La campaña “Paren de fumigar las escuelas”, integrada por Agmer Uruguay con la Asamblea Ciudadana Ambiental, como parte de las actividades de difusión de las precauciones previstas en la normativa que regula la aspersión de venenos agroquímicos en los lotes sembrados con semillas genéticamente modificada, este jueves 12 de marzo colocaron carteles de atención dirigidos a los aplicadores y productores que trabajan los campos cercanos a las Escuelas Nº 24 y 30 “Alejandro Aguado” de Colonia Santa Ana y Nº 44 “República Argentina”.
Los establecimientos se encuentran rodeados de lotes de soja, maíz y arroz, todos cultivos que exigen la aplicación de importantes cantidades de productos químicos que tienen probados efectos nocivos en la salud de personas, animales y plantas. Docentes de ambas instituciones han realizado denuncias públicas y también en las instituciones judiciales y del poder ejecutivo, sin conseguir la aplicación de medidas concretas.
LA ESCUELA 44
Ubicada al norte del Departamento Uruguay, a medio camino entre San Marcial, Líbaros y Santa Anita está rodeada de con lotes de maíz cruzando la angosta calle y soja en los linderos, todos a menos de 50 metros. En el mes de diciembre último sufrió una fumigación área con los niños en clase. La docente (es una institución de personal único) y los niños sufrieron algunos de los efectos agudos que producen los agrotóxicos en la salud: nauseas, mareos, erupciones en la piel y mucosas, picazón en los ojos. Como parte del proceso judicial iniciado por este hecho, en el cual la docente se ha constituido como querellante, la Fiscalía solicitó la realización de análisis de sangre de los afectados y muestras de agua y suelo y allanó los depósitos de una empresa de aplicaciones aéreas. Sin que se presenten otras novedades el maíz y la soja crecen y serán fumigados en algún fin de semana, para poder cosechar a tiempo y que no se resienta “la producción”.
ESCUELA “ALEJANDRO AGUADO”
Ubicada a veinte minutos del centro de Concepción del Uruguay, el establecimiento alberga una numerosa comunidad niños, jóvenes y docentes. Al igual que la escuela 44 se encuentra rodeada de lotes de agricultura industrial esta vez sembrados con soja y en el mes de febrero de 2014 se denunciaron fumigaciones que afectaron a docentes y estudiantes. La docente del establecimiento, Marta Vergniaud, se realizó análisis de su sangre, constatándose la presencia de una importante cantidad de clorpirifos y diazenon, dos venenos utilizados en la agricultura industrial.
Aproximadamente el 80 por ciento de las escuelas rurales de nuestra provincia son fumigadas entre 4 y 8 veces por año con los venenos que se utilizan en la agricultura industrial. Con la colocación de estos carteles pretendemos hacer un llamado de atención sobre la imperiosa necesidad de cumplir con las leyes y preservar la vida y la salud de todos por sobre las ganancias económicas de unos pocos.
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