El fotógrafo belga especializado en vida silvestre Yves Adams logró captar a un particular pingüino amarillo durante una expedición a las Islas Georgias del Sur.
Yves Adams encabezaba una expedición fotográfica de dos meses recorriendo las islas de la Antártida cuando, en una de las paradas en las Georgias del Sur, documentó al raro ejemplar entre más de 120 mil pingüinos rey.
El fotógrafo de 43 años y de origen belga desembarcó en las playas de Salisbury Plain. Mientras desempacaba su equipo, un grupo de pingüinos generalmente monocromáticos nadó hacia la orilla y uno de ellos llamó su atención.
Cuando se dio cuenta de que el pingüino tenía un plumaje amarillo brillante en lugar de las plumas negras habituales, Yves se apresuró a agarrar su cámara y tomar las imágenes del curioso animal.
“Nunca había oído hablar de un pingüino amarillo. Había 120 mil pájaros en esa playa y este era el único amarillo allí. Todos parecían normales, excepto este. Fue una experiencia increíblemente única”, relató el fotógrafo belga.
El color de las plumas del pingüino se debe a una condición llamada leucismo. Al igual que en el caso de los pingüinos albinos, se trata de una característica de nacimiento causada por la falta de pigmento en la piel y los ojos, lo que da lugar a un color amarillo.
“Ciertamente valió la pena, incluso antes de que viéramos a este pingüino amarillo. Fue impresionante ver a miles de estas aves en una roca en medio de este enorme y salvaje océano”, finalizó.
Fuentes: Misiones Online / La Nación
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