Ante el reciente ataque de perros a un animal silvestre en la Reserva de Uso Múltiple Isla del Puerto se refuerza la necesidad de restringir el ingreso de mascotas a la misma.
Pese a los reiterados carteles desplegados a lo largo de la Avenida de la Isla del Puerto que advierte sobre la prohibición del ingreso de perros al lugar, este jueves unos caninos atacaron a un hurón que habitaba la zona. En la playa lo encontraron herido, fue llevado al veterinario pero no sobrevivió.
Desde la Unidad de Gestión Isla del Puerto recordaron a El Miércoles Digital que los objetivos principales de la Reserva de Uso Múltiple Isla del Puerto son la conservación y recuperación de sus ambientes naturales, promover el desarrollo sustentable y la educación ambiental.
Tarea que se viene desarrollando a lo largo de los últimos años, logrando una notable recuperación de la flora y fauna asociada a los diferentes ambientes presentes en la reserva.
Actualmente en la isla se pueden encontrar más de 120 especies de aves, reptiles, anfibios e insectos y una creciente presencia de mamíferos, entre los cuales se encuentra el hurón (Galictis cuja), indicadores de un ambiente en recuperación, ya que su permanencia en el lugar indica la disponibilidad de alimento y el funcionamiento de toda la cadena trófica.
Por lo que se pide redoblar esfuerzos y proteger estos recursos naturales que son de todos y recordar que una de las principales causas de pérdida de biodiversidad en estos espacios se debe a la presencia de especies exóticas, que son aquellas originarias de otros lugares del mundo y traídas al país por el hombre.
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Ejemplos de estas especies son los perros y gatos domésticos, la presencia de estas mascotas es ajena a los ambientes naturales.
Su instinto y comportamiento natural impactan de modo directo e indirecto en la fauna y flora local, independientemente de si el animal ingresa con su dueño, tiene un buen comportamiento y se encuentra con las vacunas al día, o si son perros callejeros que ingresan siguiendo a las visitantes y que luego son alimentados dentro de la isla favoreciendo su retorno y permanencia en el lugar.
En el caso de los perros, por ejemplo, con su ladrido y olor ahuyentan a la fauna local sensible a su presencia y al sumergirse en ríos o lagos, o con sus desechos, pueden ingresar enfermedades que la afecten.
También, por instinto, suelen atacar a la fauna silvestre, sus nidos y madrigueras, provocando la disminución de sus poblaciones.
Además, impactan sobre los visitantes que desean realizar actividades de esparcimiento o simplemente vivenciar la naturaleza.
Es importante recordar que las aéreas naturales protegidas existen para resguardar los ambientes y que tu visita debe tener un impacto mínimo en ellos.
Se necesita el compromiso de toda la sociedad para proteger este legado natural para las próximas generaciones.
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