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“Grandes Macanas”: los dueños de la cosetrucha confirmaron ante la Justicia todo lo publicado por El Miércoles

Ya con la administración de la firma en manos del Estado tras su quiebra, Grandes Máquinas sigue siendo noticia: durante los últimos siete días, los responsables de la empresa, imputados en una causa penal en la que se investiga una supuesta defraudación a la Administración Pública, declararon en los Tribunales de Paraná. Allí certificaron lo publicado por El Miércoles Digital desde el inicio del escandaloso proyecto de la cosetrucha.

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Ricardo Senor (padre), Ricardo Senor (hijo) y Scravaglieri, junto a empleados de Grandes Máquinas.

 

Por MARTÍN BARRAL de la Redacción de EL MIÉRCOLES DIGITAL

 

El 31 de marzo de este año, con la publicación en el Boletín Oficial de la provincia, de la quiebra de Grandes Máquinas Concepción del Uruguay SA (verFinal de las “Grandes Macanas”: decretaron la quiebra de la fábrica de cosetruchas )    se cerró el concurso preventivo de acreedores (ver: Grandes Máquinas SA en concurso de acreedores) que se sustanciaba en el Juzgado en lo Civil y Comercial Nº 3 de La Histórica, puesto que los ‘empresario’ afirmaban no poder afrontar las deudas originadas por el proyecto que nunca se concretó, a pesar de los continuos créditos otorgados por la Provincia, aún cuando la firma ya había caído en cesación de pagos y el escándalo por los cheques voladores había tomado dimensión nacional.

 

Pero por otro lado, en Paraná, Ricardo Vicente Senor (padre) y Ricardo Javier Senor (hijo), Sergio Scravaglieri y Carlos Ariel Bohl estaban complicados en la causa en la que se investiga una posible comisión del delito de defraudación a la administración pública (ver:  Piden a la Justicia que investigue si hubo complicidad de funcionarios políticos en el escándalo de la cosetruchapor el desvío de créditos otorgados, originada por una denuncia de Guillermo Mulet, abogado de ese fuero, ante el procurador general de la provincia, Jorge Amílcar Luciano García, a raíz de la serie de notas publicadas por El Miércoles Digital (ver: ¿El final de la historia? ), replicadas también por algunos otros medios.

 

En el marco de ese proceso, más de un año atrás, ya se esperaba que la fiscal Sandra Terreno formulara el requerimiento de instrucción formal de la causa en la que se investiga el desvío de los créditos otorgados, originada en una denuncia a raíz de la investigación de este medio, y por la que se citaría a los Senor, Scravaglieri y Bohl a prestar declaración indagatoria, hecho que sucedió la semana pasada y este lunes ante la jueza de Instrucción Patricia Yedro, ante la que ratificaron todo lo publicado por El Miércoles, e involucraron al ex secretario de Comercio Interior Guillermo Moreno.

 

La magistrada les tomó declaración a los cuatro imputados por el desvío de los créditos del Finver (ver: Concurso de acreedores por la cosetrucha: Grandes Máquinas debe al Estado más de siete millones de pesos) otorgados para construir máquinas cosechadoras en una ‘planta’,  en el puerto uruguayense, algo que nunca sucedió. Allí, por ejemplo, el mayor de los Senor ratificó lo que, en su momento, había deslizado en diálogo con este cronista: que sólo se construyó un solo prototipo (ver: Senor reconoció a El Miércoles que sólo fabricó el prototipo en el que se subió Cristina ) , que éste tuvo un problema mecánico en la única prueba de campo que se le hizo (ver: La "cosetrucha" en la cresta de la ola: además del programa de Lanata, las pruebas fueron un fracaso, según pudo saber El Miércoles Digitaly que en esas condiciones fue llevado a Angola, aunque Scravaglieri culpó de eso a Moreno.

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Senor (hijo), Senor (padre), Cristina y Scravaglieri.

 

DECLARACIONES ANTE LA JUSTICIA

Senor (padre), el primero en declarar ante Yedro, volvió a cargar las tintas contra el proveedor de las partes de la carrocería, Daniel Huarte, propietario de Plásticos de Camiones SRL, quien a su vez fue el primero en denunciar ante la Justicia (en este caso de Córdoba) que los fabricantes de la cosetrucha le habían abonado con cheques sin fondo (ver: Proveedores en “situación crítica” por cheques sin fondo librados por Senor , a principios de 2012, en momentos en que los Senor ya contabilizaban 106 cheques rechazados por falta de respaldo por un total de 2.557.307,35 pesos y por la cual se dispuso el embargo de todo lo existente en el galpón naranja de la estación fluvial de La Histórica (ver: Embargaron a Grandes Máquinas SA y Elevaron a juicio la causa por los cheques sin fondo de Senor ).

Senor (padre) figuraba como director de Grandes Máquinas, y aseguró ante la Justicia, según Página Judicial, que fue quien diseñó el prototipo Maag Mitos. Luego de reconocer que el aparato se rompió en su única prueba de campo por un desperfecto en una polea, reiteró lo que había dicho ante El Miércoles Digital (ver: Senor reconoció a El Miércoles que sólo fabricó el prototipo en el que se subió Cristina): que se demoró la producción por problemas en el ensamblado de las partes plásticas de la carrocería, al punto de que nunca se inició. Apuntó –como entonces- hacia Huarte, a quien volvió a acusar (esta vez declarando ante la Justicia) de modificar su diseño ocasionando inconvenientes para armar la carrocería porque las partes no coincidían unas con otras. Aseveró que hubo que rehacer el trabajo, “pero Huarte volvió a hacerlo mal” y otra vez surgieron complicaciones. También, como  volvió a mencionar una supuesta “campaña mediática” urdida en su contra (ver: Según Senor, Grandes Máquinas está en concurso de acreedores por la “campaña mediática” en su contra).

