Pellegrini: “La mercantilización de la producción de alimentos tiene cara de varón machista”

Rosalia Pelegrini es coordinadora de la Secretaría de género de la Unión de Trabajadores de la Tierra. Charló al aire de “La Rueda Mágica” en Radio UNER acerca del momento actual del feminismo en los sectores de los trabajadores del campo.

“Hay un momento generalizado de todos los sectores de la sociedad de una ausencia de nosotras, que en realidad venimos luchando hace un montón, pero ahora estamos siendo cada vez mas visibilizadas. Desde las compañeras agricultoras, trabajadores de la tierra, venimos juntándonos con esta marea que hay también haciendo nuestro proceso y reflexiones. Nos juntamos más que nada al inicio por la violencia machista, los territorios rurales, la cultura patriarcal, la presión de la violencia que está muy naturalizada, mucho más de lo que uno piensa. Entonces tuvimos que armarnos nosotras con nuestras propias herramientas y armas, y ese es un proceso muy rico porque desde la práctica concreta nos hizo crecer, subir nuestra autoestima, conocernos más y empezar ahora sí a reflexionar sobre esa otra cara del patriarcado que no tiene que ver con la violencia doméstica, sino que tiene que ver con el modelo productivo, con como se piensa el campo, la naturaleza, los bienes comunes y como nos afecta a los cuerpos de las mujeres”.

"En ese modelo de producción nos dimos cuenta que la mujeres quedamos excluidas de ese campo productivista, que tiene que generar guita y no alimento".

Además destacó cuál es el principal obstáculo para las mujeres trabajadoras del campo: “Principalmente partís de una cultura patriarcal que nos atraviesa a nosotras mismas, en la que la sociedad nos dijo 'no podes', nos juzgó y muchas veces somos las mujeres las que nos prometemos en nombre de nuestros hijos ese mandato que nos pusieron de decir que 'por nuestros hijos merecemos una vida de violencia, tristeza, de falta de libertad'. Entonces primero está la cultura, la sociedad, que nos atraviesa a todas, a nuestras organizaciones, familias. Pero después también empezamos a ver que hay otras alianzas grandes del patriarcado que tienen que ver con cómo se entendió de un tiempo a esta parte la producción de alimentos en el mundo. La mercantilización de la producción de alimentos tiene cara de varón machista. En ese modelo de producción nos dimos cuenta que la mujeres quedamos excluidas de ese campo productivista, que tiene que generar guita y no alimento. En ese campo nosotras nos transformamos en un factor más de mano de obra sin salario y sin capacidad de opinión”.

"El feminismo todavía sigue siendo algo como 'de las mujeres'".

Finalizando la entrevista resaltó qué estrategias debemos conciliar para sumar más gente al movimiento feminista: “Primero que nada, reflexionar acerca de las relaciones de poder, amor, laborales, productivas. Reflexionar desde lo que nos trae el feminismo es darnos cuenta de que son relaciones asimétricas de poder, eso tenemos que ver que es algo que no es de las mujeres. El feminismo todavía sigue siendo algo como 'de las mujeres'. Nosotros en nuestra organización decidimos construir una Secretaría de Género que atraviese y cuestione todo, que no se transforme en el grupo de mujeres donde estamos las promotoras de género que salvamos vidas. Que no sea sólo eso, que podamos cuestionar la política, cómo vemos la agroecología, cómo se atiende la comercialización. Que podamos empezar a cuestionar todo, que sea bienvenido eso, porque es algo que nos hace bien. Las compañeras agricultoras estamos en ese camino”.

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