“Nos hermanamos para encarar las denuncias sin revictimizar a las víctimas”

Mientras en la justicia avanza la denuncia por abuso sexual agravado contra el ahora ex preparador de natación del Club Regatas, en el programa “En la Vispera”, dos de las mujeres uruguayenses que motorizaron el caso dialogaron sobre el poderoso proceso de transformación de conciencias que vive la sociedad. Agustina Ledesma, profesional de la salud, y Florencia Rojo, abogada, explicaron cómo fueron construyendo los lazos que les posibilitaron hermanarse ante los abusos y salir adelante desde una nueva perspectiva. También hablaron sobre la conexión entre el caso de Quinodoz y uno anterior, el del profesor Gabriel “Pollo” Riquelme.

Por A.S., V..B. y J.R.D

Fotos/fotomontaje: MR y MB

Unos días antes de que Thelma Fardin y las Actrices Argentinas conmocionaran al país con su denuncia contra Juan Darthés, Concepción del Uruguay fue sacudida por una denuncia local. Fue por las acusaciones de abuso sexual contra un entrenador de una de las instituciones deportivas más prestigiosas y tradicionales de la ciudad.

En efecto, el viernes 7 de diciembre pasado, el ahora ex entrenador de natación del Club Regatas Uruguay durante más de tres décadas, Humberto Quinodoz,(Abuso en Regatas: Denunciaron a ...) fue denunciado ante la justicia por “abuso sexual agravado”. La acción se produjo después de que circulara a través de las redes sociales una serie de flyers con imágenes en las que precisamente se lo acusaba de esos hechos.

El mismo día que se conocieron esas imágenes, el club celeste emitió un comunicado donde afirmaba que no había encubierto a nadie y que “en los más de 100 años de vida de la institución jamás ocurrió hecho semejante alguno” (...desmiente un supuesto "encubrimiento..."). Pocos días después, el presidente del club, Diego Cherot, dio una entrevista donde manifestó con claridad que “desde la conducción estamos del lado de las víctimas” (Obviamente estamos al lado...) y reveló que Quinodoz había sido separado de la institución antes de la denuncia, y a raíz del “escrache” público.

“La indignación nos hizo ver de dónde sacar ayuda para desenmascararlo” (Agustina)

Este martes en el programa “En La Víspera”, que se emite por LT 11 y Radio Uner, y es producido por la Cooperativa El Miércoles, hablaron Agustina Ledesma –la primera denunciante de Quinodoz– y Florencia Rojo, quien en agosto había dado a conocer otra situación de acoso y abuso por parte de otro entrenador en el colegio María Auxiliadora, cuando ella tenía 15 años (Ex alumna de María Auxiliadora denunció intentos de pedofilia y el silencio cómplice...). Florencia cuestionaba la indiferencia de la institución educativa religiosa ante la situación, que sus familiares habían denunciado a las autoridades en su momento. El dato central en este caso es que ese mismo docente (Gabriel Riquelme) protagonizó otros casos similares, años después, en el equipo de hockey de Regatas. La misma institución cuyas autoridades afirmaron que “jamás” hubo sucesos de ese tipo. Florencia, que es abogada, informó además que hay una causa penal contra el ex entrenador de hockey, conocido como “El Pollo”.

La vinculación entre todos estos elementos fue uno de los puntos más destacados de la conversación que mantuvimos con Agustina y Florencia.

Agustina, decías que la denuncia de Florencia fue un fuerte elemento que te llevó a decidirte a denunciar a Quinodoz.

Agustina: Sí. En realidad Flor me impulsó a denunciar lo que yo sabía desde hace 20 años, porque la tomé a ella como ejemplo, su indignación y su dolor, porque en su momento, en dos oportunidades, cuando era una niña, fue a hablar con su papá a la escuela y María Auxiliadora no le dio bolilla. De manera que desde un primer momento nos hermanamos. Después se fueron sumando cada vez más chicas con situaciones similares.

“Al Pollo Riquelme, que está condenado, en noviembre se le terminó la condicional. O sea que si alguien vuelve hacerle una denuncia va en cana” (Florencia)

Florencia: Cuando yo hice la pintada, Agustina fue la primera que me escribió, me dijo que ella estaba conmigo, que no solo me creía sino que apoyaba con lo que se venía. Y en ese momento no sabíamos qué iba a pasar, fue muy reconfortante no solo que te crean, sino sentir esa sororidad que hoy experimentamos con esta movida que se vino. Movida que si la hubiésemos querido armar, no salía, porque un viernes se hizo la primer denuncia, el martes pasa lo de Thelma, y entre esos días se hicieron muchas denuncias, ya son varias las denunciantes en la Justicia contra Quinodoz, no había pasado una semana cuando ya había más de seis.

¿Todas esas denuncias por situaciones ocurridas en el Club Regatas?

Florencia: Todos por casos ocurridos en el club Regatas, porque todo el accionar de Quinodoz fue en las instalaciones del club. Esos hechos no fueron en la vereda, ni en su casa, ni en un hotel ni en un descampado.

Regatas en su comunicado dice que “en los más de 100 años de vida de la institución donde pasaron miles de personas jamás ocurrió hecho semejante alguno”. Es llamativo, cuando hace pocos años (cuando no había tanta conciencia sobre esta problemática) Regatas tuvo un problema muy severo con un entrenador de hockey.

