Este dos de febrero como cada año desde 1977 llega el momento de celebrar el Día Mundial de los Humedales y como cada año nuevos desafíos nos impulsan a conservarlos y remediarlos.
El Día Mundial de los Humedales se celebra el 2 de febrero de cada año. Fue decretado en el año 1997 y la fecha fue elegida en conmemoración a la Convención sobre los Humedales de Importancia Internacional, que se celebró el 2 de febrero de 1971 en Ramsar, Irán.
El tema de este año para celebrar el Día Mundial de los Humedales destaca la importancia de lograr que los humedales se conserven y se usen en forma sostenible y racional.
El mensaje principal de la campaña es valorar, gestionar, restaurar y, por supuesto, amar los humedales, porque si queremos inspirar la acción, también debemos despertar una mayor empatía por estos ecosistemas que están desapareciendo a gran velocidad.
Estamos viviendo una creciente crisis del agua dulce que amenaza a las personas y al planeta. Se está utilizando más agua de la que se puede reponer, destruyendo el ecosistema del que más dependen el agua y la vida en general: los humedales.
Los humedales son áreas terrestres que están saturadas o inundadas de agua de manera permanente o estacional. Entre los humedales continentales se incluyen marismas, charcas, lagos, ríos, llanuras de inundación y pantanos.
Entre los humedales costeros se incluyen marismas de agua salada, estuarios, manglares, albuferas o lagunas litorales e incluso arrecifes de coral. Los estanques piscícolas, arrozales y salinas son humedales artificiales.
Su importancia es fundamental para la vida en todo el planeta gracias a que son ecosistemas, donde viven un gran número de especies animales y vegetales, y que se encargan de regular el ciclo del agua y el clima, creando de esta manera un equilibrio perfecto. Además, aportan al hombre recursos indispensables para disfrutar de una mejor calidad de vida.
En nuestra región los humedales no han tenido un buen año, asolados por sequias e incendios sin precedentes sufrieron como nunca la perdida de su biodiversidad y el constante ataque de los que quieren apropiarse de su espacio para obtener ganancias a corto plazo sin pensar en el futuro de todos.
Por lo que es urgente contar con una Ley de Humedales que los proteja y ayude a su conservación y remediación, preservando los servicios ecosistémicos que nos brindan.
Siempre debemos recordar que el agua y los humedales están unidos en una convivencia inseparable que es vital para la vida, nuestro bienestar y la salud de nuestro planeta.
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