Este 5 de junio se celebra nuevamente el Día Mundial del Ambiente impulsado por la Organización de Naciones Unidas, este año bajo el lema "Reimagina, recrea, restaura".
El 5 de junio de 1972 tuvo lugar la Conferencia de Estocolmo y desde entonces año tras año en esta fecha se celebra el Día Mundial del Ambiente. Una jornada empleada para recordar la frágil situación medioambiental que atraviesa el planeta y crear conciencia de la necesidad de colaboración internacional.
Este año la celebración se centra en la restauración de los ecosistemas, lo que para la ONU significa "prevenir, detener y revertir" el daño ocasionado ocasionado en la naturaleza, "pasar de explotarla a curarla".
Durante demasiado tiempo, hemos estado explotando y destruyendo los ecosistemas de nuestro planeta. Cada tres segundos, el mundo pierde una superficie de bosque equivalente a un campo de fútbol y, tan solo en el último siglo, hemos destruido la mitad de nuestros humedales. El 50% de nuestros arrecifes de coral ya se han perdido y para 2050, podrían desaparecer hasta el 90%, incluso si el calentamiento global se limita a un aumento de 1,5°C.
La pérdida de los ecosistemas está privando al mundo de sumideros de carbono, como los bosques y las turberas, en un momento en que la humanidad ya no puede permitírselo. Las emisiones globales de gases de efecto invernadero han aumentado durante tres años consecutivos y el planeta está a un paso de un cambio climático potencialmente catastrófico.
La aparición de la COVID-19 también ha demostrado lo desastrosas que pueden ser las consecuencias de la pérdida de ecosistemas. Al reducir el área de hábitat natural para los animales, hemos creado las condiciones ideales para que los patógenos, incluidos los coronavirus, se propaguen.
Para tratar de revertir estos problemas y comenzar con la restauración de los ecosistemas, y precisamente en este día, arrancará el Decenio de las Naciones Unidas sobre la Restauración de Ecosistemas (2021-2030), una misión global para revivir miles de millones de hectáreas, desde bosques hasta tierras de cultivo, desde la cima de las montañas hasta las profundidades del mar.
Solo con ecosistemas saludables podemos mejorar los medios de vida de las personas, contrarrestar el cambio climático y detener el colapso de la biodiversidad.
La restauración de los ecosistemas es una tarea global de una escala gigantesca. Significa lograr que vuelvan plantas y animales que hoy están al borde de la extinción, desde las cimas de las montañas hasta las profundidades del mar.
Pero también incluye las muchas pequeñas acciones que todos podemos realizar, todos los días: cultivar árboles, reverdecer nuestras ciudades, repoblar nuestros jardines con especies silvestres o limpiar la basura de los ríos y costas.
La restauración de los ecosistemas conlleva beneficios sustanciales para las personas en todo el mundo. #GeneracionRestauracion
Fuente: Naciones Unidas / deia
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