El Miércoles Digital Concepción del Uruguay – Entre Ríos
Los restos de Eduardo Germano fueron localizados e identificados en una de las 123 tumbas exhumadas por el Equipo Argentino de Antropología Forense en 2011 en el cementerio de La Piedad de Rosario, donde se hacían enterramientos de asesinados en falsos enfrentamientos fraguados por los agentes de la dictadura.
Los restos de Germano, detenido-desaparecido el 17 de diciembre de 1976 en esa localidad, serán trasladados a Paraná el 17 de diciembre, en un nuevo aniversario de su detención ilegal, y serán depositados en el panteón donde descansa su familia.
“Con la emoción apretando por dentro, hacemos llegar un fuerte abrazo a la familia Germano y honramos la memoria de Felipe y Carmen, padres de Eduardo, quienes lucharon hasta sus últimos días por desandar el camino del olvido y la impunidad. Y a Guillermo, su hermano, que junto a los organismos de derechos humanos sedimentaron en la provincia los pilares de las políticas públicas que nos han permitido construir mayores niveles de Memoria, de Verdad y de Justicia”, expresa el comunicado firmado por la Secretaría de Justicia de Entre Ríos, la Subsecretaría de Derechos Humanos y el Registro Único de la Verdad.
“Asimismo, destacamos la ardua labor científica del Equipo Argentino de Antropología Forense y la tarea jurídica de los abogados querellantes. Trabajo que toma un sentido más profundo y contundente en el marco de la irrevocable decisión de Néstor Kirchner de hacer de los derechos humanos una política de Estado”, señalaron.
Eduardo Germano tenía 18 años cuando fue detenido desaparecido por la dictadura militar en la ciudad de Rosario, un día antes de mantener un encuentro con sus padres. Su cuerpo y el de la persona que lo acompañaba fueron volados con explosivos junto a la estación transformadora de energía en el barrio de Fisherton.
El operativo estuvo dirigido por el jefe de Servicio de Información de la Unidad Regional II del Ejército Argentino, Agustín Feced.
El hecho fe presentado a la prensa como un “enfrentamiento” producto de un “atentado frustrado”. Las mismas figuras con las que el Gobierno militar ocultó a miles de los crímenes de lesa humanidad que cometió desde su instauración en 1976.
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