El gobernador de Salta habrá recibido con alguna sorpresa el saludo del presidente Alberto Fernández. Saludo relacionado con el 199 aniversario de la muerte de Martín Miguel de Güemes. La historia mitrista que sigue firme en la mentalidad general, considera a Güemes un caudillo provinciano. Aunque objetivamente sea un protagonista de la independencia argentina, es para la historia oficial de nuestro país, un caudillo salteño, pintoresco y que actuó, en Salta, lejos de Buenos Aires.
Por ANÍBAL GALLAY de EL MIÉRCOLES DIGITAL
El presidente de la Nación, Alberto Fernández, se comunicó con al gobernador de Salta al cumplirse el 199 aniversario de su fallecimiento. No será necesario relatar la importancia de Güemes en las guerras de independencia. Sin su presencia en el norte la tarea de San Martín en Mendoza hubiera sido más dificultosa.
La historia mitrista considera héroes nacionales a quienes han tenido actuaciones en Buenos Aires y por supuesto han defendido sus intereses.
"...la perspectiva mitrista logró que Güemes fuera solo un caudillo salteño y que José Artigas fuera uruguayo, cuando es nada menos que el actor principal del federalismo argentino".
Con cierto aire peyorativo a Güemes se lo reduce a la categoría de caudillo salteño.
Moreno, Rivadavia, Belgrano, Sarmiento y San Martín son héroes nacionales. Este último metido a presión en el panteón nacional, después de “limpiarlo” de ideas americanistas.
Belgrano debió ser desprendido de los conceptos tendientes a fomentar la industria nacional.
El diario La Nación se encargó de convertir a Bartolomé Mitre en el hacedor de la Argentina. Una acotación: una escuela del sur entrerriano lleva el nombre de Bartolito Mitre, hijo del general. ¿Méritos? Habrá que hallarlos.
El presidente Fernández es un porteño y mira el país desde el puerto. Es una manera posible de entender ese saludo al gobernador de Salta. Puede haber otros motivos, pero la perspectiva mitrista logró que Güemes fuera solo un caudillo salteño y que José Artigas fuera uruguayo, cuando es nada menos que el actor principal del federalismo argentino. Urquiza mercería algún largo párrafo que excede estas líneas.
No se conoce que se salude al gobernador de La Rioja al rememorarse las figuras de Facundo Quiroga y el Chacho Peñaloza.
El gobernador de Corrientes debería recibir algún saludo, si se sigue la lógica porteña, en relación a Pedro Ferré o Genaro Berón de Astrada.
Estanislao López, Juan Bautista Bustos son apenas figuras anecdóticas en los libros escritos por el mencionado Mitre, y el provinciano Sarmiento.
Por supuesto que Francisco Ramírez, López Jordán, más allá de las controversias, formaron parte de la historia argentina, que se niega a incluirlos o los rebaja a figuras pintorescas del andar histórico.
“Güemes ha sido un hombre inmenso y celebro que reciba el homenaje de todos los argentinos, y por eso quise estar hoy presente acompañando al pueblo de Salta que tanto quiero”, afirmó el presidente Fernández.
Estas palabras del presidente, a las que se puede adherir sin tapujos, no encajan si van dirigidas al gobernador de Salta. Esas mismas palabras y todo su mensaje pudieron bien volcarse en un texto dirigido a toda la Nación, tecnología mediante, dada las circunstancias.
Arturo Jauretche en su libro "Pantalones Cortos", reflexiona como la intelectualidad porteña logró que los provincianos fueran “pajueranos”, es de decir “de afuera”. Y agrega que los provincianos son los auténticos “padentranos”, creando un término ilustrativo.
Buenos Aires mira al este, y lo que está sus espaldas le es impropio.
Güemes es un provinciano que dio la vida por la independencia americana. Pero el teatro de sus andares fue demasiado lejos de Buenos Aires, y hombre molesto para la sociedad salteña.
rubengallay@hotmail.com
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