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El adiós a Eduardo Dady Amaral

En la noche del sábado 20 de agosto falleció Eduardo Angel Amaral. Talentoso humorista uruguayense, heredero de la antigua arte cultivada por su padre, Dady se despidió tempranamente y dejó una incontable cantidad de afectos en su natal Concepción del Uruguay.

 

Por A.S. de EL MIÉRCOLES DIGITAL

 

Ángel Eduardo Amaral había nacido en Concepción del Uruguay el 17 de marzo de 1955, hijo de Eduardo Amaral y de Vilda Edith Verdinelli. Padre de cuatro hijos, de quienes estaba profundamente orgulloso, casado con la profesora Viviana Kay, Dady (como lo llaman familiares y amistades) fue durante toda su vida un amante del deporte, del río y la vida al aire libre, y hacía un culto de la amistad.

Futbolista, hincha incondicional de San Lorenzo, arquero en diferentes clubes de Concepción del Uruguay y la zona (entre otros, Gimnasia, Engranaje, Almagro, Defensores de Talita y Agrario Rocamora), su amor por el fútbol lo llevó a continuar jugando hasta hace pocos años, en el campeonato del Club de Profesionales.

Dady era un cazador apasionado y con carnet en El Palmar, era un papá ejemplar y muy orgulloso de su “tribu”, que se amplió con tres nietas y un bebe en camino. Formó parte también de la formación inicial de la comparsa Tupinambá, en las recordadas épocas de oro del Carnaval Uruguayense.

Amaral trabajó durante años en empresas vinculadas con la operatoria portuaria, y por ello (y por su amor por el río) era un conocedor y un atento analista de las vicisitudes relacionadas con la reactivación del Puerto uruguayense.

En la Federación de Cooperativas Arroceras (FECOAR), ocupó puestos de responsabilidad y desde ese lugar además apoyó la formación de nuevas cooperativas, entre ellas la cooperativa El Miércoles, cuyas reuniones iniciales alentó y de la que siempre estuvo cerca, no solo como colaborador sino también como amigo.

El talento de humorista

El Miércoles además tuvo el honor de contarlo entre sus colaboradores más talentosos, durante años, ejerciendo –casi en secreto, con su seudónimo Pepe del Oráculo– un género del humor gráfico que tiene gran prosapia (se remonta a las primeras publicaciones satíricas de la Argentina, como las legendarias El Mosquito o Caras y Caretas).

Se trata de un género requiere virtuosismo y que muy pocas personas cultivan en la actualidad: el comentario humorístico, escrito en versos –en general en décimas, aunque en ocasiones también podía ser otra estructura– acompañando una caricatura de los personajes aludidos, en general protagonistas de la realidad política, social o económica, pero también podia ser deportiva, cultural o incluso incorporando personajes típicos de la ciudad.

Dady había aprendido esas artes de su padre, Eduardo Amaral, y dominaba la técnica con maestría, como se puede ver en algunas de sus obras que compartimos aquí, y que fueron publicadas en diferentes épocas en El Miércoles. Por esas cosas de la vida, muchas de las personas que lo conocían y querian, ignoraban esta faceta creativa del gran Dady, que además por su humildad y sencillez, nunca quiso poner en primer plano.

El más amado

Dady afrontó en estos últimos meses una severa enfermedad que fue la que finalmente lo derrotó en la noche de este sábado. Pero en ese proceso jamás perdió el humor y mientras pudo siguió adelante con su bonhomía y su buen humor, a veces punzante, a veces tierno, siempre chispeante.

“A veces me parece ser el tipo más amado del mundo. Y las otras millones de veces estoy completamente seguro de serlo”, escribió hace poco. Sin duda así era.

Sus hijos Guillermo, Analía, los mellizos Milton y Juan, su amada Viviana, sus nietas, su hermana Marcela y sus incontables amigos (entre quienes nos contamos quienes contribuimos a esta nota de despedida) estará siempre presente ese amor, y así lo recordaremos. Hasta siempre, Dady Amaral.

El talento de Dady Amaral, "Pepe del Oráculo"

 

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