En la política entrerriana están pasando cosas. Entre ellas, es más que visible el esfuerzo de Sergio Daniel Urribarri por recuperar espacio y colocarse en el centro de la escena. En su mensaje en el Megajuicio, no pasó desapercibido que se definiera a sí mismo como “principal obstáculo” para frenar el avance del opositor de mayor relevancia, Rogelio Frigerio.
A diferencia de sus exposiciones en el juicio oral y público, siempre desde Israel, por Zoom, a miles de kilómetros de distancia, ayer martes el ex gobernador apareció “en carne y hueso” en el acto de apertura de las sesiones de la legislatura entrerriana.
¿Sabía el gobernador Gustavo Bordet que el embajador en Israel se haría presente? ¿Estaba informada el área de protocolo? ¿Y prensa?
La comunicación oficial de lo ocurrido lo ignoró casi por completo. En la principal información enviada a los medios, se lo menciona a Juan Manzur, pero no a quien también estaba, desde lo protocolar, representando a la gestión nacional, con “rango diplomático”.
A la hora de medir repercusiones favorables, el gobierno provincial difundió en su sitio web pareceres de diversas figuras de la producción, la Justicia y la política, pero nada de Urribarri. Sólo se lo menciona en el último renglón de una información emanada de la vicegobernación, cuyo contenido central son los elogios de Laura Stratta a Gustavo Bordet.
Más notorio aún resultó que las galerías de fotos oficiales tampoco incluyeran al embajador en Israel y Chipre.
Según lo relatado por Análisis Digital, “antes de comenzar la Asamblea Legislativa, Urribarri permanecía sentado en solitario en una de las primeras filas dispuestas para los funcionarios y autoridades, mientras era fotografiado.
Luego de un tiempo se sumó a su derecha el intendente Adán Bahl. Urribarri estuvo en un hotel cercano horas antes, donde mantuvo algunas reuniones con funcionarios nacionales y algunos referentes de la provincia y luego se fue caminando hasta el Centro de Convenciones. Llegó incluso con Manzur, pero a los pocos minutos el funcionario nacional dejó de estar junto a él y fue a verlo a Bordet”.
Agrega que “la presencia de Urribarri no cayó bien en los alrededores del gobernador Bordet, ya que no se lo esperaba y hubo que ubicarlo en el protocolo a último momento”.
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