El complejo termal de Basavilbaso cerrará sus puertas al público a partir del 1° de agosto, de acuerdo a lo dispuesto este sábado en una asamblea de los accionistas de la sociedad anónima que administra el predio.
“Se analizó el impacto del aumento de las tarifas y el menor movimiento turístico de los últimos meses y se coincidió en que, para evitar que se genere un endeudamiento mayor, es necesario, entre otras medidas, parar la pelota al menos por los 60 días correspondientes a los meses más bajos del año para la actividad, que son agosto y septiembre”, informó FM Riel.
La crisis alcanza a otros operadores del sector.La presidenta del Directorio, Belinda Bochatay, ofreció un informe detallado de la situación. A nivel municipal, no hubo avances para la sanción de un hotel casino y tampoco logró el gobierno de Gustavo Hein gestionar un aporte económico, ni conseguir el acceso de la empresa al Programa de Recuperación Productiva (Repro) por el cual el Estado se hace cargo de una parte de los salarios de los trabajadores de las firmas en crisis.
Bochatay admitió su molestia también para con el gobierno provincial ya que, según dijo, demoró la cancelación de una deuda con la constructora que realizó la planta reductora de gas y, consecuentemente, no hubo posibilidad de que el complejo pudiera abastecerse de ese combustible lo que permitiría un ahorro sustancial.
La presidente del Directorio se mostró sorprendida de que no asistiera a la asamblea el Intendente, quien por ordenanza es miembro del cuerpo en representación de las acciones que tiene el municipio. Luego, dijo haber recibido un mensaje en el que Hein justificaba su ausencia.
La resolución adoptada -según se dijo- tiene un impacto también en el plano laboral, y en ese aspecto se explicó que hubo una reunión previa en la que conversaron con los trabajadores que tienen relación directa con la sociedad anónima. "Comprendieron que la medida que proponemos es dolorosa, pero es la más acertada y la comparten, ya que ellos tienen, como nosotros, puesta la camiseta del proyecto", afirmó uno de los directores.
Los asambleístas y directores acordaron otras acciones porque "esta situación no nos debe paralizar, sino todo lo contrario”, sostuvo Bochatay, al tiempo que anticipó que “son varios los frentes en los que se está trabajando”.
El cierre temporario implica que los empleados del complejo verán reducida su actividad laboral y, por ende, sus ingresos. También que la caldera y los motores no serán utilizados, lo que permitiría contener en varios cientos de miles de pesos los egresos del emprendimiento.
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