“Preferimos ser cautos y no afirmar nada porque el paso que define esto es la pericia que hacen los especialistas forenses”, aclaró el juez de Garantías de Nogoyá, Gustavo Acosta. La búsqueda de la familia desaparecida hace 16 años se centrará en dos puntos: un pozo de agua que está siendo explorado ahora y desde la semana que viene, un segundo sector por debajo del lecho del arroyo Las Tunas en el campo de la Estancia La Candelaria, en Crucesitas Séptima.
“Se encontraron ayer y hoy elementos que parecen ser restos óseos. Lo que no sabemos es si son de animales o de seres humanos. Por eso, por ahora preferimos ser cautos y no afirmar nada porque el paso que define eso es la pericia que hacen los especialistas forenses”, remarcó el juez de Garantías de Nogoyá, Gustavo Acosta sobre los hallazgos producidos ayer y hoy en un pozo de agua en la campo de la Estancia La Candelaria, en Crucesitas Séptima, propiedad de Francisco Goette, fallecido en 2016.
El magistrado está al frente de la investigación para dar con la familia Gill, cuyo paradero se desconoce desde el 13 de enero de 2002. Los seis integrantes del grupo familiar vivían en ese campo en donde Rubén Gill, el padre de la familia, era peón.
Por entrevistas con vecinos, el juez Acosta junto a la mamá de Margarita Norma Gallegos (esposa de Gill) llegó hasta un arrendatario que le alquilaba el campo a Goette por la época en que desaparecieron los Gill. Este hombre, “un testigo”, señaló dos puntos posibles para buscar a la familia, precisó el Magistrado en declaraciones a la agencia APF.
Uno de esos puntos es el analizado ahora y que dio como resultado estos primeros hallazgos. “Es un pozo lleno de agua, que se vació y luego al pasar una zaranda por el barro que había debajo, se dio con este hallazgo”, dijo Acosta.
El otro punto señalado es un sector del mismo campo que está por debajo del lecho del arroyo Las Tunas que por el año de la desaparición “estaba seco”, agregó el Juez en declaraciones a esta Agencia y comentó que la búsqueda en el primer lugar podría continuar “hasta la semana próxima”; en tanto finalizada ésta comenzaría la excavación en el segundo sector.
En general, la búsqueda que comenzó ayer en La Candelaria podría demandar “tres semanas”. Mientras tanto, aún se analiza si se espera terminar con un punto antes de mandar a peritar lo encontrado.
“La del sótano es otra hipótesis”, observó Acosta.
Por otra parte, se le preguntó al Juez de Garantías su opinión acerca de qué pasó durante todos estos años con la investigación judicial, a lo que el funcionario respondió:“Por lo que vi en el expediente, medidas se hicieron: se realizaron rastrillajes, limpieza de fosas, se cavó por debajo de las casas, se buscó con georadares, con perros, y no dieron resultado positivo. Por eso creo que la expectativa tiene que ser mesurada”, reafirmó.
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