El Miércoles Digital Concepción del Uruguay – Entre Ríos
El artículo fue publicado hace casi un año, pero mantiene plena actualidad.
(*) Por DANIEL DE MICHELE
Los presos políticos son victimas de la interrupción de la democracia por gobiernos autoritarios surgidos de golpes de Estado. Definir a un preso político no es difícil, solo que de la grieta sale una niebla que como siempre nos confunde, nos divide y bloquea toda posibilidad de entendimiento.
Propongo enumerar algunas de las condiciones que conlleva una detención ilegal por causas políticas. Sobre estas condiciones que todos conocemos, nos pondremos de acuerdo. Un millonario nunca alcanzara la categoría de preso político, simplemente porque con mucho dinero se compra libertad.
Los ricos pueden ir a a cárcel, pero jamas se quedarán a vivir en ella...
Los presos políticos que conocimos:
-han sido ilegalmente encarcelados y en la mayoría no hay delitos imputables más que el de “pensar feo”.
-no tienen causas judiciales formales y las acusaciones son fruto de confesiones obtenidas bajo presión.
-nunca son ricos; más bien son pobres, trabajadores o intelectuales de clase media.
-nunca tienen dinero oculto en cuentas de bancos ni paraísos fiscales.
-son militantes no profesionales, defensores de los derechos de los humildes y de los postergados.
-no disfrutan de una detención privilegiada en sectores VIP de una cárcel.
-han sido violentados y torturados.
-no disfrutan del privilegio de visitas de familiares o amigos durante la detención clandestina.
-no tienen otro inmueble que no sea su casa.
-no tienen régimen de salidas periódicas.
-no tienen condena legal ni fecha de fin de su detención ilegal.
-no miran TV en sus celdas.
-nunca son llevados a juicio con acusación y defensa.
-nunca tienen un abogado (ni de oficio) ni nunca verán a un juez.
Veamos dos ejemplos paradigmáticos de presos políticos en otras latitudes para entender de que hablamos.
1- Nelson Mandela: encarcelado durante 27 años por sus ideas libertarias y anti apartheid. Liberado en 1990, protagonizó el proceso de democratización de Sudáfrica y gano las elecciones a presidente de su país en 1994. Su humildad y austeridad inferiorizaron a sus captores.
2- Pepe Mujica: miembro de Tupamaros y presidente del Uruguay en 2010 por el Frente Amplio. Encarcelado durante 15 años con duras condiciones de detención y sin TV en su celda. En su vida, la constante fue el desapego por los bienes materiales. Con sus 84 años ahí sigue sorprendiéndonos desde su chacra...
Busque ahora entre los presos argentinos alguno que muestre la estatura moral de los lideres mencionados o cumpla con las características de preso político enumeradas arriba.
¿Podría alguno de ellos haber sido electo presidente como lo fueron Mandela y el Pepe?
Hoy, casi todos nuestros presos políticos son millonarios, navegan en yates, portan bolsos con dólares, viven en mansiones, cuentan la plata a máquina y venden sus servicios al mejor postor.
Están insultando a los verdaderos presos políticos que -equivocados o no- padecieron, desaparecieron y murieron para que tengamos esta democracia.
En medio de una dictadura letal, ser detenido por defender ideas de libertad -equivocadas o correctas- no es lo mismo que terminar en una celda VIP de una seccional de la democracia por ratero, robando para la política, como dijo Lopecito.
Ninguno fue secuestrado, torturado, ni desaparecido. A nadie le faltó comida ni agua en la celda y reciben atención médica regular y todos tuvieron defensa legal. Los desaparecidos eran torturados a diario con picana eléctrica, yacían tirados en el piso todo el día y su familiares nunca supieron donde estaban.
No amigo, no es lo mismo… Que no se mezcle en nuestra cabeza lo que es un preso político con la ideología de aquellos presos políticos que pudo no gustarnos. Los derechos humanos se les reconocen a todas las personas.
Debería darnos vergüenza llamar preso político al revoleador serial de bolsos que hoy esta en cana…
Alberto, no afloje con esta!
eljibaro2002@gmail.com
(*) Artículo publicado el 12 de febrero de 2020 en el diario “El Pueblo” de la ciudad de Villaguay.
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