La pandemia funcionó como excusa indiscutible y las autoridades municipales recuperaron las instalaciones del tradicional Mercado Municipal. Años atrás se había intentado instalar allí un casino, pero el rechazo de la sociedad uruguayense lo impidió. Ahora se abre la expectativa para saber qué destino se le dará.
REDACCIÓN de EL MIÉRCOLES DIGITAL
El intendente Martín Oliva lo había anunciado en la conferencia de prensa realizada en agosto pasado: el Mercado Municipal Tres de Febrero será dispuesto como centro de distanciamiento para personas contagiadas de coronavirus, en el posible caso en que se lo necesite. Sin embargo, dadas las condiciones reales en que se encuentra el lugar –después de algunos años de diferencias con quienes ocupaban los puestos del Mercado, que involucraron acciones judiciales y distintos cruces de opiniones– nadie creyó demasiado en ese anuncio.
Lo cierto es que hasta el momento no se sabe qué destino se le dará al lugar cuando pase la pandemia. Según se dio a conocer informalmente desde la Municipalidad, el intendente Oliva iniciará un proceso de diálogo con diferentes sectores sociales para consensuar un proyecto: “invitará a participar a las universidades y colegios de profesionales para que opinen al respecto”, explicaron fuentes del entorno municipal a este medio.
También aclararon que, si bien no hay por ahora ningún proyecto cerrado y lo que quieren es analizar las posibilidades a llevar a cabo en el histórico edificio, “el intendente no pretende hacer nada que no tenga el debido consenso social”.
La idea base, explicaron a El Miércoles Digital desde la secretaría de Gobierno, es “no alterar el espíritu del lugar, es decir para lo que fue concebido originalmente en su construcción pero aggiornado al siglo 21”. Algo así como poner en valor el lugar para transformarlo en un moderno Mercado que funcione como un paseo de compras pujante y dinámico, como los que existen en las grandes ciudades de cualquier país desarrollado. Incluso hay algunos modelos en vista, como se explica más abajo.
UN POCO DE HISTORIA
Desde hace más de diez años la Municipalidad de Concepción del Uruguay, y a lo largo de cuatro gestiones diferentes –aunque todas del mismo partido político, el justicialismo– intenta “recuperar” el Mercado.
Primero fue Marcelo Bisogni: en noviembre de 2009 junto al gobernador Urribarri y el vice Lauritto, el intendente Bisogni presentaba el “Megaproyecto Turistico” con el grupo Entretenimientos de La Costa, una unión transitoria de empresas formada por los empresarios Miguel Marizza y Jorge Cura. Esa UTE pretendía instalar en el emblemático lugar un casino.
El convenio ya había arrancado mal: fue aprobado en sesión a puertas cerradas, con tres concejales opositores de ese momento retirándose en desacuerdo –mientras abajo rugían los motores del rally– y con el rechazo de organizaciones insospechadas de ser opositoras como el Colegio de Arquitectos, que se preguntaba ya en 2010, cuál sería el beneficio público de “una sala de apuestas, de usufructo privado por 50 años” que permitiría “perder los recursos generados por IAFAS para todos los entrerrianos” y presenciar “cómo estos capitales emigran hacia otros destinos sin plasmar inversiones en nuestra provincia o ciudad”.
En diciembre de 2009 Urribarri hizo aprobar la Ley Provincial de Turismo, abriendo la puerta al negocio del juego a los empresarios privados. Su artículo 3 permite que en emprendimientos turísticos “declarados de interés provincial” pueda haber “salas de juegos recreativos de azar y/o casinos”, en manos privadas.
En diciembre de 2010 mediante Resolución número 1551 el IAFAS autoriza la apertura de una sala de juegos privada a cargo de Entretenimientos de la Costa. Se firma el acuerdo judicial por el cual se entregaría el Mercado a Marizza en abril de 2011.
Como recordarán los memoriosos, muchos de los artesanos que por entonces trabajaban en el Mercado, aceptaron trasladarse al espacio que ocupan en calle Supremo Entrerriano, en el edificio de la Municipalidad vieja, de donde la gestión Bisogni decidió en 2011 desalojar al Museo Yuchán de las Culturas Aborígenes (ver nota...hace nueve años la comunidad uruguayense perdía....).
Sin embargo, hubo puesteros que decidieron resistir, y con apoyo de buena parte de la sociedad uruguayense, se estructuró un movimiento que finalmente impidió el desalojo, en donde no faltaron amenazas de violencia y acciones judiciales. Pero pronto también comenzaron las diferencias entre los socios: en octubre de 2012, al mismo tiempo que comienza el intento de desalojo del Mercado, Schepens y Marizza intercambian cartas documento con reclamos cruzados por incumplimientos.
