El Miércoles Digital Concepción del Uruguay – Entre Ríos
Estiman que se quitó la vida entre la noche del sábado 10 y la madrugada del domingo 11 de abril en su celda Penal Granja 9 de Gualeguaychú.
Nicolás Martínez de 35 años fue condenado a prisión perpetua por el doble crimen cometido el 16 de diciembre de 2009 en el domicilio de Nelly Akrich ubicado en Ameghino 31 de Concepción del Uruguay (Entre Ríos). Además de Akrich fue asesinado su nieto Adrián Rivero.
El cuerpo de Martínez fue encontrado cuando abrieron el penal el domingo en la celda de aislamiento en la que se encontraba en estos días en el Penal Granja 9 de Gualeguaychú donde estaba alojado desde el año 2015.
Según supo El Miércoles Digital la autopsia confirmó el suicidio. De todas maneras, no está el dictamen judicial cerrado. La autopsia se hizo en Paraná y están esperando los resultados de los estudios generales de sangre para determinar si efectivamente se encontraba recibiendo la medicación establecida o bajo influencia de alguna sustancia
La fiscal de Gualeguaychú que interviene en el caso es Martina Cedrés. En principio no se encontraron signos de ataques ni defensas en el cuerpo.
Están investigando para comprobar o descartar si el joven, tras una pesquisa donde le encontraron un celular, fue aislado a modo de castigo, pese a que en el legajo médico constaba que padecía esquizofrenia. A raíz de su salud mental, el abogado defensor Luis María Haddad había solicitado la prisión domiciliaria, pedido que fue denegado por el juez de Ejecución de Penas, Carlos Rossi.
El crimen
Aproximadamente las 4 de la madrugada del 16 de diciembre de 2009, Adrián Rivero (23 años) fue atacado por Nicolás Martínez en su domicilio de Ameghino 31. Primero le arrojó gas pimienta, lo apuñaló y trasladó a la cocina donde le quemó sus manos con la hornalla, luego lo picaneó y asestó 17 puñaladas.
La abuela Nelly Akrich (88 años) apareció tras escuchar los gritos, y Martínez decidió asesinarla con siete puñaladas, previa tortura con quemaduras provocadas por trapos mojados en hidrocarburo, que luego usó para incendiar la casa.
Martínez huyó a Colón donde fue denunciado por un familiar, lo que permitió su detención.
Intervino la entonces jueza de Instrucción Nº 1, María Cristina Calveyra, junto al jefe de la Departamental Uruguay de Policía, comisario mayor Gerardo Losada.
Fue condenado por el Tribunal integrado por los vocales, Mariela Rojas, Fabián López Moras y Alberto Seró. El fiscal que intervino fue Diego Young. La sentencia fue dictada en febrero de 2011 y recibió prisión perpetua. En principio estuvo en el Unidad Penal Nº4 de Concepción del Uruguay y luego fue trasladado a Gualeguaychú.
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