El Gobernador anunciará el 15 de febrero un sistema electoral de boleta única de papel (BUP) similar al santafesino. Para las internas, el oficialismo mantiene las PASO, de voto obligatorio, pero con BUP. Y fija un piso superior al nacional para pasar a la instancia de la elección general.
Por PABLO BIZAI (*)
Eso es lo que dice, a la fecha, el anteproyecto que el gobernador Gustavo Bordet anunciará el jueves de la semana que viene, cuando eleve su propuesta de reforma electoral a la legislatura provincial en la apertura de sesiones ordinarias.
Es mayoritaria la idea respecto a que el Gobernador hará uso de su facultad para convocar a elecciones provinciales en forma separada de las nacionales. Pero para eso tiene tiempo hasta fin de año:
Si se votara en forma simultánea, a octubre de 2019 podrían convivir dos sistemas electorales en Entre Ríos, si es que la Nación no consigue cambiar la boleta sábana. En esa hipótesis, el elector entrerriano debería pasar por una situación similar a la que ya pasaron sus vecinos santafesinos.
PASO A PASO
Supongamos entonces que no hay desdoblamiento y las elecciones son simultáneas en octubre de 2019. El día de los comicios el elector se dirigirá a la mesa de votación y le darán un sobre con el que se meterá en el cuarto oscuro para elegir entra las boletas sábanas de las distintas fuerzas políticas con sus candidatos nacionales, de tres cuerpos pegados: presidente y vice, diputados nacionales y senadores nacionales.
Saldrá del cuarto oscuro, meterá el sobre en la urna y el presidente de mesa le dará las boletas únicas de papel (BUP). Serán cinco BUP, con cinco colores distintos, uno por cada categoría de cargo que se elije: Gobernador y vice; diputados provinciales; senador departamental; intendente; y concejales.
El presidente de mesa será el único que manejará las boletas. Tendrá tantas boletas como electores tenga el padrón de su mesa. Más un 5% por si hiciera falta en caso de rotura o reemplazo ante una equivocación en el marcado que el elector avise a la autoridad de mesa. Lo esperable es que sobren, dado que nunca se registró un 100% de asistencia de votantes.
Con las cinco boletas de distinto color en la mano, el elector se dirigirá a un box, o cabina de votación, donde podrá marcar con una birome una cruz al lado de la foto del candidato de su preferencia. Los candidatos a gobernador, intendente y senador tendrán su foto, mientras que los diputados y los concejales llevarán las fotos de los tres primeros lugares de la lista. Esto es, se vota la lista completa de diputados y de concejales.
Una vez que usó la birome para marcar con una cruz a un candidato a gobernador, un candidato a senador, un candidato a intendente, una lista de diputados y una lista de concejales, el elector dobla cada boleta y la mete (sin sobre) en una urna distinta a la de la elección nacional.
Si no se marca con una cruz a ningún candidato, se computa como voto en blanco.
LAS INTERNAS
Dos meses antes de la general serán las internas. Hay muchas opiniones en el abanico político provincial. Algunos postulan retroceder a las internas cerradas (donde sólo podían elegir candidatos los afiliados al partido) y otros creen que lo mejor sería volver a las internas abiertas simultáneas, pero no obligatorias.
Bordet quiere que se mantenga la obligatoriedad del voto en las internas simultáneas. En pocas palabras: un sistema de PASO, pero con BUP.
Se votaría entonces con lo que los cordobeses han llamado “boletones”, porque son realmente más grandes que las BUP de la elección general, dado que contienen a todos los precandidatos de todos los partidos. El tamaño va a depender de la cantidad de listas que se presenten a las internas de cada partido.
La simultaneidad hace que el elector puede votar por el precandidato de su preferencia en una sola de las fuerzas políticas (en una sola interna). De este modo, cada boletón (que reúne a todos los precandidatos de todos los partidos para una categoría de cargo) no podrá tener más de una cruz. Si tiene más de una, el voto se anula.
En el anteproyecto que por estas horas maneja el gobierno se obliga, como en las PASO nacionales, a participar a todos los partidos, aún aquellos que no tengan competencia interna porque consensuaron una lista de candidatos.
A diferencia de las PASO nacionales, que le exigen a los partidos obtener un piso del 1,5% de los votos, en el anteproyecto de Bordet no podrán presentarse a las generales provinciales aquellas propuestas electorales que en las primarias no hayan reunido el 2%.
(*) Nota publicada en Página Política
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