En noviembre de 2012 el Mercado se cierra con la fuerza policial. La Asociación Protectora del Mercado se presenta ante la justicia. Se propone en el Concejo Deliberante una consulta popular sobre el Proyecto, sin éxito. En diciembre del mismo año, la Justicia da la razón a los artesanos: ordena a la Municipalidad “el cese de todo acto” contra la tenencia del lugar por parte de los puesteros.
Ya en 2013, el intendente Schepens anuncia que revisará “hasta el ultimo punto y coma” del escandaloso Proyecto Turístico Integral. Al otro día, el 4 de enero, el Canal 13 de Buenos Aires emite el informe "Fuera de juego. El pueblo que no quiere un nuevo casino", que resume las irregularidades del Proyecto. (Ver video: https://www.youtube.com/watch?v=BFMngwwWSVc).
El 25 de enero Schepens declara “extinto” el contrato con Entretenimientos de la Costa por los “incumplimientos reiterados y graves de las obligaciones estipuladas en el contrato de obra por la nueva terminal de ómnibus de la ciudad”.
Marizza anunció por su parte que reclamará una fuerte indemnización por daño económico, lucro cesante, etc. Informalmente se anuncia que el reclamo podría ser por unos 40 millones de pesos. Schepens inicia negociaciones con la empresa y acuerda un nuevo contrato, que envía al Concejo para que lo apruebe. Mientras los vecinos autoconvocados En Defensa del Patrimonio Público presentan denuncias judiciales contra los funcionarios y la empresa.
En octubre de 2015 los puesteros del Mercado reciben una notificación de desalojo de parte de la Municipalidad. Su abogado Carlos Acosta, dijo que “no los mueve nadie”.
Lo cierto es que tanto Bisogni primero como Schepens después terminaron sus gestiones sin poder obtener lo que buscaban.
El sucesor de Schepens, José Lauritto, anunció en 2016, a poco de asumir, que rescindía el acuerdo con la empresa de Marizza, porque la iniciativa no tenía “consenso social”. El rechazo social al negociado que las gestiones de su propio partido llevaron adelante con el oscuro empresario y ex funcionario menemista se vio finalmente coronado.
Sin embargo, una vez aventada la posibilidad del negociado, quedaba en pie la discusión que, hasta este mismo momento, la ciudad no se ha dado: qué hacer con el Mercado.
La gestión de Lauritto intentó seguir por la via judicial para recuperar el lugar, que en todos estos años jamás lució como un atractivo, ni para la comunidad uruguayense –que prácticamente pasaba de largo– ni para los turistas, que se sorprendían al ver el estado del emblemático lugar y la pobre propuesta que se ofrecía en él. A eso se sumó la estrategia comunicacional del municipio difundiendo las sumas irrisorias que pagaban por ocupar los locales tanto quienes ocupan los comercios que dan a la Peatonal, como los puestos internos.
LA PANDEMIA, EL MEJOR MOMENTO
En 2018 se presentaron propuestas para transformar al Mercado 3 de Febrero en un centro comercial, a partir de la iniciativa de dos empresas uruguayenses con un proyecto arquitectónico y comercial sobre el Mercado “3 de Febrero”, enmarcándose en la Ordenanza N° 4217 de iniciativas privadas. No obstante, tampoco se pudo avanzar. La situación judicial impedía mayores avances. De hecho Lauritto concluyó su mandato sin poder definir el tema.
La pandemia trajo la excusa inmejorable, que sin embargo nadie creyó demasiado. La pregunta obvia (cuánto cuesta y cuánto lleva acondicionar el lugar para que funcione como centro para alojar a personas que padezcan la enfermedad) hacía innecesaria la insistencia. El intendente Oliva aprovechó la coyuntura y a fines de agosto, poco después de anunciarlo en conferencia de prensa, se tomó posesión del Mercado, en compañía de un escribano.
El secretario de Gobierno, Juan Martín Garay, aseguró que la limpieza del lugar requirió usar dos camiones y una camioneta e indicó que la estructura edilicia está en buen estado, según dictaminara personal especializado del municipio.
Ahora se abrirá la discusión en el Concejo Deliberante y de cara a la sociedad, para decidir qué quieren los uruguayenses que se haga con un lugar tan emblemático. Por lo pronto en el entorno del intendente miran algunos proyectos que, según confiaron a este medio, son inspiradores para una idea participativa y moderna de cómo usar el lugar. Las palabras claves son “Mercado Gourmet”, y las referencias que empiezan a manejarse, casi como un secreto a voces, son los aggiornados mercados en ciudades como Madrid o Rosario, que combinan producción artesanal, alta calidad, productos culturales y delicias gastronómicas. ¿Será ese el futuro del Mercado Tres de Febrero?
Esta nota es posible gracias al aporte de nuestros lectoresSumate a la comunidad El Miércoles mediante un aporte económico mensual para que podamos seguir haciendo periodismo libre, cooperativo, sin condicionantes y autogestivo. |