El presidente se expresó sobre "los 59 días por delante hasta llegar a las elecciones" y elevó un llamado a todos los actores políticos para mantener la calma y la paz.
El presidente Mauricio Macri brindó un sorpresivo mensaje esta mañana. Si bien se esperaba que participara de la botadura del buque Santiago S. Tandanor, no se creía que hiciera alusión a las últimas medidas económicas adoptadas por su gobierno para tranquilizar a los mercados.
Entre otros puntos, el Jefe de Estado planteó que se están implementando las medidas que hacen falta "para reducir la incertidumbre", pero elevó un llamado a todos los actores políticos para mantener la calma y la paz. "Tenemos 59 días por delante hasta llegar a las elecciones: que transcurran de la mejor manera es mi responsabilidad como Presidente, pero no depende solo de un gobierno", aseguró.
LAS NUEVAS MEDIDAS
El presidente Mauricio Macri se liberó las manos para disponer sin restricciones de los 9000 millones de dólares necesarios para sostener eltipo de cambio hasta el 27 de octubre, día de la elección. Así, dispuesto a dar la pelea hasta el final, el Gobierno mandó un mensaje directo para dos destinatarios: Alberto Fernández y a los mercados.
Esa cifra, que confirmaron fuentes cercanas al Presidente, representa los vencimientos de deuda que el Gobierno tenía que cancelar antes de los comicios. "Estamos dispuestas a hacer cualquier cosa con tal de que no nos volteen", fue el crudo análisis que realizó un integrante del gabinete nacional.
La Casa Rosada reforzó su posición para enfrentar la crisis cambiaria que se desató tras el resultado de la PASO. El encargado de los anuncios fue el ministro de Hacienda,Hernán Lacunza, el ideólogo del plan para atacar el frente financiero, publicó La Nación.
El punto más importante de las medidas que presentó este miércoles fue que el Gobierno abrió el diálogo con el FMI para "reperfilar" los vencimientos de deuda. Además, Lacunza anunció que postergarán entre tres y seis meses los pagos de las letras como Lecaps y Letes para inversores institucionales como bancos y compañías de seguros; que convocarán a los bancos internacionales para comenzar a elaborar una propuesta de canje de bonos emitidos bajo legislación extranjera y que enviarán al Congreso un proyecto de ley para permitir refinanciar la deuda emitida en pesos bajo legislación argentina.
Macri se convenció de dar este paso tras el fin de la frágil tregua con Alberto Fernández, al que acusó durante los últimos dos días de provocar con sus palabras el último sacudón financiero. Nada frenó el incremento de la moneda norteamericana. Ni siquiera las siete subastas por un total de US$ 367 millones que realizó el Banco Central logró contener la suba.
"El Presidente hará lo que haga falta para cuidar a los argentinos; va a poner toda la carne al asador", graficó uno de los hombres de máxima confianza del jefe del Estado. Ahora, el gobierno nacional espera el desembolso del Fondo Monetario Internacional (FMI) por unos US$ 5400 millones que debería llegar luego del 15 de septiembre. En Washington, como adelantó la nacion, analistas que trabajaron en el Fondo creen que ese giro llegará. Es el refuerzo que espera Macri para dar una señal de fortaleza.
Después de seguir con atención la marcha de los mercados, el Presidente siguió la presentación de Lacunza -ayer no se vieron personalmente ya que el ministro mantuvo una reunión con los representantes del FMI y pasó el resto del día en su oficina- desde la quinta presidencial de Olivos, donde estuvo todo el día. "Quedó conforme", resumieron fuentes oficiales.
"Teníamos que dar una señal de fortaleza frente a los mercados. Era importante mostrar que tenemos espalda para aguantar", manifestó un importante integrante del gobierno nacional. La prioridad de Macri es estabilizar el dólar. Sin control sobre esa variable no tendrá ninguna oportunidad en las elecciones, por eso habilitó la jugada. Pero también buscó involucrar al resto de las fuerzas políticas con el envío al Parlamento de la iniciativa que tiene como objetivo extender los plazos para reducir el peso de los pagos de la deuda durante el próximo mandato presidencial. En ese sentido, después de la conferencia de prensa, Lacunza se reunió con las espadas legislativas de Cambiemos para darles los detalles. Ahí estuvieron presentes el candidato a vicepresidente, el senador Miguel Pichetto; el presidente provisional del Senado, Federico Pinedo, y el jefe del interbloque en Diputados, Mario Negri, entre otros. La sorpresa de la tarde fue que, al término de ese encuentro, Pichetto estuvo durante varios minutos hablando en el estacionamiento del Ministerio con el exministro y extitular del Banco Central, Luis Caputo -también participaron el senador Esteban Bullrich y el diputado Luciano Laspina-, que estuvo ayer en Hacienda junto a otros economistas.
Así, el Gobierno vivió otra jornada marcada por el nerviosismo. Lejos de la aparente tranquilidad de los jardines de Olivos, Macri empezó el día con una reunión de seguimiento de integración urbana, mientras que el jefe de Gabinete, Marcos Peña, y sus funcionarios de confianza motorizaron la resolución del Banco Central, que obliga a los exportadores a liquidar divisas. Al mediodía, Macri, Peña y Pichetto almorzaron con una veintena de senadores que integran el bloque Cambiemos. Ahí también les adelantaron parte del paquete de medidas que anunció Lacunza .
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