de ANÁLISIS DIGITAL
Lo más preocupante de esta situación –además de la falta de alguna respuesta oficial- fue que esta medida intempestiva sucedió a comienzos del fin de semana, por lo cual se entiende que nadie modificará esta triste realidad en el organismo nacional hasta que lleguen los primeros días hábiles. Mientras tanto, los casi 80 mil usuarios que diariamente acuden a ANÁLISIS DIGITAL para informarse, se encontrarán desorientados y seguramente tardarán en llegar a revistaanalisis.com.ar, lo que, sin dudas, beneficia a aquellos que apuestan a la desinformación, al silencio, a la censura.
El sistema tampoco permite la inserción de información alguna en nuestro sitio, para dar cuenta de lo que sucede y el traslado al nuevo dominio, lo que se hace aún más engorroso, ya que solamente dependemos de las redes sociales y la buena voluntad de los colegas y los usuarios que se van enterando.
Desde aquí las disculpas del caso, pero lo sucedido está fuera de nuestro alcance. Se hizo lo imposible ante lo que quizás podía ocurrir, durante la semana que transcurrió, para que no se llegara a esta situación de desaparición y silencio a la que nos llevaron (lo que nunca ocurrió desde 1995 a esta parte), pero no hubo ninguna solución.
No existe deuda alguna ni faltante de documentación, ni nada por el estilo. Es solamente una cuestión técnica, casi absurda e inentendible, que terminó sacando de aire a un sitio que existió durante casi dos décadas y que fue ejemplo y mentor de la mayoría de las web de la provincia y buena parte de la Mesopotamia. Así estamos de ciegos y burócratas por estos días, donde poco vale la seriedad, el profesionalismo, la trayectoria o la apuesta a la verdad.
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