El nacimiento de Jesús conlleva para los cristianos, el inicio de la última etapa de la redención. A lo largo de los siglos se han ido sumando rituales, costumbres y conductas. El árbol, los reyes magos, el pesebre… Papá Noel y la coca cola cumpliendo un papel relevante en estos días de depredación consumista.
Por ANÍBAL GALLAY
La Navidad, es para los cristianos una celebración de importancia fundamental. Es el nacimiento del “incarnatus”. Es Dios hecho hombre, nada menos. Para los seguidores o sostenedores de un Dios único, la existencia de tres personas no deja de ser inquietante. Son tres personas, pero un solo Dios. Y ese Dios decide enviar a su hijo a mezclarse con los hombres, para redimirlos, sufriendo una muerte atroz. Hasta la llegada del Encarnado era habitual que se sacrificaran animales como ofrendas. En la América prehispánica varios pueblos hacían sacrificios humanos para calmar la ira divina.
Se relata en el Génesis que Dios le pidió a Abraham el sacrificio de su hijo Isaac. Abraham se dispuso a cumplir la orden, pero a último momento Dios se convence de la fidelidad de Abraham, e Isaac es remplazado por un cordero.
Esto aparece como una prefiguración del sacrificio del Gran Cordero (Jesús) cuya inmolación redime a la humanidad. “Agnus Dei qui tollit pecata mundi…” en alusión a los efectos logrados: “cordero de Dios que quita los pecados del mundo…”.
En una escena llena de ternura, y según se narra en los tres evangelios sinópticos (Mateo, Marcos y Lucas) un ángel se le apareció a María para informarle que iría a tener un hijo al que deberá llamar Jesús. Ello no coincide con lo escrito en Isaías cuando se expresa que el nacido de una virgen se llamará Emanuel. Este escrito es siete siglos antes del nacimiento de Jesús.
Lo cierto es que Jesús nació poco tiempo antes de la muerte de Herodes el Grande, quien pasó a la historia como el autor de la masacre de los niños aunque no hay ningún documento que lo corrobore. Herodes murió en el -4. (Aunque parezca raro Jesús nació en el 4 antes de Cristo.)
Todas estas verdades no tienen más sustentos que la fe, la emoción y las íntimas convicciones. No se busque racionalidad donde no la hay.
LOS REYES MAGOS
Un tiempo después del nacimiento llegó un trío de personas desde la Mesopotamia. Los evangelios los suponen reyes, quienes ofrendaron oro, incienso y mirra, admitiendo la realeza del niño.
Los nombre de Melchor, Gaspar y Baltazar no figuran en los evangelios admitidos, pero si en los llamados evangelios apócrifos.
EL PESEBRE
Siglos después del nacimiento de Jesús se inició la práctica de construir pesebres. Fue idea de san Francisco de Asís (hacia el año 1200) y cobró mucha relevancia en América española, traído por jesuitas y franciscanos.
No hay indicio alguno que Jesús haya nacido el 25 de diciembre. Fue una fecha romana en la que se celebraba al sol, iniciando un nuevo ciclo anual. Es otra cristianización de prácticas ya existentes.
El árbol
El árbol adornado es una tradición del norte de Europa, para rendir homenaje al dios Thor. La llegada del cristianismo trocó este significado y el árbol (un pino, o un abeto) se cristianizó.
Papa Noel
El 6 de enero la iglesia católica celebra la epifanía de los reyes magos. Se hizo costumbre que los niños recibieran regalos.
En el norte europeo estos personajes del más caluroso medio oriente y viajando en camello no tenía mucho sentido. Lo reemplazaron por san Nicolás o santa Claus, cuya fiesta es el 6 de diciembre. Hasta 1930 santa Claus vestía un ropaje verde y su ámbito de acción la fría Europa de diciembre. La empresa Coca Cola hizo lo demás: le cambió el color de la vestimenta y lo convirtió en la cara de la gaseosa, y asociado a la Navidad, universalizando un personaje que perdió todas sus cualidades para convertirse en secuaz del sistema de la depredación consumista.
Aun así, se pueden rescatar algunas prácticas dignas de permanecer, como reunirse en familia, compartir la mesa y solidificar lazos. No siempre es así claro, pero suele ser la intención.
(Para los amantes de la música “Et incarnatus est” de Mozart, aparece como propicia para estos tiempos navideños).
rubengallay@hotmail.com
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