Los fundamentos de la sentencia serán dados a conocer a las partes el día 15 de abril a partir de las 8.30. Familiares y amigos de las víctimas que colmaron el recinto del cuarto piso de los Tribunales de Concepción del Uruguay festejaron la sanción. El sacerdote condenado no estuvo presente en el adelanto de la lectura, constató El Miércoles Digital.
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En el mediodía de este viernes el Tribunal de Juicios y Apelaciones de Concepción del Uruguay, integrado por los vocales María Evangelina Bruzzo, Fabián Bernabé López Moras y Melisa María Ríos, dio a conocer el veredicto en la causa que se le sigue al sacerdote Marcelino Ricardo Moya.
Moya fue declarado autor de los delitos de promoción de la corrupción agravada y abuso sexual simple agravado en concurso real entre si. Por esa razón fue condenado a la pena de 17 años de prisión de cumplimiento efectivo.
El Tribunal no hizo lugar al planteo de prescripción de la acción que promovió la defensa de Moya. Se dispuso que el mismo permanezca en libertad bajo medidas de coerción hasta que la sentencia dictada se torne ejecutable.
DE QUÉ SE TRATÓ EL CASO
El médico Pablo Hucks, y el estudiante de Derecho, Eduardo Frutos fueron quienes hicieron la denuncia contra el sacerdote en el mes de junio de 2015.
Moya llegó a Villaguay como vicario parroquial y docente del Colegio La Inmaculada y ahí, en esos lugares, y quizá en otros tantos más, abusó de menores. Eso dice la denuncia que presentó el médico Pablo Huck el 29 de junio de 2015 en los Tribunales. Todo sucedió a mediados de los años 90 y dentro de los puntos de la denuncia relató que el sacerdote le practicaba sexo oral y lo masturbaba.
Dos años después de aquella denuncia, el 29 de junio de 2017, el juez de Garantías de Villaguay, Carlos Ramón Zaburlín, rechazó el planteo de los defensores del cura, que reclamaron la prescripción de la causa por abusos a menores, e hizo lugar al pedido que formularon en forma conjunta la fiscal Nadia Benedetti y los querellantes Florencio Montiel y Juan Pablo Cosso, y elevó el expediente a juicio oral.
La resolución de Zaburlín fue recurrida por la defensa, pero el 31 de julio de 2017, el Tribunal de Juicios y Apelaciones de Concepción del Uruguay rechazó el planteo de prescripción formulado por los abogados defensores y confirmó la elevación a juicio.
La causa nuevamente fue recurrida, y llegó a la Cámara de Casación Penal de Paraná el 14 de agosto de 2017. El jueves 11 de octubre último, ese tribunal, en voto dividido, rechazó la vía de la prescripción. El proceso penal fue caratulado “Marcelino Moya s/Promoción de la Corrupción agravada”.
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