volúmenes del caudal de agua que bajó del río Uruguay han superado los volúmenes históricos, incluso más que en la creciente de 1959. Las variables que hoy ocurren tras los efectos de los cambios climáticos nos obligan a rever algunas situaciones”, señaló el Ingeniero.
También detalló el funcionamiento del lago de la represa, almacenamiento de agua que sirve para mitigar los efectos de la represa aguas abajo. Pero dio un detalle clave: “El lago de Salto grande, es insignificante si lo comparamos con el río Uruguay. Tiene muy poca capacidad de regulación del río, y como comparación se puede decir que la capacidad de administración es lo que aporta el río en un solo día de creciente. Con ese margen es imposible pensar en utilizar el lago para mitigar una creciente”, detalló Irigoyen.
También explicó la referencia y la relación entre la generación de energía y los caudales que ingresan a la represa. Se planteó la necesidad de buscar alternativas al turismo, como el corrimiento de las playas o el uso de espigones. En contrapartida se solicitó mejorar la comunicación entre las partes, ya que la información de las últimas crecidas no llegó a tiempo, o llegó con errores de niveles importantes.
MITIGARLAS
El ingeniero explicó que “Salto Grande tiene cuatro modos de operar: el Modo energético, en estiaje cuando el río está bajo, uno cuando el río viene en creciente y un modo de operaciones especiales. Cuando el río está en creciente, el protocolo indica que se debe trabajar de manera de minimizar los daños aguas abajo y la operación energética queda supeditada a la operación de la creciente”.
El reclamo que surgió del Concejo Deliberante de nuestra ciudad, que acompañaron técnicos de la Municipalidad, fue tratado también en este encuentro, y tuvo relación a un planteo relacionado por el Concejal Hugo Cettour, sobre la creciente de Semana Santa, donde se consideró que en Salto Grande se debería haber “aguantado” el agua hasta después del fin de semana largo: “Si había margen en el lago, se podía esperar dos o tres días para no afectar a las regiones turísticas que aguas abajo de la represa son muy fuertes y dependen casi por completo de esa actividad. El planteo que se realizó desde aquí es que el factor turismo también sea tenido en cuenta a la hora de tomar decisiones desde Salto Grande”, plantearon.
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