La diputada nacional aliada al espacio del Frente Renovador, Cristina Cremer, consideró “antirreglamentario e ilegal” el presente proyecto de reforma del Código Civil y unificación con el Código Comercial venido en revisión del Senado de la Nación.
Si bien Cremer entiende como lógico que se adapte al siglo XXI el Código Civil de Vélez Sarsfield, el cual regula la existencia personal y familiar desde el 1 de enero de 1871, cree que el tratamiento se debe llevar a cabo "con el procedimiento reglamentario legal y constitucional, escuchando a la Cámara de Diputados y no atropellando las instituciones y sin el debido debate en las comisiones correspondientes".
En este sentido, la legisladora adelantó que votará en forma negativa y dejará reservado su derecho a impugnar el proyecto en el Poder Judicial de la Nación, de ser este último aprobado.
Para ello, fundamentó su posición: “La iniciativa fue presentada en marzo de 2012 por el Poder Ejecutivo; luego, hace 300 días se le dio media sanción en el Senado y ahora sin el debido tratamiento en comisión a tan importante norma se le pretende dar un tratamiento expres en la Cámara de Diputados”, aseguró Cremer, quien enfatizó que el texto “no responde al anteproyecto redactado por 100 juristas y la tarea de la Comisión Bicameral quien realizó 15 audiencias y feneció con el recambio del mes de diciembre”.
“Este nuevo Código Civil modifica el vigente desde 1869 y lo fusiona con el Código Comercial. Tiene 2671 artículos y entrará en vigencia el 1 de enero de 2016. Me pregunto: ¿qué apuro hay? ¿Por qué hacer un procedimiento incorrecto e ilegal? No estamos frente a una norma cualquiera, sino frente a un cuerpo de leyes muy importante para la vida de todos los argentinos ya que modifica la regulación de la transmisión de derechos, las relaciones de familia, el estatuto de la adopción, obligaciones y contratos. También establece que una deuda en moneda extranjera puede cancelarse en pesos”, aseguró la legisladora.
Entre las falencias, enumeró: “Este proyecto no establece el acceso al agua potable como derecho fundamental; del mismo modo los derechos de los Pueblos Originarios y la función social de la propiedad fueron dejados de lado, lo cual nos parece un olvido grosero. Por otro lado, merece mayor discusión lo del divorcio expres, donde se suprimen las causales de subjetividad (adulterio), se elimina el plazo mínimo y se habilita petición de un solo cónyuge y además incorpora las modificaciones de matrimonio igualitario”.
“Sí estamos de acuerdo con dejar establecido claramente en el artículo 19 que la vida empieza desde la concepción, eliminando el alquiler de vientres y prohibiendo la posibilidad de manipular embriones, ni siquiera en temas de salud”, aseguró Cremer.
En tal plano, volvió a recalcar que “la Cámara de Diputados no puede quedar al margen de la discusión en las comisiones correspondientes y enterarnos por los medios de comunicación de un trámite que lo hacen a la carga barraca, mientras que los argentinos se debaten entre la inflación, la caída de la actividad económica y la inseguridad”.
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