Los cambios en los hábitos de la población, la falta de papel higiénico en los supermercados y los velorios vía streaming son algunos de los puntos relatados por Renzo Esposito. Este uruguayense vive hace cuatro meses en New York (Estados Unidos), donde la acción del Covid-19 y la forma del Estado de abordar la pandemia han provocado la mayor cantidad de contagiados y víctimas fatales.
Por VALENTÍN BISOGNI de EL MIÉRCOLES DIGITAL
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Renzo concluyó el secundario en el Colegio del Uruguay y tuvo una estrecha vinculación con los medios de comunicación. Trabajó en Animal FM con Abelardo Santángelo y tuvo programas en Radio 9.
Hace un año y cuatro meses vive en Estados Unidos. Estuvo doce meses en Michigan y hace cuatro meses se mudó a New York City “vine a mitad de diciembre del año pasado. Así que estaba empezando a conocer la ciudad, a explorar lugares, cuando en febrero empezó esta situación”, contó a El Miércoles Digital.
Tiene 25 años y vive en esa ciudad con Morgan, su esposo. La mayoría de su familia sigue residiendo en La Histórica.
“Siendo New York la ciudad más poblada de Estados Unidos con casi nueve millones de habitantes, se preveía una amplia expansión del virus. Personalmente, desde los primeros días de marzo que me autorresguardé en protección personal y sólo he salido para hacer las compras del supermercado. Esto ha sido todo un desafío. Por un lado, las ganas de salir a explorar la ciudad, sobre todo ahora que estamos en primavera, todo empieza a florecer y el aire es totalmente fresco y renovado. Por otro lado, por recién haber llegado a la ciudad, y también la cantidad de lugares donde se puede ir”, explicó.
"(...) es una oportunidad, no necesariamente esto pasará si no tomamos el aprendizaje y lo convertimos en acción y cambio”
Renzo vive en el barrio de Harlem, al norte del Central Park, que es el parque gigante que tiene la ciudad en la isla de Manhattan. Vive con su pareja en un departamento “relativamente chico, de cerca de 35 metros cuadrados”.
Después explicó cómo empezaron a prepararse cuando tomaron conciencia de lo que se les venía: “En febrero ya parecía que iba a ser algo muy compleja la situación, y que veíamos que el virus se seguía esparciendo más y más. Así que lo aceptamos desde el principio y nos preparamos para la peor situación que imaginamos: estar varios meses encerrados. Y, desde ahí, fluimos mucho más”.
CÓMO LO MANEJÓ EL ESTADO
Este joven uruguayense reconoció que en la ciudad, “mientras en el resto del mundo veíamos que se tomaban medidas muy fuertes, acá todo fue desde la sugerencia”. “Esto se debe un poco a algo cultural del país, donde los ciudadanos no son de recibir muy bien si el gobierno tomara medidas de prohibición total o que recibas una multa por estar afuera”, detalló, y que “sería algo que nunca pasaría porque cada ciudadano es responsable de sí mismo, de tomar o no las recomendaciones”. “Esto hizo que el virus también se expandiera muchísimo más y, por ejemplo, recién desde hace menos de dos semanas para ir a supermercados es necesario usar máscaras o no te dejan entrar. Es real lo del efecto del papel higiénico, a tal punto que sigue sin haber prácticamente en los supermercados”, comentó.
“Otra cosa que también fue afectada fueron las compras por internet, sobretodo de Amazon (es como Mercado Libre, donde podés comprar de todo, incluso frutas, verduras o alimentos en el día) estuvieron demoradas por varios días, incluso semanas. Ahora todo lo que compras online está en un promedio de cinco a diez días para llegar cuando previo al coronavirus todo llegaba al día siguiente”, relató.
Resaltó algunos cambios en los hábitos de los ciudadanos: “Ahora se ha expandido y lo hacen varias ciudades, pero hace tan sólo dos meses parecían locuras. El caso que más me llama la atención son cómo se reconvirtieron las salas velatorias, que ahora están haciendo streaming de video así los familiares pueden ver la ceremonia, o hablar entre ellos online. Incluso podés ver con una cámara el cajón”.
“Mi reflexión de esto es que, ante experiencias totalmente de incertidumbre como esta que estamos viviendo en el mundo, y que creo seguirán pasando cada vez más, ante más rápido pasemos a la aceptación, y desde ahí gestionar lo que sea que venga. Sin dudas, es totalmente difícil, nos saca y rompió los planes para todos y todas, pero si sólo nos quedamos ahí, nos perdemos la increíble oportunidad que se nos presenta”, se esperanza.
“Una oportunidad para reflexionar, para tomarnos tiempo de pensar. O tal vez todo lo contrario, de acción, de hacer y de tomar, sea lo que sea, como parte de un proceso más. Creo que esta tormenta nos va a dejar mucho más fortalecidos como sociedad, más en las bases, sin tanto exceso material de cosas. Pero es una oportunidad, no necesariamente esto pasará si no tomamos el aprendizaje y lo convertimos en acción y cambio”, finalizó.
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