Florencia: Exactamente. Y hoy el nombre lo podemos decir ya porque hay causa penal, y hay condena penal. Está caratulada como “estupro con acceso carnal”, que quiere decir sexo con menores, y no es un detalle menor: fue con una alumna de Regatas y el sujeto fue Gabriel El Pollo Riquelme, conocido por todos los clubes e instituciones de la ciudad, y ese es el mismo señor al que mi papá y yo denunciamos en la escuela María Auxiliadora muchos años atrás. Reitero el nombre para que no haya dudas: Gabriel El Pollo Riquelme.

Denuncia que no se tuvo en cuenta en aquel momento.

Florencia: Sí. Por eso puse muy claro cuando mi descargo por las pintadas en las paredes de la escuela, que esa escuela es responsable de lo que le pasó a esa chica, y a todas las otras chicas que no se están animando a denunciar.

“Yo no sabía que podía iniciar la denuncia sin ser yo la damnificada. La fiscal Gabriela Seró nos orientó y gracias a eso hicimos la denuncia, y hoy se fueron animando otras víctimas a declarar” (Agustina)

En otras palabras, si en María Auxiliadora hubiesen tomado en serio la denuncia que fuiste hacer con tu familia, no hubiese sucedido lo que pasó después en Regatas, al menos con Riquelme.

Florencia: Exactamente. Y yo no tendría la culpa que siento y que voy a seguir sintiendo, porque yo sabía lo que estaba pasando, porque a pesar de que intenté con mis 15 años, no pude hacer nada. Después, enterarme de que tiene una causa, de que tiene condena por estupro, que en noviembre se le terminó la condicional, o sea que si alguien vuelve hacerle una denuncia va en cana. Él ya tiene todos los números adentro.

¿Hay una responsabilidad de las instituciones, entonces?

Florencia: Sí. Porque lo que no se llega a dimensionar es que no es una institución que vende boletas de quiniela, no es una librería, no es una despensa. El club trabaja con personas a cargo, menores y no menores, cuando hay menores el cuidado tiene que ser mil veces más grande, pero las personas que van a un club o una escuela depositan su confianza en la institución. Y por eso es tan grave la figura cuando hay abuso de poder, como ocurre en el caso de Quinodoz y de Riquelme. Es esencial para que se haya cometido el delito la figura del profesor. Si quieren hacer un paralelismo con lo de Thelma, Juan Darthés era el único mayor, el adulto que estaba con los chicos haciendo la gira, también es abuso de poder.

Por eso se habla de abuso agravado...

Florencia: Obviamente que es agravado. Volviendo al club: sin la complicidad de todos los que veían lo que pasaba, no podía hacer nada. Hubo una estructura que se lo permitió y facilitó.

Agustina: Quisiera resaltar lo perverso del manejo del club en dejar y depositar en este hombre el lugar para que hiciera los masajes a niñas. Y me acuerdo la frase de Flor cuando dijo, sobre Riquelme: “Le están dejando la carne a la carta”, y en este caso, lo veía similar: todos los adultos mirando para  otro lado mientras este hombre se dedicaba a hacer masajes y a tener esa intimidad con niñas, cuando ni siquiera tiene un título de profesor de educación física ni de nada.

“Las instituciones son responsables, al no escuchar la denuncia que hicimos con mis padres años atrás, María Auxiliadora es responsable de lo que le pasó a todas las otras chicas con ese profesor Riquelme” (Florencia)

Es interesante además que ustedes dos, con otras mujeres y con algunos varones, construyeron una serie de vínculos que llevaron a crear una estructura de contención y de asesoramiento a las víctimas para que pudieran animarse a llevar adelante esta denuncia.

Agustina: La indignación nos hizo ver de dónde sacar ayuda para desenmascararlo. Nos hermanamos y vimos cómo podíamos hacerlo, cómo encarar las denuncias sin revictimizar a las víctimas, porque había pasado mucho tiempo y no sabíamos si había prescripto el tiempo como para hacer la denuncia. Porque las víctimas eran menores y pasaron 20 años, era revivir todo de vuelta. Por suerte tuvimos toda esa red de apoyos, de muchas mujeres y algunos varones que nos respaldaron y respaldan, y además el acceso a una fiscal, Gabriela Seró, que aunque no era su área nos acompañó y orientó para hacer la denuncia. Porque por ejemplo yo no sabía que podía iniciar la denuncia sin ser yo la damnificada. Ella nos orientó y contuvo, y gracias a eso también se fueron animando otras víctimas a declarar.

Florencia: Yo quiero agregar el agradecimiento a las Brujas Insurrectas, que desde el primer momento nos creyeron y apoyaron. Y quiero decirles también que la causa contra Quinodoz está en trámite, y que las personas que quieran sumarse a la denuncia pueden hacerlo en los Tribunales de la Justicia entrerriana, en los edificios ubicados frente a la plaza Ramírez. Pese a la feria judicial, que empezará a fin de mes, las denuncias se pueden seguir haciendo. Así que invitamos a que se sumen todas las víctimas. Esto que estamos viviendo no tiene vuelta atrás.

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