Música, agroecología e inspiración para componer sus canciones, de todo eso y más habló el Pato Pérez entrevistado “En la Víspera”.
Como todas las temporadas, nuevamente Norberto “Pato” Pérez fue entrevistado “En la Víspera”. Esta vez, por causas de público conocimiento, de manera virtual. Basavilbasense nacido en Caseros –durante la charla aclarará que fue por cuestiones técnicas y que, tras ser alumbrado, en unas horas ya estaba en Basavilbaso- el equipo de El Miércoles decidió durante la emisión rebautizarlo como "uruguayense del Departamento".
El Pato Pérez brindó uno de los últimos recitales pre pandemia en la presentación de “Zeta”,
libro de Javier Gauna editado por El Miércoles. Días después, las actividades culturales se detuvieron y los artistas ya no pudieron hacer presentaciones en público. “Hay cosas peores que no poder tocar en vivo, hay gente que la está pasando mucho peor que yo”, contó el Pato. “Trato de componer, de meterle al ensayo, cavilar arreglos y pensar alguna estrofa más para canciones nuevas; tratando de ocupar el tiempo creativo –que tampoco es mucho- en esas cosas”.
Además de ser músico y creador de canciones, Pérez es también ingeniero agrónomo y cultor de la agroecología, temáticas que se cruzan al momento de las composiciones musicales. “Sucede de manera involuntaria; nunca digo ‘voy a escribir sobre esto’, sino que en un momento me encuentro con cosas comprometidas con esta temática. O escuchando hace un rato el minuto de ateísmo, también se me ocurren cosas desde una postura antimesiánica”.
El Pato viene del palo del rock , pero su último disco, “Era un cuento” (2017), tiene ritmos litoraleños. “No me caso con los ritmos ni tampoco me limito. La música es una, y el que la quiera meter dentro de un cajón que lo haga. Yo hago canciones que por ahí vienen del rock pero que se recuestan contra el río. Es una cuestión casi geográfica”.
Que artistas jóvenes se apropien de ritmos tradicionales y que resignifiquen ese bagaje tan amplio de la cultura regional no deja de ser un proceso valioso y motivador. Eso está pasando hoy, y el Pato Pérez es parte de ese movimiento. “Me gusta ponerle un poco de condimento mío, acelerarlas un poco y no hacerlas tan tradicionales (a las canciones), darles un rockerazo. Linares Cardozo es un referente dentro de la poesía litoraleña y el folklore argentino y ‘Peoncito de Estancia’ también está ligado a la cuestión rural, a ese niño que jugaba a trabajar. El espacio de las canciones es para todos, no sólo para quienes nos denominamos artistas. En este momento yo estoy con el saco de artista, pero si es algo genuino que sale del corazón y hay algo para decir, que golpea, hay que decirlo. Y quizá lo mejor sea decirlo involuntariamente, sin andar explicándolo”.
Se baila si toca Mil Mangas
En los dosmiles Concepción del Uruguay y la zona bailó y se divirtió con una banda de amigos que bautizó su agrupación por una anécdota peculiar. Cuenta la historia que uno de los chicos siempre recortaba las mangas de sus remeras, y conservaba el recorte de tela. Fue así que durante un ensayo el baterista requirió un trapo para limpiar la batería y pidió: “traeme una de tus mil mangas”. El resto es historia. Presentaciones en boliches, pubs, playas fiestas, y hasta un videoclip del hit “Te morís” con la participación del gran Carlitos Vecchio.
Verano, fiesta y amistad, eso es Mil Mangas aunque “por ahí parezca que fue/es una banda para la joda, medio liviana”, reflexiona el Pato. Consultado por si piensan hacer un recital regreso post pandemia, reveló que “estábamos en la gatera cuando se declaró la pandemia. Ya estábamos con la publicidad lista. En este momento estamos todos en nuestros respectivos proyectos y familias. Mil Mangas es un lindo lugar donde uno se encuentra con los amigos, y valoramos mucho el camino que hemos realizado cada uno de manera individual. Gracias a eso hoy podemos organizar un recital y de un día para el otro vender quinientas entradas”.
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