El Miércoles Digital Concepción del Uruguay – Entre Ríos
Unos dos mil uruguayenses se concentraron en el centro de la ciudad, desde las 20.30, para adherir al 18F, al cumplirse un mes de la muerte del fiscal Alberto Nisman, en reclamo de justicia y por el esclarecimiento del hecho. La concentración, inusual por la cantidad de concurrentes, se desarrolló sin incidentes de ningún tipo. No hubo oradores: se cantó el Himno Nacional y menos de una hora después se desconcentró con total tranquilidad. Los presentes destacaban la masiva concurrencia y no dejaban de expresar su rechazo a las acusaciones de “golpismo” enarboladas por el oficialismo. En varias ciudades entrerrianas las marchas se llevaron a cabo de manera simultánea y multitudinaria.
A las 20.30 fue la cita en Concepción del Uruguay, con consignas similares a las que caracterizaron la convocatoria realizada en la Capital Federal. No hubo discursos ni banderas partidarias. La marcha uruguayense, al cumplirse un mes de la muerte trágica del fiscal Alberto Nisman, ocupó tres cuadras cuando rodeó la Plaza Ramírez. Partieron desde frente al edificio de Justicia de Entre Ríos, sobre calle San Martín casi Juan Perón, marcharon alrededor de la plaza principal de la ciudad y volvieron al lugar de partida.
Los ciudadanos que se expresaron lo hicieron en paz portando banderas argentinas y algunos pocos con el cartel “Yo soy Nisman”. Las estimaciones de los periodistas y fotógrafos presentes hablan de más de 2.000 personas, una concurrencia importante e inusual. La movilización concluyó casi a las 21 frente a los tribunales provinciales de la ciudad. En general fue silenciosa, solo interrumpida por algunos aplausos, y por los momentos en los que se entonó el Himno Nacional. También hubo un grito compartido de “Nisman ¡presente!”. Sectores del oficialismo habían arrojado en la Plaza volantes con consignas que expresaban “No al golpe” y “No al uso político de la muerte de Nisman”.
La convocatoria fue mayor de la esperada teniendo en cuenta la lluvia intensa hasta pocos minutos antes de la hora señalada. No hubo organizaciones visibles que se hicieran responsables de esta marcha en la Histórica, que fue convocada por medio de las redes sociales y correos electrónicos de particulares. Los autoconvocados no llevaron banderas partidarias aunque hubo presencia de dirigentes y militantes de todos los sectores políticos de oposición.
EL HIMNO NACIONAL EN LA MARCHA
EN LA PROVINCIA
En Entre Ríos hubo movilizaciones en Paraná, Gualeguaychú, San Salvador y Urdinarrain, entre otras localidades. La de la capital entrerriana fue también multitudinaria: de acuerdo a lo que consigna Análisis Digital, una gran cantidad de personas se concentró desde las 20 frente a los tribunales paranaenses. Allí, el titular de la DAIA leyó un breve documento y casi una hora después dio inicio una marcha hasta la Plaza de Mayo. Participaron numerosos dirigentes políticos de todo el arco opositor, pero no hubo banderas partidarias, sí de Argentina y numerosos carteles que rezaban “Somos Nisman”, entre otras consignas.
En Paraná además, denunciaron dos episodios de censura: en la radio estatal provincial LT 14, y en el oficialista “El Diario”. En el primer caso, según trabajadores de la estación estatal, hubo una instrucción del director, “de que hoy no se pase información sobre la Marcha del Silencio por la muerte de Nisman”, mientras que en el caso del impreso, aseguran que se rechazó publicar una solicitada paga, debidamente abonada en tiempo y monto, que debía aparecer en sus páginas el día 18 de febrero en adhesión a la concentración.
UN CASO QUE SACUDIÓ AL PAÍS
El fiscal Nisman llevaba adelante la investigación del mayor atentado terrorista cometido en el país, el ataque a la mutual judía AMIA, ocurrido en 1994. A comienzos de enero, sorprendió con una denuncia impactante: acusó a la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, al canciller Héctor Timerman y a otros dirigentes kirchneristas de una conspiración para encubrir a los funcionarios iraníes imputados de haber perpetrado el ataque, que explicaría el controvertido acuerdo con Irán, que aquel país nunca ratificó. Cuatro días después de conocerse la denuncia, y cuando restaban horas para que se presentara en el Congreso para dar detalles de su acusación, Nisman fue encontrado muerto en su departamento de Puerto Madero con un balazo en la cabeza.
El gobierno, sacudido por la noticia, tardó en reaccionar y lo hizo de manera caótica: primero mediante cartas de la Presidenta por facebook, y luego (una semana después) mediante un mensaje por cadena nacional donde la Jefa del Estado aseguró que no tenía dudas de que Nisman había sido asesinado. El episodio se transformó en una crisis institucional cuyos alcances resultan aun impredecibles, pero que ha impactado en la opinión pública de una manera insoslayable, y desconcertado a un gobierno al cual le restan aun 10 meses para concluir su periodo.
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