Algunos sectores de la población van asimilando afirmaciones que convirtiéndolas en supuestas verdades. Desde términos peyorativos como brasuca, chilote, paragua, bolita y cabecita negra hasta afirmaciones insostenibles como que los extranjeros les quitan el trabajo a los argentinos o vienen a delinquir. El gobierno empezó a agitar ese fantasma, a partir de la detención de un turco, dos venezolanos y un paraguayo.
Por ANÍBAL GALLAY
La ministra de Seguridad Patricia Bullrich ha dado muestras una vez más de una singular xenofobia a la que adhieren entre otros el senador Miguel Ángel Pichetto y quizás un número considerable de argentinos.
En el contexto de la última manifestación la Policía detuvo a una treintena de personas, entre ellos un turco, dos venezolanos y un paraguayo.
Patricia Bullrich y Pichetto clamaron para que los cuatro fueran deportados inmediatamente, aunque la comisión de algún delito ni siquiera está insinuada.
Al parecer en esa gigantesca marcha de protesta, estas cuatro personas habían tenido un rol protagónico.
En 1905 el diputado Miguel Cané presentó un proyecto, que fue aprobado, y consistió en expulsar el país a todos los extranjeros que protestaran. La lucha por una vida digna era un delito, y al parecer lo sigue siendo dada las razones de la ministra de Seguridad.
Problemas verdaderos
La Argentina es un país que ostenta más de un 30 por cien de pobres. Un cálculo grueso indica que doce millones de personas son pobres, que no pueden cubrir todas sus necesidades. Entre ellos dos millones de indigentes, es decir que pasan hambre, lisa y llanamente.
La Argentina es un país donde los últimos en la escala social, los pobres e indigentes pagan indirectamente impuestos cuando compran lo poco que pueden. En cambio quienes están en la cumbre del poder y con sueldos altísimos no pagan impuestos. Estos son los señores jueces.
La Argentina es un país profundamente desigual. En el nordeste argentino el ingreso per cápita es de ocho mil dólares y en la ciudad de Buenos Aires es de treinta mil.
La Argentina es un país donde el gas natural es privilegio de pocos. Mientras tanto los más pobres deben usar garrafas que son más caras que el gas natural.
La Argentina es un país que este año tendrá un 45 por cien de inflación, en un gobierno que venía a terminar de una vez por todas con ese flagelo.
A ello se suma una devaluación que alcanzó hasta ahora un 90 por ciento. Ello devino en una rebaja en el poder adquisitivo de los salarios, sumiendo a miles de familia en la pobreza.
La Argentina es un país donde a los trabajadores se les rebaja el poder adquisitivo de su salario, pero al mismo tiempo los sectores financieros y las empresas de servicios públicos ven incrementadas sus ganancias.
La Argentina es país donde más del 40 por cien de los jóvenes estudiantes abandonan la escuela secundaria.
La Argentina es un país donde el 48 por cien de los niños son pobres. Además 7 millones de personas no acceden al agua potable y 20 millones no tienen servicios de cloacas.
En la Argentina 1,3 millón de personas trabajan en el campo, aunque apenas 325.000 están registrados ante la Seguridad Social.
Los empresarios evaden el 45 por cien de los impuestos a las ganancias y el IVA.
El 33 por cien de los trabajadores están fuera del sistema de la seguridad social.
Estos son algunos de los graves problemas que tiene la Argentina, y de los que deberían ocuparse los gobiernos. Desde ya que estos problemas no son imputables a esta administración, porque son antiguos. Pero se le puede imputar a este gobierno (y a los anteriores) una notable incapacidad para encararlos.
Para este gobierno, al parecer estos no son problemas. Sí, que un turco dos venezolanos y un paraguayo hayan estado presente durante una manifestación de protesta. El grotesco perfecto.
(Los datos proceden de organismos oficiales y el Observatorio de la Deuda Social, de la Universidad Católica Argentina.)
rubengallay@hotmail.com
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