La semana pasada (el miércoles, por casi cinco horas) también se presentó en Paraná Senor (hijo), presidente y director ejecutivo de la fantasmal firma. De acuerdo al informe de Juan Cruz Varela, explicó que era el encargado de la búsqueda de inversores y que fue quien presentó el proyecto a las autoridades provinciales y municipales  (durante el primer mandato del gobernador Sergio Urribarri y la última Intendencia del ahora diputado provincial Marcelo Bisogni). El ‘empresario’ contó que cuando trajeron el proyecto a Entre Ríos, funcionarios del Gobierno les dijeron que podrían contar con créditos del organismo que financia proyectos productivos.

 

Según dijo, Grandes Máquinas invirtió entre 13 y 14 millones de pesos en el proyecto de construcción de máquinas cosechadoras, incluidos los 5,5 millones que aportó el Fondo de Inversiones de Entre Ríos (Finver), aunque ese monto no se vio en lo gastado en la ‘planta’ o en el desarrollo del prototipo. Detalló, además, que cada desembolso que realizaba el organismo provincial estaba sometido a auditorías internas y externas y que la empresa debía demostrar, previo a que se le acreditara el dinero, que había invertido al menos un 50 por ciento de la suma que iba a recibir, algo insólito si se tiene en cuenta la –al menos- falta de control desde el Finver, que seguía prestándole a la SA, a pesar de no registrar el pago de los intereses vencidos de los primeros créditos, según surgió de la auditoría realizada por el síndico del concurso de acreedores, Horacio Larrivey, quien no dudó en expresar que todo esto sucedió gracias a un “gobierno irresponsable” (ver: Cosetrucha: fraude posible gracias a un gobierno “irresponsable” ). 

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El entonces senador provincial, Carlos Schepens, y el -en ese momento- intendente municipal Marcelo Bisogni -entre otros- recorriendo "la planta".

 

“SÓLO QUERÍA EXHIBIRLA NO VENDERLA”

En tanto, Scravaglieri y Bohl se presentaron este lunes en los Tribunales Paranaenses y, según publicó Página Judicial, el primero intentó despegarse de las acusaciones y hasta dijo que el viaje a Angola “no fue para vender cosechadoras, sino solo exhibirlas”. En ese marco, involucró también a Moreno:  el vicepresidente y director financiero de Grandes Máquinas contó que la única cosechadora que se construyó terminó en Angola, tras la misión comercial de la que participó, entre otros, el gobernador Sergio Urribarri. Scravaglieri afirmó que las gestiones realizadas ante la Secretaría de Comercio Interior, entonces a cargo de Moreno, no fueron con la intención de vender cosechadoras, sino que la empresa sólo quería exhibirla.

 

Scravaglieri demostró, además, la veracidad de lo publicado por aquellos tiempos por El Miércoles Digital: que luego de que la delegación dejó la feria de Luanda, la máquina quedó en Angola, rota. A pesar de las gestiones que los empresarios realizaron para traerla de regreso, afirmó. “Nene, vos no entendés. Nada de lo que vino, vuelve a la Argentina”, le habría dicho el ex titular de Comercio Interior, una vez en suelo africano.

 

También aseveró que, en estos dos años, viajaron tres veces a ese país, para tramitar el retorno de la máquina o que el gobierno angoleño pagara por ella. La cosechadora “está tirada en un campo” y sus fabricantes contrataron a un gestor para tratar de recuperarla, sostuvo. En ese sentido, una de las pruebas aportadas fue una “carta de intención” firmada con el gobierno angoleño para la venta de 18 cosechadoras, tolvas y plataformas agrícolas en un período de dos años, cuestión que sí fue noticia repetida en casi todos los medios, en marzo de 2012.

El último en declarar fue Bohl, a quien nunca se vio en Concepción del Uruguay. Se trata de un ingeniero agrónomo cordobés, titular de BSV, firma dedicada a emprendimientos agrícolas que tenía en sociedad con Senor (hijo) y una tercera persona. Las iniciales de los apellidos forman el nombre la empresa.

 

Bohl se despegó de la cosetrucha, de acuerdo a Página Judicial. Explicó que nunca formó parte del proyecto de construcción de máquinas cosechadoras, ni en Entre Ríos ni en Formosa, y explicó que 2009 facilitó a BSV para que Grandes Máquinas -que todavía no se había constituido- pudiera cobrar el primero de los créditos que le otorgó el Finver, por 574.500 pesos, y una vez que la firma estuvo constituida, transfirió el dinero a su cuenta. Esto provocó su inclusión en esta causa. Bohl enfatizó que en ningún momento formó parte de Grandes Máquinas e insistió en que sólo “prestó” una cuenta bancaria para que la empresa de los Senor y Scravaglieri pudiera recibir el primer desembolso.

 

Yedro tendrá ahora diez días hábiles para resolver la situación procesal de cada uno de los imputados: podría dictar el auto de procesamiento, el sobreseimiento o la falta de mérito. Por el momento, les prohibió salir del país, les fijó una caución real de 50 mil pesos a cada uno y la obligación de presentarse una vez por mes en la capital provincial.

 

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