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El Mundial y la política

“Fútbol para todos” hizo un esfuerzo considerable para poner de relieve los logros del gobierno y no está mal, porque se pone mucho dinero allí. Y más allá del abuelito porno, es notorio el esfuerzo de algunos periodistas por emparentar esta selección mundialista, dignísima en sus logros, para emparentarlos con los logros del gobierno. Carlos Polimeni, en 6-7-8, llevó la cuestión a cierto nivel compatible con la obsecuencia.

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AnibalGallay

 Por ANÍBAL GALLAY (Especial para EL MIÉRCOLES DIGITAL)

“Esta selección expresa los valores que esta sociedad ha desarrollado en esta década. Es el resultado del estado actual de la sociedad” –dijo el periodista Carlos Polimeni en el programa 6-7-8, el domingo 13 de julio.  Lanzó al ruedo una curiosa teoría, que el triunfo y la derrota en un mundial dependen del estado de la sociedad.

En general suele aceptarse que cuando a un país le va bien, ese bienestar se reflejo en un sinnúmero de actividades, y entre ellas el deporte.  Se trata de una tendencia,  muy general. Cuando el Estado fomenta  y apoya el deporte se produce una tendencia a que los jóvenes se interesen, compitan, se sientan motivados y a la postre se obtenga algún triunfo. Esto está claro en las competencias olímpicas, donde los países más ricos ganan muchas medallas, en tanto que los más pobres, sienten que sus objetivos son mucho más modestos. Esto no quiere decir que necesariamente los países ricos se quedarán con todas las medallas. Claro que en las olimpiadas hay casi cuarenta disciplinas, de modo que las tendencias son más apreciables.

En un mundial de fútbol  donde solo se compite en una disciplina, es por lo menos apresurado suponer que el desempeño de una selección  expresa “los valores que esta sociedad ha desarrollado”, según dijo el periodista.

Argentina jugó su primer mundial en 1930. La década inmediatamente anterior estuvo signada por gobiernos de la Unión Cívica Radical. Perdió la final con Uruguay.

Casi 30 años después participó del Mundial de Suecia. Un desastre. Checoeslovaquia despachó a Argentina con un contundente 6 a 1.  ¿Y la década anterior”. Fue la década peronista, y un par de años de gobierno militar.  A partir del año 1948 los argentinos vivieron su mejor época en cuanto a ingresos, nivel de vida  y derechos sociales. Sin embargo la Selección de fútbol fue un fracaso estrepitoso. En 1962 y 1966 otros fracasos. ¿Fueron fruto de una década signada por los encontronazos políticos? En 1970, Argentina no clasificó, y 1974 pasó sin pena ni gloria.

En 1978, como todos saben fue el año en que logró su primera copa. La década que arranca en 1968 tenía un gobierno militar (Juan Carlos Onganía) y termina con otro gobierno militar (Jorge Videla). En el medio un interregno civil de  menos de tres años. ¿Fue una victoria del paradigma del terrorismo de Estado?  El mundial del 1982, fue intrascendente.

En 1986 nuevamente Argentina es campeón, en México. Y la década anterior que arranca en 1976 estuvo duramente signada por una feroz dictadura,  una derrota militar y al final  una vuelta a la democracia que para la fecha del mundial  llevaba dos años y medio.

Si se sigue la línea de razonamiento de Polimeni, a la Selección argentina le conviene ampliamente sustentarse en décadas de dictaduras, para asegurar así, un triunfo en la copa del mundo.

En 1990 se perdió la final con Alemania, ¿es decir se llega a esa instancia gracias a la década signada por el alfonsinismo? ¿Y el fracaso del 2002 y el 2006 al neoliberalismo menemista?

La década 2004-2014, tiene una clara señal kirchnerista. Y dirá el periodista Polimeni:  "No vamos a olvidar esta era. Esta Selección expresa los valores que esta sociedad ha desarrollado en esta década. Esta Selección es un resultado del estado actual de la sociedad y expresa algunos valores de la sociedad actual; expresa los valores de esta década".

Y queda una pregunta: cómo se explica el fracaso de 2010, si este proyecto político ya tenía siete años de desarrollo.

No será necesario hacer un recuento del estado de la sociedad en la que Brasil ganó tres copas en poco más de una década. Campeón en 1958, 1962 y 1970. En esos años hubo gobiernos civiles y militares, pero algo no variaba: la brasileña era por entonces  una de las sociedades más desiguales del mundo.  Y en este 2014, cuando la población ha mejorado considerablemente, con las políticas de Lula y Dilma, su Selección de futbol ha tenido la peor  actuación de su  historia.

La teoría de Carlos Polimeni no tiene, al parecer mucho sustento. Los gobiernos de esta década han tenido una notable cantidad de políticas digna de mención. Así que parece innecesario inventar teorías que se parecen mucho a la obsecuencia.

anibalgallay52@hotmail.com

 

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