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¿Se viene una renovada Ley de Residencia?

El senador Nacional Miguel Ángel Pichetto propone que los extranjeros que delinquen sean deportados. Se parte de cifras  tergiversadas.  La Argentina ya ensayó esta solución cuando a comienzos de siglo se promulgo la Ley de Residencia para deportar dirigentes obreros. No es ahora el caso, pero se pretende combatir el delito expulsando delincuentes extranjeros como si fuera  una cifra importante.

Pichetto

(*) Por Aníbal Gallay

El senador nacional del Frente para la Victoria, Miguel Ángel Pichetto acaba de proponer la deportación como parte  de la solución para el problema de la inseguridad. Según Pichetto mucha gente viene a la Argentina a delinquir, entre ellos los senagaleses que venden cosas truchas. Y  además se explayó contra los uruguayos, paraguayos, bolivianos y peruanos por  estar relacionados con el narcotráfico. Textual del senador Pichetto: "Si fuera un país serio, una vez que cumplen la condena habrá que sacarlos del país, deportarlos. Para eso tiene que funcionar Migraciones". Agregó además que el 20 por ciento de los delincuentes son extranjeros.

Allá por 1902…

En 1899 la Unión Industrial Argentina pidió que se los defienda de obreros molestos, agitadores, sindicalistas y activistas que pretendían insólitas reivindicaciones como ocho horas. y condiciones humanas de trabajo. Ni lerdo ni perezoso el escritor Miguel Cané presentó un proyecto que fue rápidamente aprobado. El contenido de la ley era tan amplio y genérico y le daba al ejecutivo facultades extraordinarias. La ley 4.144 tenía solo cuatro artículos:

Artículo 1º: El Poder Ejecutivo podrá ordenar la salida del territorio de la Nación a todo extranjero que haya sido condenado o sea perseguido por los tribunales extranjeros por crímenes o delitos comunes.

Artículo 2º: El Poder Ejecutivo podrá ordenar la salida de todo extranjero cuya conducta comprometa la seguridad nacional o perturbe el orden público.

Artículo 3º: El Poder Ejecutivo podrá impedir la entrada al territorio de la república a todo extranjero cuyos antecedentes autoricen a incluirlo entre aquellos a que se refieren los artículos anteriores.

Artículo 4º: El extranjero contra quien se haya decretado la expulsión, tendrá tres días para salir del país, pudiendo el Poder Ejecutivo, como medida de seguridad pública, ordenar su detención hasta el momento del embarque.

Esta ley estuvo en vigencia hasta 1958, y durante ese lapso se aplicó principalmente contra activistas obreros sobre todo durante las primeras décadas. Ello no impidió la huelga de los inquilinos en 1907, la Semana Trágica de 1919 y las Huelgas Patagónicas de 1921 y 1922. El problema no eran los extranjeros.

La ley era marcadamente anticonstitucional porque no era necesario que el deportado hubiera sido autor de algún acto. Bastaba con que el Poder Ejecutivo lo considerara potencialmente peligroso.  Durante la primera semana de vigencia de la ley se detuvieron a 500 personas y fueron deportados 60.  Para el presidente Roca y toda la elite oligárquica  era sencillamente la defensa de la Patria  (es decir sus inmensas fortunas) ante la agresión de anarquistas extranjeros.

Pichetto vuelve a la carga…

El senador del Frente para la Victoria retoma viejos argumentos. Aduce que el  20 por ciento de los delincuentes son extranjeros. Y no es verdad.  Toma las cifras de la Justicia Federal que es donde se dirimen los delitos relacionados con el narcotráfico. Y por una simple operación se deduce ese veinte por ciento. Lo que no se aclara es que de los delitos relacionados con el narcotráfico, el 80 por ciento son cometidos por “mulas”. Es decir hombres y mujeres que cruzan la frontera con  cocaína en su cuerpo. Es el microtráfico, donde los actores  parecen más víctimas que delincuentes.

Tomando las cifras de todo el país (justicia federal  y justicia provincial)  los delincuentes extranjeros  llegan al 6 por ciento. Y si se deja de lado el microdelito de las mulas, la cifra desciende aun más.

Pichetto también le emprendió contra los senagaleses y los chinos. Los primeros porque no están trabajando en obras de construcción  y los segundos porque son protagonista del “delito chino”.

¿Esta idea del senador Pichetto (hasta no hace mucho un fervoroso menemista)  es un aporte para combatir la inseguridad o es simplemente una ráfaga de xenofobia?

 

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