El nuevo secretario de Comercio Interior Guillermo Hang ha relanzado los “precios cuidados”, poniendo especial énfasis en el consumo de leche. Un acuerdo con empresarios estableció que habrá 36 millones de litros mensuales a menos precio que el habitual. Como otras veces estará a disposición en los grandes hipermercados. Lo interesante es que si esa cantidad se reparte entre 20 millones de personas, es decir el 50 por ciento de pobres, alcanzará para que cada uno acceda a 60 cm3 por día. Una taza de tamaño estándar tiene capacidad para 250 cm3. Este programa tiene un cierto parecido a “discurso para la gilada” o una medida marquetinera para mejor decir.
Por ANÍBAL GALLAY de EL MIÉRCOLES DIGITAL
Imagen: Ilustrativa.
La nueva ministra de Economía decidió reavivar el esquema de consumo llamado “Precios cuidados”. Consiste en que determinados productos sean vendidos a precios acordados con las grandes empresas. Durante la gestión de Roberto Feletti, la vedete era la carne. El funcionario se pavoneaba que se estaban vendiendo 12 millones de kilos mensuales para una población de 45 millones de habitantes. A cada uno le hubieran correspondido unos pocos gramos. La carne “barata” estaba a disposición del consumidor en los hipermercados de grandes superficies, es decir que solo podían beneficiarse las personas de mejor poder adquisitivo, habituales clientes de los estos comercios.
La nueva fábula tiene como protagonista la leche y está a cargo de Guillermo Hang, secretario de Comercio Interior. Es experto en finanzas egresado de la Universidad Nacional de La Plata. Y junto con algunos de sus colegas fundó una consultora, dedicada, como todas, al lobby y la intermediación.
El gobierno de la Alianza en el 2001 había decidido la devolución del 5 por ciento del Impuesto al Valor Agregado. Para una familia de recursos menguados implicaba el equivalente a 30 litros de leche mensuales. El mejor equipo económico a las órdenes del presidente Macri decidió, quitar ese beneficio, con el argumento de reducir el déficit fiscal. El actual gobierno no fue capaz de reponerlo.
En cuanto al precio cuidado de la leche los funcionarios y empresarios han informado que están a disposición de los consumidores 36 millones de litros mensuales.
No se necesita un lápiz muy afinado para advertir que se trata de un nuevo discurso para la gilada, como se suele decir en Buenos Aires. La Argentina tiene 45 millones de habitantes. Los 36 millones de litros alcanzarían para que cada uno pueda comprar 0,8 libros mensuales, es decir 800 cm3.
Bien puede suponerse que muchas personas no consumen leche por razones diversas. Supóngase también que los sectores más vulnerables (forma elegante de decir pobres e indigentes) sean los únicos consumidores de esta leche con precios cuidados.
En la Argentina el 50 por ciento de sus habitantes son pobres, de modo que se trata de 20 millones de personas, redondeando las cifras. Se deduce fácilmente que cada persona en condición de pobreza podría comprar 1.800 cm3 por mes. Si toma leche todos los días deberá dosificarla con precisión porque le alcanzará para 60 cm3 por día.
El gobierno de la Alianza en el 2001 había decidido la devolución del 5 por ciento del Impuesto al Valor Agregado. Para una familia de recursos menguados implicaba el equivalente a 30 litros de leche mensuales. El mejor equipo económico a las órdenes del presidente Macri decidió, quitar ese beneficio, con el argumento de reducir el déficit fiscal. El actual gobierno no fue capaz de reponerlo.
Seguramente los funcionarios actuales han hecho otros cálculos, y esperan que este programa favorezca a los habitantes del AMBA (Área Metropolitana de Buenos Aires) que se ha constituido en la razón de existir del gobierno nacional. El resto del país queda para otra oportunidad como ha ocurrido con todos los programas de este tenor. Se trata de favorecer al conglomerado que habita en la ciudad de Buenos Aires y los 40 partidos que la rodean, con evidentes fines electorales.
Los actuales dirigentes y funcionarios suelen repetir que se trata de tener pautas económicas que incluyan a todos los argentinos. Por el momento es una manifestación de deseos, en el mejor de los casos. O quizás una fábula para la tribuna.
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