El Miércoles Digital Concepción del Uruguay – Entre Ríos
En una carta abierta, las víctimas expresaron que su abusador, a quien habían denunciado en 2017, cuenta con el privilegio de estar en libertad a pesar de haber sido condenado a 7 años de prisión. Se presentó un recurso de Casación ante la Cámara Penal de Concordia, pero hasta el momento sigue sin resolución.
El 1 de noviembre de 2017, dos hermanas que fueron víctimas de abuso sexual durante su infancia lograron hablar sobre lo que pasaron y denunciar a su abusador, a quien dieron a conocer como M.N.E. y que es oficial del Ejército Argentino.
“Debimos atravesar un extenso proceso judicial que implicó declaraciones en cámara Gesell, en Fiscalía, frente a distintos profesionales del Equipo Técnico del Juzgado Penal, Ministerio Pupilar y el COPNAF”, detallaron en la carta abierta donde preservaron sus identidades y que titularon “¿Hay justicia para las mujeres en Entre Ríos?”.
El agresor, fue condenado el 16 de octubre de 2019 por el Tribunal de Juicio Oral integrado por Rubén Alberto Chaia, Mariano Sebastián Martínez y María Evangelina Bruzzo, con la pena de 7 años de prisión de cumplimiento efectivo por los delitos de abuso sexual simple reiterado, agravado por la situación de guarda y aprovechamiento de la situación de convivencia preexistente y exhibiciones obscenas agravadas, según Legajo: Nº 1160 Folio 168 Libro I (I.P.P. Nº 5220/17 de C. del Uruguay), sentencia número cincuenta y tres. Sin embargo, el condenado jamás estuvo detenido y actualmente desempeña funciones en el Ejercito de Zapala (Neuquén) realizando vida normal, circulando, viajando y hasta utilizando redes sociales.
Según supo este medio, el condenado es Matías Nicolás Escalada.
La carta afirma: “Nunca estuvo detenido, ni durante la instrucción penal, el desarrollo del juicio ni cuando se dio a conocer su condena. Sigue gozando del encubrimiento en libertad. Presentó un recurso de Casación ante la Cámara Penal de Concordia, pero hasta la fecha el tema sigue sin resolución. Esto también es violencia hacia las víctimas, profundizando nuestra vulnerabilidad y burlándose del dolor que tuvimos que atravesar para llegar a la denuncia y el juicio”.
En ese sentido, también hacen referencia a la reciente libertad de Néstor Pavón, uno de los acusados del femicidio de Micaela García, dando cuenta del escenario donde el sistema judicial deja a las víctimas en total desamparo y a los femicidias y abusadores en libertad. “Con esta y otras situaciones del Poder Judicial en Entre Ríos resurge en nosotras, con la fuerza de una cachetada, la sensación de injusticia, de impunidad. Porque la justicia entrerriana retrasa procesos, vulnera derechos de las víctimas y profundiza privilegios de los abusadores”, manifestaron.
Mientras tanto las denunciantes, quienes debieron atravesar ayuda terapéutica para intentar sobreponerse de las secuelas que deja un abuso, temen ante la posibilidad de volver a encontrarlo en la calle. “Si existiera en la justicia provincial un compromiso real con la cuestión de género, no deberíamos estar las mujeres pidiendo que nos tomen en serio, que respeten nuestros sufrimientos, que no nos revictimicen con procesos interminables. Por eso, con dolor, bronca e impotencia preguntamos a viva voz, ¿no han sido suficiente los 3 años para alcanzar algo de la reparación que las víctimas necesitamos? Mientras crecen los femicidios, los abusos y la violencia sexual, parece que la vida y la muerte de las víctimas no es prioridad. ¿Hay justicia para las mujeres en Entre Ríos?”.
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